Me desperté por el sonido de la puerta de mi habitación siendo abierta, cuando fijo mi vista veo como Carlos entra por ella con una bandeja en sus manos.
-Cumpleaños feliz te deseo a ti- cantaba él mientras ingresaba al cuarto. En mi falda depositó la bandeja que tenía en sus manos la cual contenía un pequeño cupcake con una velita encendida en él y mi desayuno favorito.
Carlos besó mi frente -Feliz cumpleaños pequeña, te amo-
-Gracias amor, también te amo- sonreí mientras tomaba el cupcake de la bandeja para, posteriormente, pedir un deseo y apagar el pequeño fueguito que se encontraba frente a mí.
Carlos me miró con una sonrisa reflejada en su rostro. Seguía de pie junto a mí. -¿Te quedarás a desayunar conmigo verdad?- esperaba que su respuesta fuera positiva pero mis esperanzas se desvanecieron cuando negó con su cabeza.
-Lo siento, debo terminar unas cosas en mi trabajo pero luego te prometo que seré todo tuyo- se despidió dejando un corto beso en mis labios y salió de la habitación. Unos minutos después se escuchó como se abría y cerraba la puerta del departamento. Me dispuse a desayunar, luego, cuando me dirigía hacia la cocina me encontré con varios regalos sobre la mesa y un sobre de papel que tenía mi nombre escrito en él.
Lo tomé entre mis manos y al abrirlo este contenía una carta, escrita por Carlos.
Querida Dani:
Lamento no estar contigo en este momento pero te lo compensaré luego, mientras, espero que te diviertas con estos pequeños regalos y por favor acéptalos, es de mala educación devolverlos. -Con amor, tu madrileño favorito.
Dejé el papel a un lado de la mesa y comencé a abrir los paquetes que estaban frente a mí. El primero fue una bolsita blanca, cuando saqué su contenido me encontré con una prenda roja y otra pequeña carta, antes de desdoblar la tela leí el papelito.
"Sé hace cuánto quieres una de estas y solo he estado poniéndote excusas para poder dartela hoy."
Al desplegar la prenda que tanta curiosidad me causaba, la felicidad no cabía en mí. Era una camiseta de Ferrari con su apellido y el número 55 por detrás, hacía mucho tiempo quería una pero cuando iba a comprarla él siempre me convencía de no hacerlo. Rápidamente me la probé, me quedaba un poco grande pero es como me gusta, pude notar su perfume en la prenda lo que me hizo sonreír como una tonta.
Seguí con otro de los paquetes, esta vez era una caja de tamaño mediano. Al abrirla esta también contaba con una carta, la cual decía
"Espero ser tu objetivo muy seguido, confío en que tomaras mi lado bueno."
Cuando terminé de desenvolver el objeto una cámara fotográfica se encontraba entre mis manos, siempre amé tomar fotografías pero hace unas semanas mi antigua cámara se averió y no tuve la oportunidad de conseguir otra.
El tercer paquete también era una cajita, la carta esta vez expresaba "Me recuerda mucho a tí."
Debajo de esta se encontraba mi perfume favorito.
Para finalizar, el último paquete era más grande que los demás, su carta esta vez era un poco más extensa "Espero que te haya gustado cada una de estas sorpresas, me gustaría darte más porque es lo que mereces pero sé que si lo hago te enfadaras y querrás devolverlos. Este tal vez no sea el más costoso pero sí el más especial, o por lo menos pretendo que lo sea. Me gustaría que lo utilizaras hoy por la tarde."
Debajo del papel que lo envolvía se encontraba un vestido negro, de tirantes y ceñido al cuerpo.
Luego de ducharme me probé el vestido y parecía que estaba hecho a mi medida. Al estar frente al espejo me percato de que hay una pequeña nota en este. "Sabes donde ir 15:30"
Claro que lo sabía, estaría esperándome en el restaurante donde fue nuestra primera cita, siempre que se trata de algo importante acudimos allí. Mi reloj marcaba las 15 así que me preparé y salí rumbo a mi cita. Estamos juntos hace más de 3 años pero me hacía sentir igual que la primera vez.
Al llegar al lugar le doy mi nombre a la recepcionista y ella me guía hasta la mesa que Carlos reservó. Mientras me caminaba hacia allí pude verlo de espaldas, pasé por su lado y antes de tomar asiento frente a él pregunté -Disculpa, ¿Tú eres mi cita?- Al verme esbozó una sonrisa y escaneó mi cuerpo con suma atención.
Al terminar nuestra cita ya habían pasado 2 horas así que volvimos al departamento. Al entrar todo se encontraba a oscuras, cuando encendí las luces se reveló su última sorpresa, en la sala se encontraba un camino de pétalos que dirigían a una mesa en la cual había un ramo de rosas blancas, él sabe que son mis favoritas.
Cuando me acerque ví una cajita de terciopelo negro en el centroo del ramo.
-Tómala- dijo a mis espaldas, cuando lo hice Carlos me abrazó por detrás poniendo sus manos sobre las mías ayudándome a abrirla, un anillo de compromiso se encontraba en el interior de esta.
-Quiero despertar a tu lado por el resto de mi vida, quiero que tu seas feliz pero sobre todo quiero hacerte feliz, así que dime, ¿Me harías el honor de ser mi esposa?- apoyó su mentón en mi hombro esperando una respuesta.
Me dí la vuelta para quedar de frente a él, sus ojos me miraban con suplica pero a la vez con curiosidad.
-¿Qué pensarías si te dijera que mi deseo de cumpleaños era tenerte para siempre en mi vida?- -Pienso que es mejor mantenerlo en secreto, se dice que cuando revelas tu secreto de cumpleaños no se cumple y la verdad yo quiero lo mismo.- Tomo su rostro entre mis manos y lo beso. -La respuesta es sí, ahora y siempre.-
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Holaa, nos volvemos a encontrar, bueno he estado ocupada estos días y no tuve tiempo de publicarles este pero espero que lo disfruten tanto como yo. Carlitos es todo lo que esta bien❣.
