Cerré mis ojos un momento y me permití recordar la primera vez que la ví.
Lando me había invitado a una de sus fiestas y, como no aceptarlo. Al llegar saludé a algunos de los chicos que estaban allí, no habrán pasado más que unos segundos cuando al intentar hablar con el britanico me percaté de que no se encontraba cerca de mí, barri el lugar con la mirada hasta que logré encontrarlo, como no, en la tarima del DJ.
Mientras él hacía lo suyo algunas personas a su alrededor bailaban pero una en particular llamó mi atención ya que miraba a Lando con mucho orgullo mientras grababa un breve video pero al contrario de los demás, se abstuvo de bailar. Me fue imposible no notar el parentesco, eran muy similares, con su cabello castaño, ondulado, sus ojos verdes y esas facciones de la familia Norris, sólo que ella se veía un poco más mayor que él, tal vez de mi edad. Nuestras miradas se conectaron durante unos segundos, ella me sonrió y me fue imposible no devolverle la sonrisa.
Un tiempo después Lando bajó de allí y se dirigió nuevamente a mí, pero ésta vez con ella detrás suyo.
-Qué te pareció, mate?
-Genial, aunque sabes que no entiendo mucho de eso.- Una risa se escuchó a un lado y al voltear, ahí estaba ella.
-Oh, si. Carlos ella es Dahiana, mi hermana mayor. Dahi, él es Carlos, uno de mis mejores amigos.
-Un placer.- agregué, estrechando su mano.
-Igualmente Carlos, aunque creo que te conozco demasiado bien, mi hermano no deja de hablar de tí.
-¿De verdad?- le pregunté dirigiendo una mirada divertida hacía Lando.
Ella volvió a reír y supe que ese sería mi nuevo sonido favorito. -Hey, eso no es del todo cierto.- agregó mi amigo.
-Lando- advirtió Dahiana, intentando que deje de hablar.
-Que? Por favor hermana, creíste que no le diría?
-Esperaba- susurró la chica.
-Decirme qué?- pregunté ya intrigado.
-Mi hermana, Carlos, es una pequeña traidora- comenzó a decir con dolor fingido en su voz- en lugar de apoyar a su hermanito que tanto se ha esforzado por llegar hasta aquí, prefirió a un Ferrari.
Sonreí ante el comentario mientras la cara de la chica cambiaba de expresión y color tan rápido que parecería que iba a desmayarse de la vergüenza o iba a asesinar a su hermano.
-Lando, cállate, además sabes que siempre estaré aquí para tí, es solo que Ferrari tiene mi corazón desde hace mucho tiempo.- explicó.
-Más bien un piloto español que corre para Ferrari ganó tu corazón.- Lando intentó susurrar pero aún así lo escuchamos. Los ojos de Dahiana se abrieron de par en par por su sorpresa mientras su mirada viajaba desde su hermano hacía mí. Finalmente le dió un zape en la nuca y mientras Lando se quejaba, fue inevitable reirme.
Sonreí con nostalgia frente al recuerdo. Volví a concentrarme en lo que estaba haciendo para tener todo preparado antes de que llegue.
Al terminar de abrochar los últimos botones de mi camisa escucho el ruido de las llaves y luego la puerta siendo abierta. Al entrar nota que algo está sucediendo ya que la luz es muy tenue y un camino de rosas la guía hacia el balcón, donde la cena está lista y yo la espero a un lado de la mesa. Camina hasta mí con una sonrisa en el rostro y me abraza muy fuerte, cuando nos separamos la beso hasta separarnos por falta de aire.
*(Reproducir "Pero te conocí" de Reik)*
Esta noche cenamos solamente nosotros dos. Al aire libre, con vista al mar. Cuando terminamos fui en busca del postre pero al volver Dahiana se encontraba de espaldas a mí, admirando la vista.
La abracé por detrás y apoyé mi cabeza en su hombro. Estuvimos así por un tiempo hasta que reuní el coraje suficiente.
-Sabes? Nunca había sentido por nadie, lo que por ti sentí, creía que nada saldría bien al final. Estaba tan roto y nadie me iba a curar, creía que tal vez lo mío era quedarme así solo. Y de pronto como estrella justo en medio de este mar me curaste el corazón, me enamoraste. Sin explicación llegaste así cuando el amor ya no sería para mi, pero te conocí.
-Carlos…
-Yo no sabía nada de ti, pero, ya me aprendí cada detalle. Sabes que soy así.
Ella rió y con eso mis nervios disminuyeron.
-Eres lo mejor que me ha pasado, desde esa noche en la fiesta de Lando supe que eras todo lo que yo necesitaba. Durante mucho tiempo busqué y busqué a la persona correcta sin éxito y justo cuando me dí por vencido apareciste, tan simple, tan perfecta, tan tú. Al escucharte reír me di cuenta de que necesitaría oírlo cada día para sentirme completo y me prometí que haría todo lo posible por tenerte a mi lado el resto de mi vida pero en realidad ahora soy yo quien no puede alejarse de tí. Sería una locura intentar vivir sin tus besos, sin tus caricias, sin tu olor, sin ti, una vez que te conocí, ya nada volverá a ser igual si no estás ahí.
+Porque es cierto que una estrella no se estrella por azar y el destino supo hablar y yo escucharte, sin explicaciones llegaste así cuando el amor ya no sería para mí, es por esto que quiero preguntarte ¿Me darías el honor de ser tu esposo?- mientras decía la icónica pregunta, me arrodille y frente a ella abrí una pequeña cajita de color negro. Dentro de esta se encontraba el anillo, el cual me tomó mucho tiempo de encontrar ya que quería uno perfecto.
Los ojos de Dahiana comenzaban a llorar mientras sus manos tapaban su boca. Con dificultad asintió y sonrió. Rápidamente volví a pararme frente a ella para entregarle el anillo y girar mientras la cargaba y reíamos.
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Bueno, bueno, bueno. Como han estado? Hace tanto tiempo que no ando por aquí.
Casi no tengo tiempo para casi nada y se me hace muy difícil poder tener un espacio para escribir 🫠 Pero no importa, ahora es para que disfruten de esta mini historia.
PD: Los amoo, nos volveremos a encontrar seguramente 🫶🏼
