Fabio Quartararo

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Estaba en el garage de Marc esperando que él y Alex terminen la práctica. Juliá estaba acompañándome, ambos mirábamos atentamente las pantallas, todo iba muy bien.

Cuando ambos hermanos se bajaron de sus motos esperé por el mayor de ellos, Marc se acercó a mí y me abrazó. 

Habíamos acordado ir a comer algo junto a Alex luego de las prácticas así que los acompañé al hospitality que compartían y pacientemente esperé mientras ellos se duchaban.
Al terminar, fuimos a uno de los restaurantes dentro del paddock.
Cuando entramos, buscamos una mesa libre y nos sentamos allí. Un mesero se acercó con los menús y vasos de agua, cada quién pidió su plato y esperamos a que nos los entregaran. 
Cuando el mesero se fue camino a la cocina mis ojos conectaron con otros marrones que se encontraban en la barra. Intercambiamos sonrisas y cuando uno de los hermanos frente a mí se dió cuenta no perdió el tiempo.

-Fabio! Ven!- le gritó Marc quien le dió una rápida mirada a Alex quien estaba riendo. Seguramente de mí, ya que inmediatamente estaba más colorada que un tomate.
El francés se acercó a nosotros con una hermosa sonrisa y saludó a todos de manera cortés.
Los chicos lo invitaron a tomar asiento y dió la casualidad que el único lugar libre estaba junto a mí, me hice a un lado para darle su espacio, entre ellos comenzaron a hablar de cómo les fue con las motos y demás, yo solo me limitaba a escucharlos, amaba todos los deportes que tuvieran que ver con motos y autos.
Fuí parte de la Women's Academy de la F1, poco a poco y con mucho esfuerzo me gané mi lugar y ahora soy piloto de F2. Un paso muy importante para que las mujeres logren llegar a la máxima categoría.

Cuando el mesero volvió con nuestro almuerzo mi celular comenzó a vibrar, lo tomé y vi que estaba recibiendo una llamada de mi hermano Carlos, porque sí, soy una Sainz.

-Hey Carlos ¿Qué pasa?- pregunté al contestar.

-Hola, nada, solo quería saber como estás.- me levanté de mi lugar para tener un poco de privacidad y alejarme unos metros de los chicos, con ayuda de mi mano libre y una de mis muletas me reincorporé y caminé unos pasos.
Ah si, se me olvidó mencionarlo, mientras corría en un Grand Prix el mes pasado sufrí un accidente que me dejó con un yeso en la pierna izquierda por mínimo dos meses.

-Todo bien, estaba almorzando con Alex, Marc y un amigo.- no estaba segura de cómo describir mi relación con Fabio, era extraña, en un buen sentido.

-¿Ese amigo puede que sea Quartararo?- inconscientemente una sonrisa se formó en mis labios, no conteste nada.
Escuché la risa de mi hermano y antes de que pudiera decir nada él habla.
-Debes estar más colorada que un tomate.- rió nuevamente - Si todo está bien te dejaré en paz, sé que Marc, Alex y Fabio- escuché una tos falsa de su parte intentando disimular el último nombre- te cuidarán bien pero cualquier cosa que necesites llámame, no importa la hora. ¿Está bien?-

-Claro hermanito, te amo, adiós- corté la llamada y volví con los chicos, estuvimos un rato allí charlando de temas al azar hasta que era hora de irnos, los chicos se dirigieron a sus respectivos hospedajes dentro de la pista y yo al estacionamiento. Estaba a punto de abrir la puerta de mi auto cuando se me cayeron las llaves, y eso normalmente no sería un problema pero recordemos que una de mis piernas está enyesada y no es tan simple como parece moverse con esto.

Justo cuando iba a intentar agacharme de la forma en que pudiera alguien se adelanta a mí y toma mis llaves. Reconocí su perfume y tatuajes al instante, Fabio.
Levanté mi vista para encontrarme con su rostro, tan atractivo como siempre, si mirada estaba clavada en mí.
Poco a poco fue acercándose hacia mí hasta quedar centímetros alejados el uno del otro.

Miró a nuestro alrededor y cuando se cercioro que no había nadie más allí tomó mi rostro entre sus manos y me besó. Era delicado pero transmitía todo lo que sentíamos, luego de un tiempo nos separamos por falta de aire. Él bajó sus manos a mi cintura y yo entrelacé las mías detrás de su cuello, colocó su cabeza en el hueco de mi cuello y permanecimos abrazados otro tiempo más. 

Cuando nos separamos, me devolvió mis llaves y antes de que pudiera agradecerle agregó:
-¿Te gustaría quedarte conmigo esta noche?
Podríamos ver una película y comer palomitas de maíz.-  su sonrisa, esa sonrisa a la cual no podía negarme y él lo sabía.
-Me gusta mucho esa idea- respondí y con su ayuda fuimos a su habitación.

Él me prestó una camiseta para que estuviera más cómoda, como pude quite mis pantalones quedando solo con su prenda y nos acostamos en su cama.
Pusimos una película pero rápidamente Fabio se aburrió y comenzó a dibujar en mi yeso.

Luego de eso los cosas subieron de tono, y cabe aclarar que lo menos que hicimos fue mirar la pantalla frente a nosotros. 

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Hola holaaa, he vuelto después de tanto, pido mil disculpas de verdad por haber demorado tanto

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Hola holaaa, he vuelto después de tanto, pido mil disculpas de verdad por haber demorado tanto. Si dios quiere esta es la última semana de exámenes así que para la próxima creo estar más activa por aquí.

Gracias a todos y todas por su paciencia y por su apoyo, me hace muy feliz saber que les están gustando mis historias.

Como se sienten por las carreras de mañana? Yo estoy muy impaciente.

Con amor:
-B

P.D: Este meme me representa

Y perdón por no poner alguna canción arriba, ninguna me parecía adecuada así que cada quien puede decidir qué escuchar mientras leen, adeu!

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Y perdón por no poner alguna canción arriba, ninguna me parecía adecuada así que cada quien puede decidir qué escuchar mientras leen, adeu!

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