Esta historia es para chicos y chicas que luchan con la depresión y ansiedad, pensamientos intrusivos, el auto sabotaje hacia su propia persona.
Gritos de un cuerpo atrapado en pensamientos del futuro y recordando el dolor del pasado, donde el cuerp...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Querido lector, como mencione antes, se llego mi momento de identidad. Estaba perdida, en un laberinto de dudas, de fracaso, depresión, ansiedad y enfermedad. En ese momento fui invitada a una entrevista de radio cristiana, era de un amigo que tenia, el me dijo :
-Estrella se que tu tienes, un testimonio grande y quiero que lo cuentes.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yo, no estaba lista de hablar sobre lo que me pasaba con las demás personas, no quería aceptar, pero Dios mi impulso y desde ahí comenzó mi tarea, hablar sobre un tema que hasta en familia es un tabú, no porque sea algo malo para hablarlo, es por no saber entender lo que la persona siente en su interior, es del poco interés hacia el tema y la persona que lo padece.
Yo le pedí permiso a mis lideres, en ese entonces en olivos, y me lo concedieron, me hicieron una serie de preguntas, trate de resumirlas, no quería hablar tanto de mi vida, como lo estoy haciendo en este libro.
Y al final por ser del ministerio de alabanza, me toco cantar una alabanza a los oyentes, estaba nerviosa, no soy una persona que le gusta estar en primer plano, yo soy una persona que me gusta estar atrás en lo secreto, mi lugar favorito en el coro es la parte de atrás, ahí puedes danzar y ser tu misma, puedes hasta llorar y están para cubrirte si lo necesitas.
Entone el canto, si me equivoque pero al final me deje llevar por el espíritu santo, y le dije en mi mente mientras adoraba:
-Con esta alabanza cierro todo lo que paso. •Cerrando con el párrafo:
-Ahora hay un futuro y esperanza fiel, en su amor confiamos, hay descanso en el.
Y ahí comenzó todo mi proceso de identidad. Después de lo sucedido con el joven de vientos me aleje totalmente, y comencé a bajar de peso, aun mas de lo que ya había bajado, además la pandemia nos lleno un poquito a todos, por la gracia y amor bendito de Dios, mi familia salió del covid, limpia y recuperada y ahí pude ver que Dios había sido mas que bueno.
