Hola! Mis queridos caballeros negros aquí está el primer capítulo de esta historia, les recuerdo que es una versión de Fuego en la sangre o Pasión de Gavilanes, según hayan visto, pero obviamente todo a mi manera y con mi estilo, así que esperen lo que sea, ahora si, lean, voten y comenten.
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En el pueblo de San Agustín, habitaban dos familias de distintas clases sociales, pero muy queridas, una más que la otra por distintas razones, La familia Elizondo, conformada por el matrimonio de Bernardo Elizondo y Julieta Rosen, sus tres hijas, Matilde, Ana y Andrea. La familia Reyes conformada por las tres hermanas, Antonia, Galilea e Isabella, su tía Rocío y su prima Luvia, familias que pronto estarían demasiado involucradas entre sí.
Al matrimonio Elizondo-Rosen aparentaba ser por perfecto ante los ojos de sus hijas, sus trabajadores y cualquier persona que los conocía, pero sólo Bernardo y Julieta sabían lo que pasaba de puertas para dentro de su habitación, pues el amor entre ellos parecía haber acabado, además la actitud de ambos hacia que cada que había algo mal, terminaban peleando, Bernardo estaba harto de Julieta y esta también lo estaba de el, pero por aparentar ninguno estaba dispuesto a divorciarse.
Al menos eso pensaba Bernardo, pues desde hace meses sostenía una relación clandestina con Luvia Reyes, una jovencita a la cual le doblaba la edad, así que ahora sí quería separarse de Julieta y rehacer su vida con esa jovencita, incluso hablo con Julieta y le hizo saber eso, pero esta se negaba a darle su libertad y más cuando se enteró quien era la culpable, que aunque no la conocía, el solo hecho de saber que sería dejada por alguien más joven, era ya humillante para ella.
Bernardo aún así no pensaba dejar a Luvia por nada, así que se lo advirtio a Julieta, además le dijo que estaba dispuesto a contarle a sus hijas para que lo apoyaran, eso llevo a una nueva pelea entre ellos y a que Bernardo saliera bastante enojado a su encuentro con Luvia, mientras que Julieta se quedaba igual o peor de molesta, no entendía que había hecho esa mujer para que Bernardo quisiera separarse de ella, si siempre había tenido amantes y así como las tenía las dejaba, pero al parecer esta vez no sería así.
Bernardo salió de la Hacienda y subió a su caballo para irse a todo galope de ahí sin importar que se avecinaba una tormenta, solo quería llegar a su encuentro nocturno con Luvia, así que cabalgó a toda prisa de ahí y llegó hasta una pequeña cabaña que se alojaba en medio del bosque, ahí entró y vio a Luvia, sin decir nada la beso, pero esta se separó de el despacio, algo que se le hizo extraño, pues normalmente ese beso siempre llevaba a otra cosa, pero parece que está vez no sería así.
BERNARDO- ¿que pasa amor mio?
LUVIA- lo siento Bernardo, yo te quiero, pero creo que esto no debe continuar.
BERNARDO- ¿pero porque? Si es porque estoy casado, ya no debes preocuparte, ya hable con mi esposa y me separare de ella, comprare una casa y nos iremos a vivir juntos, seremos felices.
LUVIA- no es eso, solo que creo que esto no tiene futuro, me llevas muchos años y quizá no puedas darme todo lo que yo necesito y no me refiero nada más a lo material, así que lo siento de verdad, pero lo mejor es terminar.
Bernardo se alejó un poco incrédulo ante las palabras de Luvia, el por primera vez se sentía que amaba de verdad y ella salía con eso, si, el sabía que era mayor, pero aún así era fuerte y muy podría vivir una vida larga, Luvia no tenía derecho a decir y hacerle esto. De pronto un ruido se escuchó afuera y sin testigos aparentes se escucharon varios disparos, la lluvia comenzo fuerte, truenos y relámpagos alumbraban la oscura noche y en esa cabaña, quedaron dos cuerpos de dos amantes que no tenían un destino juntos, pero que gracias a esta tragedia traería más problemas y algunas cosas más.
Esa noche ya ninguno regresó a su hogar, así que al día siguiente al menos en la familia Reyes, se inició la búsqueda de Luvia, mientras que con las Elizondo no, pues Bernardo solía desaparecer por dos o tres días y esto no era raro para su esposa e hijas y menos para la primera, después de lo sucedido la noche anterior, así que simplemente no dijeron o hicieron algo, aunque Matilde sentía una opresión en el pecho, ya que aunque Bernardo quería y cuidaba de sus tres hijas por igual, Matilde siempre había sido demasiado apegada a ella, así que no sabía porque sentía eso, así que deseaba que su padre regresará pronto y comprobar ella misma que todo estaba bien.
Las Reyes acompañadas de algunos vecinos salieron a recorrer el pueblo y sus alrededores, pero no había rastro o noticias de Luvia, así que optaron por adentrarse en el bosque, pues era el unico lugar donde podría estar, por la tarde fue que llegaron al rio y ahí vieron algo que les destrozó el corazón, cerca de unas rocas se encontraba Luvia con su vestido manchado de sangre, Antonia rápidamente corrió hacia ella, al igual que Isabella, mientras que Galilea abrazaba a Rocio quien lloraba al ver esa escena.
Antonia llegó hasta donde estaba Luvia y la tomó entre sus brazos, solo para descubrir que ya no estaba con vida, algo que la destrozó y es que era como una hermana para ella, con ayuda de Isabella la llevaron a donde Rocío, quien entre lágrimas y gritos de dolor suplicaba porque todo fuera un sueño, pero para desgracia de las cuatro era verdad, la pequeña de la familia Reyes había muerto.
CONTINUARÁ.....
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Si les gusto déjenme sus votos y comentarios, que tengan una buena mañana/tarde/noche depende de donde me lean, nos vemos en el próximo, bye.
FRANCHIZRDZ 😘😘
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𝑵𝑨𝑫𝑨 𝑬𝑺 𝑳𝑶 𝑸𝑼𝑬 𝑷𝑨𝑹𝑬𝑪𝑬 (𝑨𝑵𝑻𝑶𝑵𝑰𝑨 𝒀 𝑴𝑨𝑻𝑰𝑳𝑫𝑬)
Fanfiction𝑨𝑸𝑼𝑰́ 𝑼𝑵𝑨 𝑵𝑼𝑬𝑽𝑨 𝑯𝑰𝑺𝑻𝑶𝑹𝑰𝑨, 𝑬𝑺𝑷𝑬𝑹𝑶 𝑺𝑬𝑨 𝑫𝑬 𝑺𝑼 𝑨𝑮𝑹𝑨𝑫𝑶