Capítulo 18

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Hola! Mis queridos caballeros negros aquí está un capítulo más de esta historia, casi entramos en la recta final de la misma, así que muy atentos a lo que van a leer, porque quizá no sea como esperan, ahora lean, voten y comenten este capítulo.

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Gali, Andrea, Ana e Isabella, se fueron para dejar a sus respectivas hermanas en su momento, más Gali y Andrea sabiendo que Ana e Isabella también debían hablar, les pidieron que las esperarán en una banca mientras ellas pedían una malteada en uno de los puestos, los primeros minutos fueron en total silencio hasta que Isabella rompió el silencio.

ISABELLA- lamento lo de hace rato, no tengo justificación, ya que simplemente actúe sin pensar.

ANA- tranquila, no pasa nada, no estoy molesta si es lo que piensas, simplemente me sorprendió esa acción de tu parte.

ISABELLA- repito, actúe sin pensar y aunque te pido perdón por ello, quiero que sepas que no me arrepiento de eso, más se  que no debo volver hacerlo. - Ana ya no pudo responder, pues llegaron Andrea y Gali-.

ANDREA- oigan, no se ustedes, pero yo estoy muy cansada, así que me voy para la Hacienda.

ANA- yo me voy contigo, porque Matilde es obvio que tendrá quien la lleve.

GALILEA- nosotras las acompañamos, ¿verdad Isa?

ISABELLA- por supuesto, como dicen, Matilde tendrá quien la lleve y nosotras sabemos quien será.

ANDREA- pues vámonos.


Aceptó antes que Ana se negará, porque sabía lo iba hacer, las cuatro fueron a donde habían dejado los caballos y tras subirse se fueron rumbo a la Hacienda. Regresando a donde estaban Matilde y Antonia, para ellas parecía que se había detenido el tiempo, que las personas a su alrededor no importaban para nada, pues desde que sus labios se habían tocado por primera vez, no se separaron más que para respirar, eso hasta que escucharon que alguien se aclaraba la garganta muy cerca de ellas, con algo de miedo se separaron y vieron que se trataba del padre Tadeo.


MATILDE- amm, padre.

TADEO- tranquilas, hijas mias, ambas son buenas muchachas y se que serían incapaces de hacerse daño, lo que ustedes estaban haciendo no es malo, siempre y cuando sea con buenas intenciones como se lo es, en esta ocasión, solo les pido tengan cuidado, porque hay personas que ven esto mal, aunque no lo sea y no quiero que las lastimen de alguna manera.

ANTONIA- tranquilo padre, que así será.

TADEO- bueno hijas mias, las dejó para que sigan disfrutando de la fiesta, por cierto, hacen una muy linda pareja.

Les dio un pequeño abrazo a ambas, además de su bendición y se fue dejándolas solas, Antonia tomó la mano de Matilde y se alejó con ella, caminaron hasta encontrar un lugar donde prácticamente no hubiera gente para así poder hablar, cuando encontraron donde se sentaron y Antonia no soltó la mano de Matilde, al contrario tomó ambas.


ANTONIA- Matilde, yo te quiero, no se como paso, pero desde que te vi sentí algo aquí. - señalo su corazón - y con ese beso e confirmado que de verdad te quiero y no es sólo una ilusión, si tu me dieras una oportunidad, intentaría conquistar tu corazón y hacerte feliz.

MATILDE- no es necesario que conquistes mi corazón- acarició su mejilla- ya que ya lo tienes en tus manos y espero, sepas cuidarlo, porque te quiero Antonia, te quiero desde hace tiempo y me gustaría estar contigo en una relación, claro, si tu también lo quieres.

ANTONIA- por supuesto que si Matilde, soy afortunada de que me entregues tu corazón y no voy a desaprovecharla, entonces, ¿te gustaría ser mi novia?

MATILDE- si Antonia, si quiero.


Antonia sonrió y porque no, se le salió una pequeña lagrima y es que era la primera vez que sentía eso por alguien, la primera vez que se declaraba sintiendo algo realmente fuerte, por lo que beso una vez más a Matilde, pero siendo consiente que ahora era su novia y debía cuidarla, mientras que Matilde estaba más que feliz, porque era la primera vez que tenía pareja y agradecía, que fuera con alguien a quien ella misma escogió, además que realmente la quería por como era y quien era, pues de estar su padre con vida era seguro, que se presente y futuro sería otro completamente.


Después de esa declaración, ambas siguieron dando vueltas y buscaron a sus hermanas, pero no estaban por ningún lado, Matilde le dijo a Antonia que ya estaba cansada, así que esta se ofreció a acompañarla a la Hacienda, por lo que fueron por sus caballos y coincidieron con Julieta y Rocío, por lo que las cuatro se subieron a sus caballos y se fueron a la Hacienda, al llegar las cuatro bajaron y Matilde aprovechó para informarle a su madre.



MATILDE- mamá. - tomó la mano de Antonia-. Amm, quería decirte que soy novia de Antonia, justo hace rato me lo pidió.

JULIETA- hay hija, que alegría me da eso, aunque ya lo presentía por la mirada que se daban ambas. - abrazo a su hija y Antonia- te confío a mi hija, Antonia, espero sepas cuidarla y quererla como se debe.

ANTONIA- así lo haré, Julieta, no se preocupe.

ROCIO- después de esta maravillosa noticia, nosotras nos vamos, ya es tarde y ustedes deben descansar, nos vemos mañana.


Ella beso a Julieta, mientras que Antonia hacia lo mismo con Matilde, subieron a sus caballos y se fueron, Julieta sonrió y abrazo a Matilde para entrar a la casa, verificaron que Andrea y Ana ya estuvieran en sus habitaciones y vieron que así eran, así que cada una se fue a descansar, más Matilde lo hizo con una gran sonrisa en sus labios, había tenido una de las mejores noches de su vida. Mientras tanto en el camino de regreso al pueblo, Rocío y Antonia iban despacio pues al menos la primera deseaba hablar con su sobrina.


ROCÍO- me alegro que te hayas animado, solo te sugiero seas totalmente honesta con ella.

ANTONIA- se a lo que te refieres tia, y así lo haré, quiero hacer las cosas bien con Matilde, de verdad la quiero y lo que menos deseo es hacerle daño.

ROCIO- lo se, por eso es que te lo recuerdo, por lo visto entrar a esa Hacienda nos traerá la felicidad a todas, porque se que Galilea e Isabella van por el mismo camino que nosotras, aunque Isabella la tiene más difícil.

ANTONIA- pienso lo mismo, tia, pero si se da, se dará, no importa cuanto tiempo se lleve.

ROCÍO- tienes razón.


Dejaron de hablar y aceleraron el paso, pues se hacía más tarde y el camino más solitario, al llegar vieron que Galilea e Isabella dormían profundamente, por lo que ellas también se cambiaron y acostaron, e igual que Matilde, esa noche Antonia durmió con una sonrisa de felicidad.















Continuará....

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Si les gusto déjenme sus votos y comentarios, que tengan una buena mañana/tarde/noche depende de donde me lean, nos vemos en el próximo, bye.

FRANCHIZRDZ 😘😘

𝑵𝑨𝑫𝑨 𝑬𝑺 𝑳𝑶 𝑸𝑼𝑬 𝑷𝑨𝑹𝑬𝑪𝑬 (𝑨𝑵𝑻𝑶𝑵𝑰𝑨 𝒀 𝑴𝑨𝑻𝑰𝑳𝑫𝑬) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora