En Ilka, un pueblo perdido en el mundo, hay una creencia extraña entre los lugareños que la joven Sela ha oído desde que llegó meses atrás con la intención de encontrar un hogar. Razón por la cual ha hecho caso a estas palabras, que para ella no ten...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Todo sigue igual. - Murmuré impactada.
Gente había muerto y todo seguía igual.
En cuanto entramos al pueblo vi gente por aquí y por allá, adolescentes y niños con mochilas, ancianos y adultos haciendo sus quehaceres diarios sin inmutarse por la sangre derramada.
- Así es Ilka. - Respondió la voz de Liv. Me gire, cruzando miradas. - Creen que todo lo que sucedió fue por un bien mayor. No verás a nadie afligido, en ningún lado, es en vano que busques. - Dijo dándome una mirada suspicaz antes de centrar nuevamente su vista en la ventana a su lado.
Lo miré incrédula, más por ellos que por lo que él decía, porque maldita sea que sonaba real, si no, esto no tenía sentido alguno.
- ¿Qué bien mayor? ¿Enviar niños a morir, con tal de que, con suerte, asesinen a una bestia es un bien mayor? - Mi voz salió más aguda de lo que pensé que saldría, mientras un malestar se acomodaba en mi pecho.
Liv no se inmutó mientras asentía, con los ojos pesados, como si estuviera dormido y yo me encontré...¿Salivando?
Ignore aquello y preste atención a las palabras que dijo a continuación.
- Hay mucha historia o mejor dicho, ignorancia e ira, de por medio. Ellos creen que están haciendo lo correcto, que son sacrificios necesarios para algún día tener la vida que desean. - Se encogió de hombros como si eso fuese suficiente razón para acabar con vidas de personas inocentes.
Con las vidas de sus propias familias.
Flashes de los fuegos bailando vinieron a mi sobre la historia que me mostraron y decidí callar. Ambos relatos tenían relación, sólo debía acomodar mi mente.
- Es una charla para otro momento...- Murmuró Venus, saliendo de la plaza central y dirigiéndose a los barrios bajos. - Estamos llegando a tú casa. - Me avisó, logrando que inevitablemente me pusiera recta y comenzara a estirar el cuello para ver el bloque de edificios.
Al cabo de unos tortuosos minutos, Venus estacionó su camioneta frente al mío.
- Nos quedaremos aquí afuera hasta que veamos que todo está bien. - Venus se giró para mirarme con completa seriedad, resultando casi intimidante. - Espero estés de acuerdo.
Liv me miró sin decir nada, pero compartiendo silenciosamente su postura con Venus.
Los entendí. Una extranjera viene y por desobediente se mete en el fuego cruzado existente hace tiempo entre cazadores y lobos que...oh, ahora por su desobediencia ella también es y ahora tiene que ver a la mujer que mejor la ha tratado en su vida para ver si está viva y si no es una amenaza para su nueva y aterradora faceta, porque claro, todos aquí son cazadores de lobos.
- ¿La señora Barry también es...?- Los miré, sin atreverme a hacer la pregunta silenciosa.
Venus suspiró. - Ella no está de acuerdo con las prácticas de los cazadores pero sí tuvo su iniciación en su juventud, así que en teoría sí lo es, aunque se rebeló contra ello hace algunos años. - Se encogió de hombros. - Es la única razón por la cual una mujer como ella vive aquí.
