En Ilka, un pueblo perdido en el mundo, hay una creencia extraña entre los lugareños que la joven Sela ha oído desde que llegó meses atrás con la intención de encontrar un hogar. Razón por la cual ha hecho caso a estas palabras, que para ella no ten...
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Liv se acomodó junto a mi, tomando mi mano, reuniendo fuerzas para desvelarme su otra cara y yo con paciencia esperé, porque sabía cuan aterrador podía ser.
Me miró a los ojos una última vez, antes de dirigir su vista al cielo y permitir que caiga el velo.
- Hace mucho tiempo, demasiado. El que las mujeres no pudieran dar a luz un hijo era un evento catastrófico para sus vidas. Así que para poder sobrevivir en matrimonio, en sociedad, muchas comenzaron a recurrir a la magia. Entre los brujos de esa epoca surgieron unos pocos que decidieron ir más allá del orden natural. Decidieron experimentar con esas mujeres y sus vientres. - Me observó de reojo, pero me mantuve serena, ocultando el retorcijon en mi estómago, producido por sus crudas palabras. - Mi padre los llama alquimistas y actualmente, quedan pocos, pero existen. Ellos, con sus bastos conocimientos, crearon a los Eclipsis en los Eclipses, de ahí el nombre. De algún modo consiguieron acceso a la energia del sol y la luna, la energia del padre y la energia de la madre, la energia de la creación. Les prometieron a esas mujeres que darían a luz a un niño único y así era, pero, todo tiene un costo. - Trago saliva y apretó mi mano. - Una vida por una vida. Las mujeres morían para que su hijo pudiera nacer, pero este, casi siempre era demasiado débil y enfermizo. Estaban siempre a un pie de seguir a su madre, ya que, al nacer de una vida mortal, su cuerpo era mortal, incapaz de despertar la energia creadora que permanecia dormida en si mismos. Pero había un modo de conseguirla y todo el poder que esta ofrecía, para poder vivir más.- me observo de un modo que no pude decifrar. - Así como sus madres, ellos debían pagar el precio, una vida por una vida. Debían morir por su mano...- Mi corazón dió un vuelco al entender por que Kai estaba tan preocupado. -...eliminar todo excedente de su mundanidad, para poder acceder a esa energía que alguna vez habían robado para ellos. Pero, esta también tenía un precio. Por que todo lo que es dado, debe ser devuelto. La muerte les permite acceder a la inmortalidad, a la belleza y los dones lunares o solares que les son entregados, pero, una vez despiertos, la luna o el sol recuperan esa energía y ellos quedan vacíos. Ahí es cuando los Eclipsis deben buscar esa energía en algo más. La comida es temporal, así que no es suficiente. En cambio, la energía de las personas es otra cosa. Todos los humanos tienen energía, solar y lunar. Ese es el alimento perfecto para un Eclipsis. Esa es la razón por la cual me veía como me veía, y es por eso que debo volver a casa.
Lo observe sin saber que decir, así que permití que fuese mi corazón el que hablara.
- No puedes irte...- Me gire por completo hacia él y tome su rostro entre mis manos, demasiado asustada como para avergonzarme. Liv me observo descolocado. - No puedes suicidarte. No importa que tan enfermo estes, debe haber otra solución...¡Kai puede hacerte analisis y podemos...!
- Sela. - Liv me calló dandome una sonrisa tenúe. - No planeo morirme. Quiero buscar una alternativa para ser mortal. Kai ya lo intentó y no pudo, así que regresaré a mi hogar, con mi familia, ellos tienen contactos, pueden ayudarme.
Solté su rostro, dejando salir un suspiro de alivio. Alivio que duró un instante, antes de que otra duda asaltara mi mente.
- ¿Qué pasa si no hay una cura? ¿Morirás por esa enfermedad?
