En Ilka, un pueblo perdido en el mundo, hay una creencia extraña entre los lugareños que la joven Sela ha oído desde que llegó meses atrás con la intención de encontrar un hogar. Razón por la cual ha hecho caso a estas palabras, que para ella no ten...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Si hacemos esto, podríamos arriesgar a civiles. - Comentó en algún momento la líder, pensativa.
- Pero podríamos hacer el traslado...- Insistió el lobo pardo, trazando en dibujos a carbón el mapa del gran territorio de Ilka.
- Enviarían escuadrones, o peor, a sus sabuesos a investigar y si encuentran algo, a cazar. - Siguió objetando la líder.
La loba de ojos rubíes respiro, dándose un momento.
Todo era reciente, novedoso y peligroso para ella, pero también era importante, por que esa bestia había rasgado su corazón, y había metido en el un milagro, y todo lo que este traía consigo, peligro, poder, responsabilidad y una manada, una que le había dado la bienvenida, le brindó una luz en tan aterrador camino, sin pedirle lealtad a cambio, o mejor dicho, sin pedirle nada a cambio, a pesar de todo lo que estos tenían en su contra, a pesar de todo lo que necesitaban.
- Leí que los lobos sólo prosperan cazando en manada. - Comentó la jóven loba, luego de horas de debate, entre ellos y consigo misma. - Así que si ellos quieren cazar...- Los ojos cansados de los más antiguos cayeron en ella, con el atisbo de una esperanza hace tiempo perdida. - deberíamos hacerlo entonces.
De su bolso sacó su perfume, y se lo entregó a los lobos de ojos tan radiantes como el sol. - Rocienlo al hacer su parte y el sabueso vendrá por mi si es que envían uno. Estaré bien, lidie con los cazadores y sus bestias una vez, lo haré otra vez. Después de todo, estaré con Liv y según tengo entendido, él es como nosotros.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Los Uangarú son ciegos. - Liv arrimó la puerta sin cerrarla del todo. - Así que utilizan el resto de sus sentidos, en especial, el oído y el olfato. - Se dirigió a una puerta semi-escondida junto a la biblioteca de la oficina. - debemos hablar bajo o no hablar. - Sacó lo que pude distinguir como un perfume del recién descubierto armario y comenzó a hablar en un tono bajo - Una vez que detectan un olor, no lo dejan ir, así que quizás esto funcione, realmente no lo sé. - Me lo extendió cuidadosamente.
Rocíe un poco en mi muñeca y oh...
Mis ojos comenzaron a lagrimear.
Liv sonrió ante mi mueca de asco. - Está hecho a base de almizcle de zorrillo.
