En Ilka, un pueblo perdido en el mundo, hay una creencia extraña entre los lugareños que la joven Sela ha oído desde que llegó meses atrás con la intención de encontrar un hogar. Razón por la cual ha hecho caso a estas palabras, que para ella no ten...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El vigilante había sacado un olvidado cuaderno de dibujo mientras la líder preparaba las infusiones para la que sería una larga charla.
El plan que un principio gozaba de inocencia comenzó a retorcerse en cuanto los demás lobos se sumaron a el, convirtiendolo en algo más grande y peligroso.
- Si queremos limitar la búsqueda de los cazadores debemos quitarle algún suministro esencial para su búsqueda...- Murmuró la alfa, pensativa.
- ¿Armas? - Murmuró la más joven de la manada y todos negaron.
- No puede parecer un robo. - Expresó el sanador, exprimiendo su cerebro. - Debe parecer un accidente....¿Cuánto duran sus búsquedas? - Cuestionó, tratando de hallar alguna brecha inestable.
El vigilante se quedó en silencio, antes de reír sorpresivamente. - Eso es...- murmuró para sí mismo.
Todos los observaron atentamente, pues, de entre todos, él era quien más sabía sobre los cazadores.
- Ellos necesitan señal, energía.- Todos lo observaron pidiendo una explicación. - Ningún transporte es capaz de subir las montañas, así que deben hacerlo por su propia cuenta, lo cual limita sus exploraciones, y por los últimos fríos, necesitan llevar consigo unos aparatos que calientan sus cuerpos lo suficiente para que puedan seguir moviéndose, así como necesitan energía para los comunicadores que los conectan a la sede, y entre ellos. - Los demás lo observaron en silencio, frustrandolo un poco. - Ilka se maneja de diferente manera al resto del mundo dado nuestro clima así que hace tiempo decidieron producir su propia energía con una antena para no tener inconvenientes con el hielo. Lo único "malo" es que todos los aparatos eléctricos del área están conectados a ella, así que si logramos dañar la antena de forma...natural, no sólo irrumpimos su búsqueda, todo Ilka quedará a oscuras, incomunicada y los más jóvenes, aburridos, harán caso al anuncio.
Todos lo miraron maravillados, pues, a veces gracias a su brusquedad, olvidaban lo increíble que podía resultar al hablar, a pesar de que le costara horrores hacerlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Esperábamos en silencio escondidos detrás de una fuente junto al edificio luego de rociar el aroma indicado para despistar, en tantos lugares como fuese posible, cuando el mensaje de Venus nos puso en marcha.
