- Gracias por su atención. - El lobo azul observó a cada uno de los integrantes de su jóven manada, replanteandose por última vez si lo que estaba a punto de decir realmente valía la pena ser dicho, oído y llevado a cabo.
Él sabía que su mejor amigo no era tan importante para ellos como lo era para él, pero aún así haría el intento.
La loba de ojos rubíes, quien había sido la única en oirlo y apoyarlo acompañándolo a pesar de las consecuencias que la esperaban al regresar a casa tan tarde, le dió una suave sonrisa de aliento.
Los dos lobos restantes lo observaban en silencio, esperando.
A veces el lobo de ojos azules creía que si ellos no intentaran verse amigables, serían casi imposibles de tratar por lo intimidantes que podían llegar a resultar.
- Considero que deberíamos hacer un movimiento, uno imprevisto para los viejos cazadores. - Dió inicio a su propuesta, mirándolos fijamente.
Al principio, el plan solo apareció en su mente para el beneficio de su amistad, pero cierta loba sentada en cómplice silencio, le dió una mirada fresca que podría captar la atención del resto de la manada.
Los espíritus lobo bailaron en las pieles de sus portadores, interesados, pues, los cazadores más viejos eran quienes decidían qué se hacía y se deshacía en su comunidad, ignorando a sus jóvenes promesas. Así que sí se logra engañarlos, se logra controlar su funcionamiento, algo que hasta el momento, no sabían cómo hacer, también, algo que sólo el feroz vigilante había intentado, sin éxito.
Los más antiguos de la manada se miraron de reojo antes de centrar su mirada en él jóven sanador nuevamente. Sus semblantes no expresaban nada más que un sutil desconcierto y una clara negativa, guiada nada más y nada menos por la profunda necesidad de protegerlos de cometer imprudencias.
- ¿A qué te refieres? - Preguntó la líder, dándole una oportunidad, ignorando los gritos en su cabeza incitandola a dejar tal reunión para seguir sus tareas como la figura responsable activa en su territorio.
Había encontrado de milagro un escondite creado por el hielo feroz de esta época del año luego de su misterioso encuentro, pero aún era peligroso moverse dada la acechante cacería de los cazadores, obligandola a buscar rutas seguras para llevar al pueblo.
El vigilante suspiro, incitandolo con un asentimiento que continúe con lo que tenía para decir.
La molestia en su pecho menguó al verlo luego del evento que jamás había considerado capaz de suceder hasta hace un tiempo, así que él escucharía todo lo que el lobo azul quisiese decir con tal de estar en su santa presencia, pues esta, de alguna extraña manera le hacía sentir libre de respirar otra vez, le hacía sentir que su decisión fue acertada, por más dolorosa que haya sido.
El sanador hizo una pequeña reverencia agradecido, e hizo uso de toda su seguridad en sí mismo para convencerlos.
El bosque escondía la cabaña a la perfección, dándoles la privacidad y seguridad necesaria para oír la idea, a la que, poco a poco, todos fueron aportando su granito de nieve, volviendola la tormenta de nieve perfecta para la tan inoportuna situación que vivían.
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LOS GHÖRK (Oficial) | LIBRO COMPLETO.
Hombres LoboEn Ilka, un pueblo perdido en el mundo, hay una creencia extraña entre los lugareños que la joven Sela ha oído desde que llegó meses atrás con la intención de encontrar un hogar. Razón por la cual ha hecho caso a estas palabras, que para ella no ten...