CAPÍTULO 10 - "PROHIBIDA, CALIENTE Y MOLESTA ATRACCIÓN"

201 28 9
                                    

Advertencia : Este capítulo contiene escenas y/o conversaciones íntimas que pueden resultar incómodas para cierto tipo de personas.

Todo estaba oscuro, silencioso, extremadamente cálido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Todo estaba oscuro, silencioso, extremadamente cálido.

Levante la cabeza del ovillo que mi cuerpo era, notando así tres cuerpos entrelazados rodeandome. Sin tocarme, tres poderosos lobos velaban mi sueño.

Recostado cerca de mi cabeza estaba el lobo blanco de la cacería, mirando más allá, a la espesa niebla del mundo onírico. A mi costado derecho se encontraba un lobo negro con motas de un gris ceniza, mirandome pacífico con unos preciosos ojos azules, su hocico mucho más fino que el del lobo blanco, le hacia ver más curioso, más astuto que fuerte, aunque no dudaría de eso tampoco dado su considerable tamaño.

Cerrando el círculo un lobo pardo me miraba sentado, alerta. Contrario al resto que se encontraban echados junto a mi. Él me miraba con una inteligencia, una perspicacia que jamás había visto en algún animal.

Él se paró en sus cuatro patas, y con calma se acercó a mí, juzgándome. El lobo negro gimió y movio la cola, pero el pardo lo ignoró, centrando su atención en mi hasta estar frente a frente. Me erguí a su altura, aún siendo un poco más baja que él. Me miró, buscando algo en mi y gruñó, logrando que el lobo negro se parara y la cabeza del majestuoso lobo blanco girara en nuestra dirección.

No me moví. Espere, ya que no podía hacerme daño, sólo era un sueño.

El lobo echó la cabeza hacia atrás, sin quitarme los ojos de encima, logrando que los demás comenzaran a acercarse, pero antes de que llegaran junto a mi, sus ojos dorados brillaron y el lobo, juguetonamente frotó su hocico en mi cien, logrando que cierre los ojos de la sorpresa, abriendolos de golpe al sentir su hocico paseando por mi rostro.

Me...estaba acariciando.

Él me miró, de verdad me vió...

... y el sueño se desvaneció.

Parpadee confundida ante la luz abrasadora frente a mí, notando así mi piel en extremo caliente y unos brazos que se extendían sobre mi, posicionando algo húmedo y frío en mi cabeza.

Mire esos brazos morenos confundida, tratando de enfocar algo, notando así los lienzos de tinta oscura que vestían en inusuales y hermosos diseños a estos.

- ¿Sela? - Una voz algo ronca llamó mi atención.

Parpadee un par de veces para sorprenderme al ver un par de ojos peligrosamente amarillos.

Ian me miraba con cautela, igual que aquel lobo.

- Hola. - Saludé con la garganta extremadamente seca. Me senté despacio, mareandome un poco. Las manos de Ian rodearon mis enclenques brazos y me ayudaron a sentarme. En cuanto me soltó estuve a punto de agradecerle, pero un vaso de agua irrumpió en mi campo de visión.

LOS GHÖRK (Oficial) | LIBRO COMPLETO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora