CAPÍTULO 6 - "ESPERANDO"

173 36 1
                                    

Tres horas y cuarenta y cinco minutos habían pasado desde que la manada llegó a la mansión Silver

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tres horas y cuarenta y cinco minutos habían pasado desde que la manada llegó a la mansión Silver.

Tres horas y cuarenta y cinco minutos habían pasado desde que Kai internó a Sela en la enfermería e hizo todo lo que pudo para salvarla.

Tres horas y cuarenta y cinco minutos, había pasado esperando a que Sela se levantara o a que la manada se acercara a hablarme.

Mi estómago gruñó, logrando que notara la falta de alimento desde ayer por la noche.

Por la situación había olvidado desayunar.

Suspiré, acurrucándome en el deshilachado suéter bordo y miré sin emoción a mi alrededor. Me había refugiado en la anticuada y empolvada oficina de mi "abuelo" o como los lugareños lo conocían, Don Silver. Un hombre tan ostentoso y frío como su casa.

Un ruido suave en la puerta llamó mi atención.

Alguien quería entrar e intuí sin emoción quién podría ser.

- Está abierto. - Le notifique a la persona detrás de la puerta mientras me escondía en el frío sillón frente a la ventana.

La puerta detrás de mí se abrió, dando paso a una figura promedio, de apariencia ligera y larga cabellera.

Venus había venido, luego de horas.

- Permiso...- Se acercó a paso tranquilo, sentándose en el sillón continúo al mío. Apenas me dió una mirada antes de centrar su visión en el encantador y devastador panorama.

Pude observar por el rabillo del ojo como le fascinaba y entristecía a partes iguales la nieve, como a todos los lobos.

- ¿Cómo te sientes? - Pregunté, ignorando las millones de posibilidades que aparecían en mi mente del por qué de su presencia o mejor dicho, qué palabras me diría a continuación.

- Mi cuerpo ya no duele. ¿Cómo estás tú? - Me observó por el rabillo del ojo.

- Bien. - Mentí y sonrió.

Lo notó, cómo no.

- Kai dice que su herida ya no sangra, que hay que esperar a ver como y si es que acepta al lobo y su sangre. - Me miró pacífica, como cuando trata a un cachorro. - Pero, algo me dice que ella estará con nosotros muy pronto. - Guardó silencio, esperando una respuesta de mi parte que no llegó. - Claro, ni la palabra de Kai ni la mía son verdades absolutas, pero, creer en ellas, podría aliviar tú culpa. - Miró el cielo pacíficamente.

Nuevamente no conteste.
No se inmutó.

- Creo que lloverá...- Murmuró levantándose lentamente, dispuesta a salir de la habitación.

Tocó mi hombro suavemente al pasar, usando un lenguaje que nunca usó conmigo, y rara vez la veía usar con alguien que no sean sus lobos.

Compasión.

LOS GHÖRK (Oficial) | LIBRO COMPLETO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora