Capitulo 23| Decisiones

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EUNOIA

Los fuertes brazos de Aries me presionan contrario la pared mientras sigue besando con necesidad.

Se separa de mi, cosa que agradezco ya que puedo volver a respirar, aprovecho ese momento para observar ese torso desnudo y muy bien esculpido mientras sigo bajando la mirada a su glande.

Relamo mis labios sin pudor alguno a que él observe mi acción.

—¿Vamos a la ducha ya?—digo mirándole a los ojos.

Él gris de ellos esta un poco perdido en su iris negro.

—Porsupuesto—me abre paso mientras yo camino y abro la ducha.

Él no tarda en llegar y sobresale de altura con la mía, pero no tarde en abrir la llave y por lo menos el agua es caliente.

Pongo mis manos alrededor de su pecho mientras veo como caen las gotas en su rostro, subo las manos y llego hasta su cuello mientras veo como las venas le palpitan.

Sus manos van directamente a mis caderas cuando las junta contra las suyas y reprimió un gemido al sentirlo.

Aries baja su cabeza mientras sube su mano derecha por mi abdomen.

—¿Le gusta?

Maldito

—¿Tu que crees?

—Creo que le gustara mas lo que podemos hacer en la cama—susurra a mi oido.

Le regalo una sonrisa mientras busco el jabón y se lo tiendo.

—Bañemosno primero y luego veremos que pasa.

Él no espera otra orden cuando empieza a tocarme, a sobar varias partes de mi cuerpo mientras yo hago lo mismo con él, mientras que siento que cada masaje, cada toque es una ola de fuego que me envía.

Terminamos de bañarnos o…bueno mejor dicho de tocarnos hasta mas no poder cuando salimos secos del baño y él me recoge en sus brazos tomandome por sorpresa.

—¿Que haces?—pregunto con mi tono mas suave

Siento como me deja en la cama y él se recuesta sobre mi.

—Le dije que se hacer mejores cosas en la cama, mi señorita Fénix.

Sonrió cuando veo como va bajando su mirada por todo mi cuerpo, se adelanta y me besa y no tardo en responderle con la misma intensidad, sus manos van bajando y acarician mis pechos, los toma como suyos mientras que con la otra se sostiene.

Deja mis labios para empezar a dejar besos por todo mi cuello, y el medio de mis pecho, besa cada uno de ellos mientras arqueo la espalda cuando siento como todo mi cuerpo esta hecho en llamas.

—Estas jugando con fuego Black…—le susurro cuando sigue bajando y lo tomo del cabello.

—Vamos, puedes ser mas original con la frase—responde sonriendo.

Lo pienso unos momentos y no evito echarme a reír un rato, porque si, no es el mejor momento del mundo para que bromee conmigo.

—Estas en zona de peligro y aun así no te importa salir herido—digo—veamos que tan lejos llega tu valentía.

Suficiente para animarlo cuando vuelve a sonreirme y me guiña el ojo.

—Eso esta mucho mejor—responde mientras sigue con su trabajo.

Mis manos se vuelven puños contra la sabana mientras Aries va estimulando lenta y tortuosamente.

Ya vamos empezar de nuevo con los juegos…

Mi Mafia InterrumpidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora