▪︎Capítulo 2▪︎

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En la noche, mis padres regresaron y me contaron todo con claridad. A diferencia de mí, a ellos mi hermano los había prevenido de la gran tormenta que llegó. Fingí entenderlos y aceptar que no se quedaría juntos en la casa, mi padre llevaba tiempo preparando un departamento en otra ciudad por trabajo para no cruzarse más con mi madre.

Si ellos querían poner condiciones como que no abandonará esa escuela solo por su culpa, también quería hacer algunas cuanta. Comenzando porque desde ahora dormiría en los dormitorios escolares que abrían el día siguiente y no se hecharian la culpa de mi nuevo cambio. Ya que ser otra persona no es su culpa, sino mía por seguir creyendo que las cursis historias de amor verdadero eran ciertas.

Esa noche hice mis maletas y me heche a dormir, la mañana siguiente llegaría a la escuela, buscaría mi dormitorio, asistiría a clases y compraría ropa nueva. Un reinicio con ideales lejos de las fantasías que siempre escuche. Mi madre me llevó a la escuela junto con mis maletas a primera hora de la mañana, y aunque intento hablar conmigo en el camino, solo deseaba que se callará.

Llegando baje mi maleta y me marché sin despedirme, vaya giro dio mi vida. Entrando a los dormitorios busque mi nombre las listas y se me hizo una sonrisa ligera al ver que si me había tocado con Dakota. Al entrar al dormitorio me sonrió diciendo que podía dormir con ella y la alegró que me decidiera quedarme ahí. Me agradaba, pero aún no éramos lo suficientemente cercanas como para decirle que era lo que me pasaba cuando me preguntó.

—Esta noche es la fiesta de bienvenida que organiza la escuela, ¿planeas ir? —menciona Dakota intentando convencerme.

—No lo sé, quedarme aquí viendo una serie tampoco suena tan mal —ambas nos reímos y ella se acerca tomándome de las manos.

—Espero que puedas ir. Sería una pena que nuestra nueva amiga no fuera. Además, a Graham le molestas y eso me encanta —toca mi nariz saliendo de la habitación con una sonrisa.

Saque varias de mis cosas buscando la tarjeta que me dio mi padre. No tenía mucha ropa de la que usaría, así que fue fácil desempacar y me puse rápido mi uniforme para ir a clases. Odiaba la idea de sentarme en medio, pero tampoco deseo estar junto a ese tonto de Graham.

Observo todos los asientos libres que rápido se llenan y solo me queda sentarme junto a Graham. Intento ignorarlo toda la clase, pero aunque lo intente parece que todos voltean a vernos susurrando. Eso me da un escalofrío en todo mi cuerpo y giro a Graham que esta más alejado de lo usual de mí, agarro mi asiento para arrastrarlo más cerca y preguntar entre susurros que sucedía con una sonrisa.

—¿No sabes, Carey? Te volviste la loca de L.O.V.E. —dice riéndose mientras apunta su teléfono para que revise el mío.

—Carajo... —un video se hizo viral sobre mí hablando con Graham el día anterior.

—¡Señorita Lee! Salga de mi clase.

Sentí la mirada de todos sobre mí, riendo y murmurando sobre lo que dije en ese video, las palabras no salían de mi boca, así que solo hice lo que me indicó el profesor tomando mi mochila saliendo. El timbre no tardo en sonar y empezaron a salir de cada salón más persona de las que esperaba. Las chicas se burlaban como si fuera una función de un comediante y los chicos ponían sus labios juntos indicando un beso.

—¡Hey! Loca de L.O.V.E. ¿me veo como tu príncipe azul?

Esos comentarios me mataban los oídos y cuando estuve a punto de decir algo apareció Nolan golpeando al chico. Mi sorpresa fue lo suficiente como para salir corriendo de ahí, en ese instante solo quería comprar la roba que usaría esa noche, porque sí, ahora más que nunca estoy segura que iré. Aunque sea un nuevo comienzo jamás me arrepentiré de defenderme y dar la cara a las humillaciones que me quieran hacer.

Ya era de noche cuando regrese a los dormitorios y ya nadie se encuentra dentro de mis dos compañeras o Dakota. Me apresure a darme una ducha y cambiarme a ese vestido pegado arriba de las rodillas con escote recto de color verde oscuro y unos botines negros. Mi pelo siempre a sido lacio de naturaleza, pero hace tiempo me lo corte hasta los hombros y no se puede hacer mucho con él.

Afuera de la fiesta sostuve mi vestido con fuerza respirando profundo y entrar dentro, todos voltearon a verme, pero solo me importaba encontrar a Dakota, Nolan o Irvin. Perdida totalmente un chico se me acercó acariciando mi brazo, yo lo aleje preguntando que le sucedía y él continuo molestando molestandome con que seria mi "príncipe azul". Le pedí varias veces que me dejara de molestar hasta que alguien se puso frente a mí alejandolo y pidiéndole con una voz fuerte que se alejara.

Estuve a punto de agradecer su amabilidad hasta que se volteo y era Graham, los demás se acercaron unos segundos después y yo no podía creer que entre tanta gente él tenía que ayudarme, ahora me veía con la obligación de agradecerle.

—Gracias, Graham... —digo entre regañadientes.

—No te imaginaba así, amigo —ríe Irvin acercándose junto a los demás.

—Por favor, lo hice porque tengo principios, además de que estoy seguro que a muchas les habrá gustado mi acto de heroísmo, espero que cuente aunque sea ella —me observa de arriba a bajo con seriedad.

—¿Estas bien, Erin? —Dakota se acerca a mí tomando mi mano y yo la alejo.

—Estoy bien. Solo necesito algo de tomar...

Me pongo a buscar las bebidas y comida que haya en el lugar. Encontrando todo, varias chicas se acercaron, entre ellas era claro que había una que las atrajo en específico. Era hermosa con cabello oscuro como la noche y ojos de color, al menos eso se veía que le gustaba mostrar, ya que el morado no combina con ella.

—La loca de L.O.V.E. pensé que no vendrías, pero debes estar tan desesperada, ¿no?

—Mierda, cuando dejaran de decirme así de una vez por todas —susurró dejando mi plato de postres en la mesa.

—Si comes muchos postres a los chicos ya no les gustarás y a tu príncipe le darás asco...

—Bien, ojos falsos. ¿Quieres iniciar con eso?

La chica se molesto con lo que dije, ya que las demás se comenzaron a reír de ella; irritada por mi comentario me empujó hacia la mesa cayendo sobre todos los postres. Una vez más la gente se me quedó viendo y ahora llena de algo que realmente olía mal. Si fuera una persona normal lloraría o saldría corriendo de ahí, pero soy Erin Carey Lee, la vergüenza no viene conmigo. Tome a la chica del brazo tirandola junto a mí y ambas fuimos regañadas por los profesores que se encuentran en la fiesta.

Estuvimos sentadas en la biblioteca con nuestras pijamas como castigo, además de que nos obligaron que que una tenía que cambiar de habitación y claramente no sería yo. Ambas nos peleamos durante todo el rato en la biblioteca obligadas a dormir el día siguientes juntas para adelante.

Enemigos Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora