▪︎Capítulo 14▪︎

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Cada aula y cada rincón cerca de la escuela está vacío, todos los alumnos fueron obligados a ir a sus dormitorios. Al parecer eso me incluía ahora a mí cuando me encontré con un profesor. Entre a mi dormitorio, no espere que a los primeros en ver ahí fueran Dakota y Graham, lo ignore dirigiéndome a ella para saber como se encuentra.

Sus lágrimas muestran lo arrepentida que está, mi primer movimiento es abrazarla, solo queda esperar a que Nolan despierte y diga lo que pasó quitando cualquier cargo ante Dakota. Segura de sus palabras me niega que despertara, como si no fuera consciente de la mucha sangre que se veía en el suelo hace unos instantes en la biblioteca. Le pido que espere, al menos hasta saber alguna noticia nueva sobre él; Graham intenta tomarme del brazo, lo que hace que lo alejé con una mirada molesta.

La puerta del dormitorio se abre de repente, los tres nos asustamos creyendo que es un adulto, resultando ser Irvin nos preguntó a gritos lo que sucedía. Antes pensé que Dakota era la que actuaba como la mayor del grupo, pero en realidad siempre fue Irvin; regaño fuertemente a Dakota como si se dirigiera a una niña. No nos salvamos Graham y yo, ya que también nos regaño de porque no le contamos antes.

Los gritos cesaron al instante en que sonó el teléfono de Irvin, todos lo seguimos esperando una respuesta de quien era; la directora lo llamo al ser el amigo más cuerdo de todos, admito que es me dolió un poco. Al colgar la llamada, Irvin nos observo tallando su cara, es muy claro lo que sucede, solo que no quiero aceptarlo sin escucharlo salir de su boca.

—La directora dice que desea hablar con todos, por sus palabras puede que Nolan...

—¡Carajo! ¡No! ¡No! —Dakota se golpea varias veces y corre hacia la cocina tomando un cuchillo.

—¡Dakota! Por dios, que crees que haces. Dame ese cuchillo. —intento caminar hacia ella y se acerca el cuchillo a su muñeca, Graham me detiene. Sin dudarlo le empujó lejos su mano.

—No quiero ir a la cárcel, chicos, saben que nunca lo hice a propósito.

—Estamos seguros que no. Haremos lo posible para que la policía lo sepa, solo baja ese cuchillo. Aún no es seguro que Nolan falleció —dice Irvin tranquilizando a Dakota.

El momento de distracción de Dakota me dio oportunidad de acercarme y tomar el cuchillo del mango. Siguió peleando conmigo por alejarme; se detuvo enseguida que me corto la mejilla pidiendo disculpas. Todos concordamos es que era mejor que se entregara, tranquila aceptó y volvió a pedirme disculpas.

Cuatro chicos caminando de la mano hacia la dirección, sabiendo que había la posibilidad de que fuera la última vez que caminariamos en esos pasillos. Entramos a la dirección con la directora sentada y a un lado la policía que no dudo en llevarse a Dakota. Nuestro futuro en la escuela L.O.V.E. esta comprometido, a pesar de ello todos nos mantuvimos con la frente en alto al oír las palabras de la directora.

No expulsaria a nadie gracias a que no hubo más testigos que los seis involucrados, ya hablaron con Colleen y la familia de Nolan. Resulta que él no falleció, será transferido a su país donde se encuentra su familia, no se más porque nos pidieron olvidarlo. Dakota solo estaría en juicio y su estadía en L.O.V.E. se terminó. Irvin no tiene nada que ver, así que puede vivir tranquilo con la condición de que si alguien pregunta donde está Nolan la respuesta de todos seria que lo transfirieron por problemas familiares y Dakota recibió una solicitud en otra escuela.

Salir de esa oficina, siendo solo tres ahora es un asco, las palabras no salen de mí, decido irme en silenció al dormitorio. Me recosté con la cara pegada a la almohada despues de haberme limpiado la sangre sin evitar pensar en lo mucho que puede suceder en tan poco tiempo. No puedo desperdiciar mitad de mi tiempo lamentando lo que pude hacer, buscando un listón, ate mi pelo saliendo del edificio.

Por suerte recuerdo la ubicación que me dieron de su casa, es a sólo cinco casas de donde vivía antes de mudarnos a mis 8 años, con obvias razones de que mi padre no quería vivir cerca de mis abuelos verdaderos. Me detuve en la puerta de la casa, vamos Erin, solo tienes que mover tu mano un poco y tocar.

La puerta de abrió de repente, mi abuela si así puedo decirle me sonrió agradeciendo que si fuera a verlos. Me sirvieron un vaso de agua e intenté hablar normal con ellos, así tal vez llegar a conocerlos sería más fácil. Duramos horas hablando sobre mi padre y mi madre, de cómo se conocieron hasta llegar al punto de no terminar juntos. Su vida suena como una película de romance fallido, si las situaciones del universo se hubieran alineado habría una posibilidad de que aún quisiera tener un amor verdadero.

La noche cayo sin darme cuenta y ellos me ofrecían llevarme a la escuela. Simplemente los rechace y me marché sola con una sonrisa, no sin antes decirles que no porque pase una tarde con ellos los considere abuelos, incluso puede que jamás lo haga. Llegando a la escuela entre al dormitorio en silencio, no quiero despertarlo a estas horas de las noches después del toque de queda.

—¿A dónde fuiste? —pregunta Graham encendiendo la luz.

—Que te importa —lo miró con desprecio a punto de entrar a mi habitación, y él toma mi brazo.

—Estamos a nada de ser expulsados, llegar después del toque de queda nos hace llegar a ese punto. —me suelto mi brazo con fuerza tomando sus palabras como una burla.

—Lamento que esta idiota te meta en problemas, incluso que yo esté aquí nos pone en riesgo, ¿por qué no grito para que me saquen? —abro mi boca estando a nada de gritar cuando Graham me sostiene de la cintura empujandome hacia él besándome.

—No tienes que escuchar las conversaciones privadas de otros —dice sin alejarme de él y aún alcanzando a oler su perfume pierdo un poco el sentido.

—¿De verdad? Si no fuera porque la escuché no estaría enterada de que soy una chica con una sonrisa de idiota. —hago una mueca acariciando su mejilla— Vas de príncipe azul con todas y no llegas ni a pisarle los talones a uno de verdad.

—¿Eso es un insulto según tú? —lo alejo sonriendo por dentro al ver su cara irritada.

—No te estoy insultando, sólo te defino brevemente.

Entro a la habitación respirando nuevamente, no creo haberme sobrepasado, solo le hice entender que no es alguien de quien en algún momento llegare a sentir algo. En cambio, creo que soy yo quien debe entender eso primero. Irvin sentado en la cama me asusta y comienza a aplaudir.

Escucho todo y decidió dejarme a mí lidiar con él, sentada en mi cama me preguntó si estaba segura de no sentir nada por Graham, no es la primera vez que lo niego y tampoco será la última. Cambiando de tema me comentó de una recaudación que hace la escuela y esta vez sería antes de tiempo para despejar sospechas sobre la despedida de Nolan y Dakota de la escuela. Esa es la manera más cínica que nunca vi antes de salvar una escuela de lo que podría llamarse una mancha a su imagen.

Enemigos Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora