▪︎Capítulo 9▪︎

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Lo empujó lejos y me levanto rápido para darle una cachetada, odie tanto ese beso que no pude evitarlo, acabo de conocerlo y aún así, no soy alguien tan fácil que en un día de conocer puedes besar como si fuéramos algo; Garret se me queda viendo y no puedo evitar correr a mi cabaña.

Me dormí tan pronto llegue sin hablar con mi compañera. La mañana siguiente todos subieron sus cosas al autobús y note que Garret llegó golpeado más de lo que yo hice. Se me hizo extraño hasta que vi la mano de Nolan vendada y camine con velocidad hacia él alejandolo de todos. Molesta le pregunté si fue él quien golpeó a Garret por lo sucedido anoche, hice una estupidez y me di cuenta en el instante en que pregunto a que me refería.

Siguió preguntando hasta que lo silencie haciéndole la mayor duda que tenía ahora, sino fue él, como es que tiene la mano vendada. Resulta que anoche estuvo en la fogata y se quemo un poco al caerle una chispa de la llama del fuego. Mi mente se encontraba confundida, tal vez los moretones de Garret no tienen que ver con otra cosa más que él y sus amigos o algo fuera de lo que sería mi culpa.

Me subí al autobús sentándome a un lado de Irvin y él me preguntó si me encuentro bien, aún estoy aturdida de lo que sucede. Cierro mis ojos suspirando mientras me recargo en el asiento, Irvin parece entender y solo extiende unos audífonos extra que lleva en la mochila, lo agarre usándolos con mi teléfono y así quedarme dormida todo el camino recostada en el hombro de Irvin y él en mi cabeza.

En la tarde llegamos a la escuela, todos cansados nos dieron la indicación de tomar nuestras cosas y cada quien ir a sus dormitorios. Tuve tantas malas experiencias con chicos que lo único que quería era que las clases llegarán a su fin y salir de vacaciones de verano. Bajando del autobús me encontré con la sorpresa de ver a mi hermano justo frente a mí.

—Erin. Tenemos que hablar.

—Aquí no, Joshua... —dejo mis cosas a Irvin corriendo hacia mi hermano y llevándolo lejos.

Sentados en una cafetería lejos de la escuela, pedimos algo de tomar y no podía evitar notar la mirada de preocupación que mostró la cara de mi hermano al verme. Se siente culpable ahora, como si no hubiera hecho suficiente daño al no decirme la verdad antes.

—¿Qué haces aquí?

—Ignoras todas mis llamadas y necesito hablar contigo. —acerca sus manos tomando las mías.

—¿Sobre qué, Joshua? ¿De cómo todo fue mentira? —alejo mis manos temblando— Nuestra maldita familia estuvo rota siempre, ¿y no tenía el derecho a saberlo? —aguanto las ganas de llorar tomando con fuerza mi pantalón por debajo de la mesa.

—Esta carta te la debí mostrar hace tanto. La escribió mamá hace tiempo.

—¿Y de qué es...?

—Léela y entenderás porque deben separarse nuestros padres... —dice poniéndose de pie para irse— Espero algún día puedas perdonarme.

Escuchando los pasos de mi hermano alejándose me hace pensar que posiblemente será la última vez que lo vea en un largo tiempo, pero mis piernas no reaccionar al querer levantarse y pedirle que se detenga para abrazarlo. Agarró la carta poniéndome de pie y marchandome de ese lugar.

Camine a la escuela con un pedazo de papel que explicaría porque mi familia nunca me contó lo que cambiaría mi vida, mejor dicho, la razón de que mi hermano me ocultara esto tanto tiempo. El sol se ponía y aun me encuentro sentada en una banca afuera del edificio de la escuela, esperando una señal que me gritara que la abriera por fin.

Sin expresión alguna, observó a Irvin caminando hacia mí diciéndome que hiciera lo que tuviera que hacer. Es él único consciente de lo que me pasa en realidad, sus palabras me dan un golpe abriendo la sensación de movilidad de mis manos y se despide marchándose, supongo que va a ver a su novia por lo bien vestido que se dirige a los dormitorios.

Sin más que esperar, abro la carta leyendo lo que debe hacerme sentir mejor, supongo...

—Querido, Erwin.

Soy yo, Carey. Hace unas semanas me enteré que me encuentro embarazada de una niña, cometí un error. Si pudiera regresar el tiempo a esa noche que nos despedimos en aquel muelle te diría que lo lamento.

Rompí contigo por el bien de mi hijo, Joshua merece tener una vida con su padre, no lo considero un error porque lo amo con todo mi corazón, pero que hay de la niña que espero, ¿no tendrá el derecho a estar con su padre? Mi prometido no sabe que la bebé que espero no es de él. ¿Soy infiel? La verdad es que no nos amamos como querría, todo porque esa noche tú te llevaste mi corazón.

Intente buscarte en tu vieja casa y preguntar a tus padres, nadie sabe donde estas, prometo cuidar a nuestra niña. Le daré la vida que no podré darle a tu lado.

Muerdo mi labio inferior con fuerza hasta hacerlo sangrar, nunca fui la hija de quien consideraba mi padre. Abrí el sobre para dejar la carta viendo más dentro, mi madre nunca paro de hacerle cartas a quien ahora es mi padre. Sacó la segunda ya temblando y la abro.

—Erwin.

Nuestra bebé nació, tuve que decirle a mi marido que ella no es su hija, no quiero ocultarselo. Si tienes curiosidad, se llama Erin, admito que lo saque de tu nombre.

Hable con él de frente y se puso tan triste, nuestra niña de casi seis años por suerte estaba en la escuela. Nos prometimos mentirle hasta que sea la hora de decirle la verdad. Le habló de ti como si fuera mi marido del que me enamore aquel día en la escuela.

Ya no podía seguir leyendo, dos hojas fueron capaces de hacerme llorar tanto que solo quería detenerme. Cerrando mis ojos por las lagrimas levantando el mentón al cielo, abrí la penúltima carta.

—Adiós.
Se parece a ti, si supiera que la razón de que esta aquí con esa sonrisa que la hace brillar es por nuestro amor escolar se pondría como loca. Sueña con encontrar ese amor en la misma escuela donde tú y yo lo encontramos.

Esta a solo unos pocos años en entrar y la noticia de que falleciste me llegó tan rápido como un golpe en el corazón. Hace tiempo que te fuiste de este mundo, tus padres me contaron que esa misma noche que nos despedimos planeaste irte lejos en tu auto y les dejaste una carta de despedida que encontraron demasiado tarde.

Por eso no fueron capaces de decirme antes donde te podía encontrar. Visite donde te encuentras ahora y tus padres han visto de lejos a Erin, concuerdan conmigo que es igual a ti. Me entregaron la carta que les dejaste y me pidieron leerla.

Ya no puedo más con la mentira, quiero decirle la verdad a nuestra hija, pero tiene razón Joshua que se entero, eso la destrozaria.

Así que la última carta que queda dentro es de mi padre, ahora se que nunca lo podré conocer. La vida es lo suficientemente injusta por no saber la verdad antes y que este muerto el culpable de que este en esta escuela llena de locos momento.

Enemigos Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora