Capítulo 15: La unión hace la fuerza.

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Percy Jackson, pertenece a Rick Riordan.


La Nueva Luz del Olimpo.

En la anterior línea de tiempo, Thalía Grace, fue convertida en un pino, por su padre Zeus, salvando así su vida y la de sus compañeros, contra un ejército del averno, que Hades envió tras ella, por el hecho de que su padre (Zeus) había roto el pacto realizado, tras la II Guerra Mundial de no volver a tener hijos. A punto de ser asesinada, fue transformada en un pino y su espíritu, protegía el Campamento.

En esta nueva línea de tiempo, ella se encontró con la salvación, tras la Línea de Propiedad, junto a las almas gemelas Luke Castellan y Annabeth Chase y no hubo ningún tipo de sacrificio heroico. Ella pasó a habitar la Cabaña de Zeus, junto a sus hermanos, en esta línea temporal, donde su hermano: Jason Grace, hijo de Júpiter, jamás existió. Pero sí que tenía otros hermanos mayores.

Pero la no existencia del pino, no significaba que ellos estuvieran desarmados, pues las barreras provenían de la Casa Grande. Pero, aun así, había algunos monstruos, rondando por el Campamento.

— ¡Patrulla fronteriza a mí! —ordenó Clarisse, parándose en posición de Falange, junto a dos hermanos suyos y tres miembros de Hermes.

Al mismo tiempo Gabriel, Anthony, Oliver, Benjamin y yo, causábamos terremotos al unísono, para provocar que las bestias tropezaran y los soldados, pudieran acabarlos con lanzas, jabalinas, espadas o flechas.

Lee, Michael, Will, Austin y los otros hijos de Apolo, junto a Diana y Jacob, arrojaban flechas a los monstruos, desde posiciones elevadas.

Thalía y sus hermanos, manipulaban el viento, para impedir el avance de los enemigos y otorgar mayor velocidad a las jabalinas y flechas. Incluso las bombas incendiarias, creadas por Beckendorf, Nyssa, Jake, Christopher, Shane y Harley, entre los seis hijos de Hefesto, colocaron balistas preparadas, para los próximos ataques, transformando a los monstruos en montones de arena dorada.

Katie, Miranda, Meg y Billie, miembros de la cabaña Deméter, hacían crecer rosas espinosas, cactus y enredaderas, a los pies de sus enemigos, proveyendo distracción, así como lo hacían Silena, Drew, Mitchell, Lacy y Valentina, enviando enormes cantidades de perfume concentrado, logrando irritar las fosas nasales de sus enemigos; lo cual permitía a Clarisse, Sherman, Mark y Ellis hijos de Ares y a Malcolm, Annabeth, John, Felicia y Samantha hijos de Atenea, atacar con todas sus fuerzas a los monstruos.

Logrando así, por segundo día consecutivo, repeler a los monstruos, que cada vez eran menos.

Maldito seas, anciano —pensé con enfado, agarrando fuertemente la espada de mi mano derecha, los restos de polvo dorado de los monstruos, la hacían resbaladiza. —Tu influencia es mayor de lo que creíamos. Pero ya verás lo que te tenemos preparado, entre este año y el próximo: Oh sí, un auténtico infierno. —Zeus no despidió a Quirón de su puesto como Entrenador de Héroes, ni a Argos como Jefe de Seguridad del Campamento, pues en todo momento este último, pido advertir sobre las hordas de monstruos que estaban en camino. —Espero que Luke, Annabeth y Alice, vuelvan pronto, con el dichoso Vellocino. —dije en voz alta y miré hacia abajo, hacía el mar, mientras me cruzaba de brazos —No sé por cuánto tiempo más, resistiremos.

—Ellos no iban por el Vellocino, solo por el Princesa Andrómeda —me recordó Clarisse, en lo que yo clavaba ambas espadas en la arena y me limpiaba con el agua marina, los restos del polvo dorado.

Me quedé en silencio, por un instante, mientras fruncía el ceño y miraba las calmadas aguas marinas —Mierda. —gruñí —Prepárate para salir pronto, bebé —besé a Clarisse en los labios y ella enredó sus dedos en mis cabellos —quizás en una semana o algo así. Quiero eliminar primero a los Toros de Cólquidia, luego a los pájaros de Estínfalo durante la carrera de carros (en la cual voy a ganarte) y luego largarnos.

—Entendido —dijo ella sonriente, sabiendo muy bien a lo que se refería. —será curioso, el cómo intentarán tumbar las barreras. Y obviamente, volveré a ganar la carrera de carros —la abracé por la espalda, besé su cuello y le apreté las nalgas, haciéndola reír, mientras volvía a besarla, saltó y le agarré los muslos, mientras ella me pasaba las manos por el cuello y profundizaba el beso.

Este verano, apuntaba a ser tan movido, como lo recordábamos en la línea de tiempo original.

La Nueva Luz del Olimpo (Percy Jackson x Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora