La Nueva Luz del Olimpo (Percy Jackson x Harem)

Capítulo 21: Retornamos con el Vellocino.

Percy Jackson, pertenece a Rick Riordan.

La Nueva Luz del Olimpo.

Alejamos a Oliver y a Luke del timón del barco y lo tomó Anthony, mientras que él viraba el barco y nosotros (los hijos de Poseidón) y Thalía (hija de Zeus), usábamos el mar y el viento, para volver lo más rápido posible al Campamento.

Clarisse jugaba con su lanza, mirando el Vellocino. —Roguemos para que llegar a tiempo.

Yo la miré por un segundo y me acerqué a ella, pasándole una mano por el hombro. —Estaremos bien, Clary. Es cierto que la última vez, llegaste más rápidamente al Campamento, gracias a que viajaste en avión, pero tienes a cuatro hijos de Poseidón a tu lado, estás en mar abierto y a una hija de Zeus que le otorga más velocidad a nuestra vela. —miramos hacía la vela y sentimos el viento en nuestras ropas y cabello, sin poder evitarlo —Estaremos bien y regresaremos a tiempo al Campamento.

En eso, escuchamos disparos de cañonazos y no estoy absolutamente segura de lo que pasó.

¿Clarisse usó su Telumquinesis, para devolverles las balas de cañón?

¿O acaso fuimos Thalía, Oliver, Benjamin y yo, al usar Aeroquinesis?

Sea como sea, nosotros sí que usamos consencientemente la Aeroquinesis, para empujar el barco del Amanecer de la Plaga y aprovechando esto, Oliver y Luke dispararon, logrando que nuestras balas les llegaran antes a ellos y las suyas se demoraran e incluso refrenaran, impactando con nosotros, con al menos la mitad de su fuerza o menos.

Cuando vimos a los aliados de Damian lanzarse hacía nosotros, con tal de abordarnos, Anthony, Benjamin y yo, levantamos nuestros brazos y una ola surgió golpeando al Amanecer de la Plaga, alejándolo de nosotros.

Damian había clavado su cuchillo envenenado en nuestro barco y fue escalando por él, hasta aparecer por el estribor y lanzarse contra mí, usando su cuchillo, pero yo lo desvié con la espada que empuñaba en mi mano izquierda y lancé un corte cuando él intentó atacarme con una manopla, logrando cortarle el dorso de la mano, para luego patearlo en el pecho.

Eric atacó a Thalía, quien echó a rodar, justo cuando Erik partía la madera del suelo en dos. Ella lanzó una estocada, que Eric casi no logra esquivar y se puso de pie, bloqueando la espada con su escudo, Eric lanzó un mandoble poderoso de arriba hacia abajo, pero ella lanzó un golpe ascendente con su escudo, desviando la espada de Eric y lanzando una estocada, pero no hacía el pecho de Eric, sino hacía la mano en la cual tenía la espada.

Como Damian luchaba contra mí con una espada, entonces podía acercarme. De haberme atacado con su cuchillo, hubiera tenido que alejarme. Logré entrar en su campo de acción y le lancé un golpe con el codo, directo a la mandíbula, haciéndolo retroceder, seguido de un ataque con el pomo de una de mis espadas a la sien, viendo sus ojos vibrar por debajo de su casco y en ese momento, lancé un corte. Él dejó caer el cuchillo y se llevó las manos a la garganta, mirándome sorprendido de que yo (una chica), le hubiera abierto la garganta.

Zack, hijo de Apolo me atacó por la espalda, pero su ataque fue desviado por la espada de Luke.

Luke lanzó un mandoble a la izquierda y comenzó a ejercer presión, moviéndose hacía la izquierda, obligando a Zack a agarrar la espada con ambas manos y empujar hacia la derecha, intentando así desequilibrar a Luke.

Yo le lancé una estocada a Zack, quien se agachó y su nariz se encontró con la rodilla de Luke, directo, quebrándole algunos dientes. El hijo de Hermes, se deshizo del de Apolo, atravesándole el pecho.

Annabeth y Alice, luchaban como una sola, con una coordinación monstruosa contra Agrius, logrando clavarle la espada de Alice en un pie y cuando él golpeó a Alice, alejándola de él, Annabeth aprovechó para enterrarle su cuchillo de caza en la cabeza a Agrius, quien se deshizo.

— ¡Hermanito! —aulló Oreius, justo cuando Anthony le atravesó con su espada el cuello y lo dejó morir.

Viendo como sus títeres perdían ante nosotros, el abuelo los hizo volver a su barco y desaparecer en una luz dorada.

Llegamos a Long Island poco después y desde nuestro punto de combate contra el Amanecer de la Plaga, llegamos a las playas del Campamento, donde todos nos recibieron con vítores, vistiéndonos con túnicas, coronas de laureles doradas y los sudarios.

En cuanto Clarisse colocó el Vellocino, en el punto de energía que nos protegía, el campamento se vio revitalizado. Todas las flores volvieron a florecer, la naturaleza se llenó de vigor y el veneno fue expulsado.

Quirón ordenó que se establecieran turnos de guardia las veinticuatro horas del día en la cima de la colina, al menos hasta que encontráramos al monstruo idóneo para proteger el vellocino. Dijo que iba a poner de inmediato un anuncio en El Olimpo Semanal.

Suspiré y fui a buscar algo de comer, después, iría a nadar un rato en la playa. Estaba agotada por el viaje. Y no entiendo por qué me siento así.

Al llegar a la playa, Poseidón y Anfitrite aparecieron ante mí, abrazándome y diciendo que estaban orgullosos de mí. Me arrastraron al Olimpo, donde me esperaba otra fiesta, así que mandé un Mensaje Iris, para notificarles a todos de mi paradero.

Papá quería hablarme de la guerra que se venía. Pero cada vez que decía palabras sin tacto paternal, como: "Debes de prepararte" o "Estás a punto de cumplir con tu destino" y ese tipo de cosas, Mamá lo golpeaba en la cabeza.

Papá dejó la charla para después, con tal de evitar que Mamá lo golpeara en otros lugares en donde doliera más, haciéndome reír.

Pero el que mamá me estuviera sobreprotegiendo y deseara que aquella, solo fuera una cena normal, no debía de alejarme de las sabias palabras de Papá. Debía de prepararme para diciembre, cuando me encontraría con los Di Ángelo, con Zoë Nightshade y.... con lady Artemisa.