Capítulo 9: El Emporio del Gnomo.

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Percy Jackson, pertenece a Rick Riordan.

La Nueva Luz del Olimpo.


Diana, Jacob, Clarisse, Thalía y yo, caminamos haciendo ruido a lo largo de tierra blanda, a través de desagradables árboles torcidos que olían a agria lavandería.

Las nubes de tormenta, dieron paso a la lluvia y estuvimos caminando por varios minutos. La jodida carretera y el Emporio de Gnomos de la tía M, comenzaba a parecerme cada vez más y más lejano.

Entonces, la tormenta eléctrica finalmente se había aplacado. El resplandor de la ciudad se desvaneció detrás de nosotros, dejándonos en casi total oscuridad. No podría ver nada de mis esposas o hijos, excepto destellos del cabello rubio opaco de Clarisse y el cabello rojo de Jacob.

—En el campamento... entrenas y entrenas. Y eso es todo genial y todo, pero el mundo real es donde los monstruos están. —me dijo Clarisse, ansiosa por una batalla —Es ahí donde aprendes si eres algo bueno o no.

—Y esas, fueron las palabras exactas de la Niña Sabia, exactamente en este mismo camino, Clary —dije yo sonriéndole de forma burlona, todos me miraron asombrados, mientras sufría un estremecimiento —es sinceramente, escalofriante, mi amor.

En lugar de encontrar una ruta, inmediatamente me estrellé contra un árbol y obtuve un chichón de un buen tamaño en mi cabeza. Agregar a la lista de súper poderes, que sigo sin tener en esta nueva línea de tiempo: Visión infrarroja. ¿Arti, Jacob o Diana la tendrían?

Después de tropezar y maldecir y generalmente sentirse miserable por otra milla más o menos, empecé a ver luz adelante: los colores de una señal de neón. Podía oler comida. Frita, grasienta, excelente comida. Me di cuenta de que no había comido nada poco saludable desde que había llegado a la Colina Mestiza, donde vivimos de uvas, pan, queso, y barbacoa de corte extra de carne sin grasa preparada por ninfas. Esta chica necesita una hamburguesa doble de queso.

Nos mantuvimos caminando hasta que vi un camino desierto de dos vías a través de los árboles. En el otro lado había una gasolinera cerrada, un cartel publicitario destrozado para una película de 1990, y un negocio abierto, el cuál era la fuente del tubo neón y el buen olor.

No era un restaurante de comida rápida como había esperado. Era una de esas extrañas tiendas de curiosidades a un lado de la carretera que vende flamencos de césped y los indios de madera y osos pardos de cemento y cosas por el estilo. El edificio principal era un almacén largo, bajo, rodeado por acres de estatuas. La señal de neón arriba de la entrada era imposible para mí leerla, porque si hay algo peor para mi dislexia que el inglés regular, es el inglés en letras cursivas de neón rojo. Para mí, lucía como: ATNYU MES GDERAN GOMEN MEPROUIM. Entonces, suspiré. —El Emporio de Gnomos del Jardín de la Tía M —gruñí. Desenfundando una de mis espadas, escribí su nombre en el suelo. —Escuché una voz, cuando recogí esta cuchilla —y gracias a mi maestría con las armas, moviendo mi brazo derecho, permití que esa extraña cuchilla de hoja galáctica, saliera. —No hay que pelear con ella, solo necesito apuñalarla una vez.

— ¿Y entonces qué pasará, Cerebro de Algas? —Me preguntó Thalía.

Yo me encogí de hombros. —No lo sé Brillos, esa voz solo me dijo que la usara en Medusa. —Cruzamos la calle, siguiendo el olor de las hamburguesas. El lote delantero era un bosque de estatuas: animales de cemento, niños de cemento, incluso a un sátiro de cemento tocando la flauta, era el tío Ferdinand de Grover.

Entonces la puerta rechinó al abrirse, y parada en frente de nosotros había una mujer alta del Oriente Medio –al menos, asumí que ella era del Oriente Medio, porque ella usaba un vestido negro largo que cubría todo menos sus manos, y su cabeza estaba cubierta. Sus ojos destellaron detrás de una cortina de gasa negra, pero eso era todo lo que podía distinguir. Sus manos coloreadas de café se veían viejas, pero buena manicura y elegantes, así que imaginé que ella era una abuela que una vez había sido una señora bella. Su acento sonó vagamente del Oriente Medio, también. Ella dijo. —Niños, es muy tarde para estar solos afuera. ¿Dónde están sus padres?

—Somos huérfanos. —Repetí lo de la última vez.

— ¿Huérfanos? —La mujer dijo. La palabra sonó alienígena en su boca. — ¡Pero, mis amores! ¡Seguramente no!

Seguí con la misma coartada de la última vez. —Nos quedamos separados de nuestra caravana del circo. El director de pista nos dijo que lo encontráramos en la gasolinera si nos perdiéramos, pero él pudo habérsele olvidado, o tal vez él quiso decir una gasolinera diferente. De cualquier manera, nos perdimos. ¿Es eso comida lo que huelo?

—Oh, mis amores. —Dijo la mujer. —Entren, mis pobres niños. Soy la Tía Eme. Vayan directamente a través por la parte trasera del almacén, por favor. Hay un área de comedor.

Thalía masculló hacia mí. — ¿Caravana del circo?

Me encogí de hombros. —Funcionó dos veces. —El almacén estaba lleno de más estatuas de personas en todas las poses diferentes, llevando puesto todo tipo de trajes diferentes y con expresiones diferentes en sus caras. Pensaba que tendrías que tener un jardín bastante enorme para encajar una de estas estatuas, porque eran todas de tamaño natural. Pero en su mayor parte, estaba pensando acerca de comida. Me acerqué a Clarisse y a Thalía, tocándoles delicadamente los hombros y susurré: — "la Tía Eme acaba de cerrar la puerta detrás de nosotros, pero no hagan nada todavía"

Todo por lo que me preocupé era encontrar el área del comedor. Y de seguro, estaba al fondo del almacén, un mostrador de comida rápida con una parrilla, una fuente de sodas, un calentador de Pretzel, y un dispensador de nachos de queso. Todo lo que podrías querer, más algunas mesas de picnic de acero adelante. —Por favor, siéntense. —nos pidió la Tía Eme.

Nuestra anfitriona desapareció detrás del mostrador de bocadillos y comenzó a cocinar. Antes de que nos diéramos cuenta, nos trajo bandejas de plástico llenas de hamburguesas dobles con queso, batidos de vainilla y porciones XXL de papas fritas. Estaba a la mitad de mi hamburguesa cuando me acordé de respirar. Extraje entonces de mi bolsillo algunos trozos de Ambrosia y se los embutí, mientras que yo misma, me comía uno, el hechizo cayó, sus ojos se aclararon, ellas sacaron más Ambrosia, las sujetaron en sus puños y siguieron comiendo la Hamburguesa, me aseguré de que la Tía Eme se sentara a mi lado.

Así podría apuñalarla.

Clarisse sorbió su batido. Thalía picoteó las papas fritas. Diana y Jacob comían sus hamburguesas, con sonrisas en sus rostros...

—Entonces, usted vende gnomos. —Dijo Thalía, intentando sonar interesada.

—Oh, sí. —dijo Tía Eme. —Y animales. Y personas. Cualquier cosa para el jardín. Hechos por encargo. La estatuaria es muy popular, sabes.

Diana había dejado de comer. Se sentó hacia delante y dijo. — ¿Dos hermanas?

—Es una terrible historia. —dijo Tía Eme. —No una para niños, realmente. Veras, Annabeth, una mala mujer estaba celosa de mí, hace mucho tiempo, cuando era joven. Tenía un... un novio, sabes, y esta mala mujer estaba decidida a separarnos. Ella causó un terrible accidente. Mis hermanas permanecieron juntas a mí. Compartieron mi mala fortuna tanto como pudieron, pero eventualmente fallecieron. Se desvanecieron. Yo sola he sobrevivido, pero a un precio. Tal precio.

—Lamento mucho lo que les pasó a Esteno y a Euríale —ella me miró con sorpresa, al tiempo que yo le apuñalaba el costado y un humo negro, salía del interior de la Tía Eme, quien gritó y retrocedió. —No debiste de haberle hecho el amor a mi padre, en el templo de Atenea —cayó al suelo y una gran cantidad de humo la rodeó, antes de dejarla como una mortal común y corriente. Extraje la daga, le agarré la mano y la coloqué ante sus ojos, dejándola pasmada al ver su mano ahora humana, se levantó y se miró en el espejo.

Se quedó llorando agradecida con nosotras. Nos pidió disculpas y se ofreció a cocinarnos algunas hamburguesas para el viaje, nos dio algo de dinero, nos indicó en qué dirección ir y, por último, algunas mantas y almohadas.

Nos despedimos de ella y seguimos nuestro camino, dejando el Emporio de Gnomos de la tía M.

La Nueva Luz del Olimpo (Percy Jackson x Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora