Capítulo 31: El Combate contra el General.

105 8 0
                                    

Percy Jackson, pertenece a Rick Riordan.


La Nueva Luz del Olimpo.

Zoë miró al grupo fijamente, nadie dijo ni una palabra. —Entonces ahora, ¿con el padre de Annabeth?

Yo negué con la cabeza y salté al agua. —Hola Mamá. —dije a la nada —Papá está ocupado en la reunión, peleando con el tío Zeus, (como buena costumbre suya) y necesitamos un transporte, hasta el monte Temalpais. ¿Puedes por favor, ayudarnos de algún modo?

— ¿Acabas de pedirle ayuda a Anfitrite? —preguntó Artemisa, con los ojos bien abiertos y yo solo asentí. —Es definitivo, nena: Has enloquecido. Enloquecido en verdad. Sí sabes que Anfitrite es como Hera, ¿verdad?: ¡Odia a todos los bastardos de su esposo, ¿Por qué...?! —pero entonces, un barco pirata apareció, comenzando a subir bajo mis pies. —Increíble. —dijo mi bella Diosa de la Caza, anonadada de que la Reina de los Mares, acabara de auxiliarme.

—Me gané algo de su... favor, en la línea de tiempo pasada, cuando todavía era Percy Jackson —expliqué, con una sonrisa. —Vamos. Iremos a la playa, vamos a arrasar a los monstruos, con los cañones. Luego, destruiremos al viejo con la lanza de Thalía y finalmente, iremos a combatir al General. —Mis novias se miraron, suspiraron mientras ascendían al barco.


Yo conducía el barco y lo aceleraba, con la marea, mientras que Thalía y Artemisa, controlaban el viento sobre las velas del barco pirata, para ganar más velocidad. Constantemente, revisaba mis espadas, casi ignorando la existencia de mi arco y mi carcaj, Artemisa también lo hacía y lo mismo Zoë, afilando las puntas de sus flechas y tocando su chaqueta de piel del León de Nemea, como para asegurarse de que la chaqueta estaba allí. Las princesas del Inframundo, afilaban sus espadas y dagas, lo mismo hacía Thalía, afilando su lanza y parecía más que lista para atacar.

Nos tomó bastantes horas, poder llegar a las playas de Temalpais. Nada más ver el maldito barco El Amanecer de la Plaga y los monstruos, les ordené a las chicas, bajar a la sala de cañones, apuntar y comenzar a disparar.

Todas siguieron mis órdenes y subieron tan rápidamente como les fue posible, luego de que dispararan, para ver como El Amanecer de la Plaga, era destruido, pero sus sonrisas se borraron, cuando vieron a las balas de cañón (formas en Bronce Celestial), pasar por encima al barco y bombardear la playa, matando a los monstruos, hasta que no quedó ni uno solo.

— ¡¿QUÉ FUE ESO, JACKSON?! —subió Thalía rugiéndome.

Yo les sonreí y señalé la playa. —El plan no era destruir el barco, sino a los monstruos en la playa. Eliminar su ejército, dejar solo el barco, para que Thalía le mate y hacernos cargo del General. Thalía está armada con una lanza que tiene, no solo la capacidad de asesinar a alguien que previamente adquiriera la maldición de Aquiles, sino que podemos deshacernos de Cronos, quien seguirá en su ataúd.

Thalía, Bianca, Hazel y yo, como hijas de cada uno de los Tres Grandes, ascendimos al barco El Amanecer de la Plaga y enfrentamos a los monstruos y semidioses traidores, que estaban en él. Solo nosotras podíamos destruir a Cronos, solo nosotras podíamos permitir que el Olimpo se salvara o fuera destruido.

Entre las cuatro, limpiamos la proa y popa de enemigos y luego ingresamos en el interior del barco, deshaciéndonos de todo lo que nos saliera por delante: ya fueran monstruos o semidioses, doblando en las esquinas correctas, pasando por los corredores exactos, hasta el Camarote principal, en donde estaba el Ataúd. «Jackson, Grace y.... vaya, vaya... ¿Quién diría que incluso Hades, tendría descendientes?» Dijo Cronos, desde el Ataúd que brillaba en un aura siniestra y dorada, pero nosotras sonreíamos, empuñando nuestras espadas (y Thalía, empuñando su lanza)

La Nueva Luz del Olimpo (Percy Jackson x Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora