Capítulo 17: Encuentro cercano con el Amanecer de la Plaga.

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Percy Jackson, pertenece a Rick Riordan.


La Nueva Luz del Olimpo.

Yo estaba en la proa del barco, manipulando las aguas, en la popa, junto al timón, estaba Thalía, usando sus habilidades de viento, para darnos un buen temporal y que las velas nos empujarán hacia adelante.

—Allí está su barco —gruñó Clarisse, parándose a mi lado.

Tomé mi Walkie-Talkie. —Anthony, Gaby, atentos para abrir fuego por estribor en cuanto estemos más cerca, cambio.

—Entendido, mi encantadora capitana: —dijo un alegre Gabriel, riendo junto a Anthony, ambos estaban en la artillería. —estamos listos, cambio y fuera.

Suspiré y me crucé de brazos, solo para alcanzar cada una de mis espadas. Sentí a Clarisse empuñando su lanza, mientras que yo daba dos pasos lejos de ella, sentía el viento, sentía las aguas a la espera de mi orden, mientras nos acercábamos más y más, al barco de White. —No olviden, que estamos en una misión de rescate, por encima de todo: Salvamos a Luke, Annabeth y Alice—les advertí, mientras seguíamos acercándonos — ¡FUEGO! —ordené, al tiempo que el cielo se oscureció con nubes de tormenta y los relámpagos comenzaron a caer. Las balas de cañón fueron contra el barco enemigo, mientras que los vientos tormentosos, nos acercaban a toda velocidad, hacía el barco enemigo y yo movía rápidamente y en varias direcciones mi espada, causando que las olas surgieran y golpearan hasta tres veces el barco enemigo, dañándolo visiblemente.

Pronto, comenzaría el intercambio de balas de cañón y el Amanecer de la Plaga, intentaría escapar de nosotros. Pero no se lo dejaríamos tan fácil, pues este era el territorio de los hijos de Poseidón y causamos un buen maremoto, obligándolos a quedarse en dónde estaban y a agarrarse de lo que bien pudieran, con tal salvar sus vidas.

Colisionamos con su barco y lo asaltamos de inmediato.

Clarisse empuñando su lanza y atacando a los traidores y monstruos, conmigo siguiéndola y enfrentando a los enemigos, sin miramientos, con fuerza, con la única intención de desmembrarlos, o de desestabilizarlos, si es que decidían protegerse con los escudos.

Ella liberó a los Pegasos, los cuales despegaron inmediatamente y comenzaron a girar por encima del Amanecer de la Plaga, antes de trasladarse al Delicias del Soltero.

Eso era algo que tanto Thalía, como Clarisse aprovechaban, lanzando estocadas con sus lanzas eléctricas, provocando con esto, gritos de dolor de los mestizos y dejándolos inconscientes, en lo que yo me centraba en mi Vendetta personal, tratando de matar a todo aquél que se hubiera atrevido a traicionar al Campamento y al Olimpo, con mis golpes veloces de esgrima, encerrándoles, al acercarme lo suficiente a sus escudos, como para impedirles pasar del escudo a la lanza, espada, palo o lo que fuera que llevaran a combatir.

Thalía y Clarisse, fueron a buscar a Luke y a sus novias; mientras que Benjamin, Anthony, Gabriel y Oliver, me apoyaban en mi combate en proa, contra Campistas adultos y monstruos, encargándose de ahogar Dracaenas y Empusas o atravesarles el pecho.

—Espero que se den prisa —dijo Oliver, mientras esquivaba la estocada de una lanza y luego le daba en el rostro al idiota con el pomo de su espada.

—No sé por cuánto tiempo podremos resistir —dijo Benjamin, esquivando un corte de espada, mientras le atravesaba la garganta a su enemigo, con su espada.

—Estaremos bien, Ben —le aseguré a mi hermano, mientras usaba mis espadas, para cubrirme arriba de una estocada a la cabeza y luego empujaba hacía arriba su espada, al tiempo que recorría el filo del arma enemiga, solo para llevarme una patada al pecho, estilo: Esto es Esparta; y cuando uno de ellos se me acercó para rematarme, viéndome caída, le atravesé el pie con una de mis espadas y usé la otra, para atravesarle la barbilla, llegando mi hoja a su cerebro.

Gabriel utilizó su amplia experiencia en esgrima, para combatir a un campista fisicoculturista, hasta lograr usar su propio peso y arrojarlo fuera del barco, llamó a un tiburón y a un delfín, para que lo devoraran.

Salté hacía un lado, esquivando una maza y antes de que pudiera atacarme de nuevo, le clavé una de las espadas en la pierna y un segundo después, la punta de una lanza, le salió por la boca, gracias a Benjamin.

Ben se agachó para esquivar una espada y lanzó un gancho a la barbilla del tipo, le agarró el escudo, saltó por encima del hombro de ese tipo, hasta que se escuchó el hueso ceder, agarró su espada y lo decapitó.

Levanté mi escudo, pero eso no le evitó a la Dracanae el arrojarme al suelo con su fuerza y agarrarse tan fuerte a mi escudo, que el cuerpo y el Bronce Celestial cedieron, dejándole grandes abolladuras como picos. —Bien. Lo ha es bien, perra —lancé un corte a ciegas, consiguiendo decapitarla.

La puerta se abrió y vimos volver a Clarisse, Thalía, Luke, Annabeth y Alice, bañados en sangre y polvo dorado de monstruos, y sus pecheras estaban destrozadas.

Luke negó con la cabeza. No habían logrado encontrarlo.

Luke no logró dar con la isla de Polifemo o quizás sí dio con la isla, pero no llegó hasta el Vellocino de Oro...

Y yo sabía muy bien, que Luke sería capaz de abandonar la misión, para salvar a cualquier compañero.

No se diga de sus almas gemelas.

Volvimos a nuestro barco y vimos como el Amanecer de la Plaga, partía rápidamente en busca de la isla del cíclope.

— ¡¿Pero ¡¿cómo lograron eso?! —Nos preguntó Annabeth en shock, viendo la destrucción del barco enemigo.

Lo habíamos destrozado por fuera.

Cerrando mis ojos, sintiendo el mar, logré encontrar las coordenadas de la isla de Polifemo.

—Penny —dijo Luke, suavemente —yo... Lamento mucho que no lográramos alcanzar el Vellocino.

—No te disculpes —le dije sonriente, mirando hacía atrás, mientras nos alejábamos cada vez más, del Amanecer de la Plaga —su barco está destrozado, no irán a ningún lado, pero nosotros sí. Tenemos esta partida prácticamente ganada, Luke.

La Nueva Luz del Olimpo (Percy Jackson x Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora