SANGRE

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El último día de clases fue demasiado tranquilo. Los maestros ya no dejaron trabajos y la última evaluación del semestre estaba prácticamente hecha.

A la salida Ramón me invitó a pasar el rato en un parque cercano, a lo que con gusto acepté, y la estábamos pasando muy bien, pero de la nada presenciamos una escena que no me hubiera gustado ver.

De una calle consecuente a la que estábamos nosotros pudimos escuchar la discusión de una pareja, los gritos eran muy altos, y cuando la pareja salió de atrás de las casas, pudimos ver a Christian tratando de escapar de Carla.

No pude escuchar mucho de lo que decía Christian, pero los gritos de Carla eran lo suficientemente altos para escucharla a una calle más de distancia.

No sabía exactamente de lo que discutían, pero algunas de las cosas que escuché fueron dichas por Carla.

Chris estaba tratando de obtener distancia de ella caminando rápidamente, pero en un momento Carla lo tomó del hombro y no lo dejo avanzar — ¡Escúchame bien! ¡No voy a dejar que me dejes! — Carla gritaba a propósito, no quería disimular ni un poco — ¡Eres mío! De nadie más.

Para ese entonces la pareja ya estaba en frente del parque donde nos encontrábamos, por lo que pudimos escuchar más — No voy a dejar que me manipules como antes. Ya no puedo seguir con esto. Voy a hablar al respecto de todo.

En ese momento la pareja nos estaba señalando, no sabíamos por que, pero nos comenzamos a incomodar. Fue entonces que Carla tomó a Christian y le susurro algo al oído, mientras que de una manera burlona ponía su rostro sobre mi.

Luego de ese acto, Chris dejó de forcejear, y la expresión de fastidió que tenía desapareció, y de una forma muy fingida la cambió por una expresión de gusto.

Carla ya estaba más tranquila, se estaba saliendo con la suya, y con una expresión egoísta tomó a Christian del cuello, lo hizo encogerse, y una vez a su altura lo obligó a besarla.

Presenciar todo ese acto fue tan incómodo que decidimos irnos, pero eso me hizo darme cuenta de que Christian estaba sufriendo por algo, pero no quería preguntar. Solamente me fuí y no miré atrás.

Cuando regresé a casa esa tarde  comencé a notar que mis ataques ansiosos estaban volviendo de a poco, pero está vez si sabía por que. Al parecer ver a Christian sufriendo de esa forma me había afectado más de lo esperado, sabía que Carla nunca había sido buena, pero esta vez era evidente que ella tenía toda la culpa sobre la situación, Chris no tenía por que estar metiendo en eso.

Esa tarde Ren fue a visitarme a casa, me dijo que estaba aburrida y que se le ocurrió perder el tiempo conmigo, pero mientras charlabamos en mi habitación, escuchamos gritos provenientes de la otra casa, así que me asomé por mi ventana par ver de que ocurría, solo para darme cuenta de que estos gritos eran nuevamente de Christian y Carla.

No podía ver más que las sombras de Christian y Carla a través de la cortina de la habitación de Christian, pero los gritos se escuchaban muy claros, realmente quería ignorarlos, pero saber que Christian era el abusado me obligaba a quedarme ahi. Ren me acompañó a la ventana para ver lo que sucedía, momento  justo en el que los dos vimos a Carla tomar un objeto extraño y lo rompía en la cabeza de Christian.

Justo al momento de ver eso salí corriendo de la casa, Renta se quedó llamando a la línea de emergencia, y yo no dejé de correr.

Estando una vez en la casa toque la puerta con fuerza, una y otra vez con impaciencia, hasta obtener respuesta, pero cuando Carla abrió la puerta me quedé frío.

— ¿Qué es lo que quieren aquí? — pregunto Carla fingiendo su voz dulce.

— ¿Dónde está Christian? Quiero verlo —respondí.

— No sé encuentra en este momento, vuelva más tarde — el rostro de Carla demostraba preocupación detrás de esa sonrisa falsa.

— ¡No me mientas, se que está ahí, vi por la ventana lo que ocurrió, así que quiero verlo! — yo estaba alterado, no quería que nada malo le ocurriera.

— Ya te dije que no está, así que largo — Carla dejó su tono dulce y comenzó a impacientarse.

— Está bien, pero no te creo en nada — le dije a Carla. Mi plan era tomarla por sorpresa y empujar la puerta antes de que se cerrará.

Pero un momento después, mientras Carla cerraba la puerta pude ver por encima de su hombro a Christian detrás de ella, estaba lleno de sangre en la cabeza, además de tener una expresión de dolor en el rostro.

En ese mismo instante, antes de que se cerrará la puerta la detuve, y con todas mis fuerzas la empuje, lo hice con tanta fuerza que Carla que aún se encontraba detrás de ella cayó al suelo. Y una vez abierta la puerta, corrí a dónde estaba Christian, solo para atraparlo antes de que esté callera al suelo.

— ¡Christian! ¿Te encuentras bien? ¿Puedes oírme bien? – pregunté a Christian, que estaba casi inconciente.

— Uriel... Perdoname – respondió Christian adolorido.

-— ¿Cómo dices eso en un momento como este? Solo mírate, estás sangrando.

— Lo siento mucho, fue un accidente, no quería hacerlo, de verdad lo siento — dijo Carla después de levantarse, quería limpiar su culpa haciéndose la víctima.

— ¡Tu cállate! Nadie te creé eso — dijo Ren mientras entraba a la casa.

— ¡Tú también vete!, ninguno debe de estar aquí, está es propiedad privada, ¡podría hacer que los arresten a ambos! —

— Esta ni siquiera es tu casa, así que cállate —

— Ya llamé a una ambulancia, llegarán en pocos  minutos —

— ¡Ustedes lo arruinan todo!, no tienen idea de cuánto los odio — Carla estaba desesperada, así que comenzó a tomar sus cosas que estaban en el sillón cercano y quiso salir de ahí

— No tan rápido niña, tu te quedas aquí — dijo Ren mientras sostenía a Carla del brazo para evitar que se fuera.

— Suelta perra, no tienes idea de lo que soy capaz —

— Claro que lo sé, ¿y sabes que?, no eres capaz de mucho — entonces en el rostro de Ren vi una expresión nueva, podía notarse una superioridad temible.

En ese momento carla bajó  a su mano el bolso con el que cargaba, y con el golpeó a Ren el rostro, eso provocó que la soltará, y Carla pudo salir corriendo. Ren trató de seguirla, pero la adrenalina del momento hizo más rápida a Carla.

Mientras tanto, yo me encontraba en el suelo con Christian en mis brazos, sabía que la herida en su cabeza era grave, pues la sangre no paraba de salir de esta.

Por fortuna en ese momento llego la ambulancia, de ella salieron varios médicos, subieron a Christian a una camilla y luego a la camioneta; todo eso en cuestión de segundos.

Ser presente ante todo eso no fue muy lindo, y el estrés causado por eso me comenzó a provocar otro ataque, pero debido a la situación me obligué a mí mismo a mantener la calma.

Momentos después la madre de Christian llegó corriendo, vió la sangre en el suelo y preguntó por su hijo. Ren la ayudo a entender la situación, y una vez explicado todo la mujer dejó sus cosas del trabajo en el sillón, tomó solo cosas esenciales para el momento y salió corriendo de la casa rumbo al hospital.

Ren me ayudó a recuperar la compostura, me levantó del suelo y me llevó a casa, lugar en el que mi madre y hermano esperaban con preocupación. Ellos habían visto llegar la ambulancia y vieron a Christian irse en ella, pero no sabían que tan involucrado estaba en el asunto.

Ren regresó a su casa por petición de su madre, y una vez más mi madre y hermano tuvieron que ayudarme a relajarme. Pero no podía quitarme una cosa de la cabeza, y esa era la idea de vengarme de Carla.

AMOR AUTISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora