COINCIDENCIAS

18 4 1
                                    

El mensaje me llegó de un número desconocido, así que pregunté por el emisor de este, y me llevé una gran sorpresa al notar que era Óscar.

El hecho de que fuera el me llenó de dudas, así que con mucha desconfianza pregunté también sobre eso, y la respuesta de Óscar me dejó con la boca abierta.

- "Lamentó que nos tengamos que conocer de esta manera, pero en realidad quiero saber más de la chica que se hace llamar Robin" -

Yo no sabía que responder, pues hablar al respecto sobre eso me dejaría como una mala persona, así que seguí preguntando por como había conseguido mi número de teléfono.

- "Lo siento, para conseguirlo tuve que hacer de detective" -

Eso me dejó confundido así que pregunté de vuelta - "¿Cómo es eso? No te di ninguna señal de quien era" -

Y el respondió con algo que igualmente me dejaría confundido. - "La verdad es que si me diste una pista. En la mochila llevabas bordado tus iniciales, así que solo tuve que preguntar a los profesores sobre un alumno con esas iniciales, y así dí contigo. Me costó mucho pero al final lo logré, y para conseguir tu número solamente tuve que pedírselo a un compañero tuyo, creo que se llamaba Christian" -

Leer la explicación de Óscar me hizo darme cuenta de que la relación de Ren con ese chico podría ser más posible de lo que creí, así que para poder seguir observando esa historia de amor comencé a apoyar a Óscar.

- "¿Qué quieres saber de ella? Toma en cuenta que no puedo decir mucho, porque esto sería sin el consentimiento de la chica" -

- "Estoy de acuerdo. Solamente cuéntame cómo es ella" -

La verdad es que no supe cómo responder a eso, así que le describí a Ren de una manera muy personal, cosas que el chico agradeció, pero antes de seguirle contando le informe que para seguir con eso tendría que contarle a Ren sobré lo ocurrido. Por suerte el chico aceptó, y después de decir que le quedaba claro, se despidió dejó el celular.

Algo dentro de mi se sentía diferente esa noche, pues por primera vez había tenido una interacción con un complemento desconocido, y no había sufrido de ansiedad. Ese logro se lo atribuí al hecho de que la interacción fue por teléfono, pero eso no me impidió tomar confianza sobre ese pequeño logró y comenzar a fantasear una vez más sobre esos posibles escenarios románticos.

A la mañana siguiente desperté como siempre, y mi rutina se repitió una vez más, me puse lo primero que vi en mi armario, y me vestí. Pase una hora arreglándome como ya era costumbre, desayuné me peine y fue el momento en el que sonó el timbre de la casa, cuando supe que algo iba a salir mal.

El ambiente era el de siempre, pero tenía una sensación extraña en el cuerpo, como lo que se siente tras pararse frente a la clase y exponer sobre cualquier tema del cual no conoces nada.

El punto es que no me sentía cómodo, y tenía toda la razón con preocuparme, pues al abrir la puerta de casae encontré con dos personas esperándome afuera, y no una como creí que sería.

Ren estaba frente a la puerta con una sonrisa de oreja a oreja, y atrás de ella se encontraba Chris con una expresión de vergüenza.

- Buenos días - dijo Ren apenas abrí la puerta - Un placer - respondí aún confundido.

El ambiente era un poco tenso, pero aún así Christian saludó con gentileza - Hola Uriel.

- Hola, respondí por respeto.

Y así sin más, sin decir una palabra más, los tres comenzamos a caminar a la escuela.

El camino estuvo muy tenso, ninguno de los tres quería hablar por estar más concentrado en sus pensamientos, pero yo no podía, pues la incomodidad que me provocaba su presencia era demasiada como para permanecer tranquilo.

Al llegar a la escuela estuvimos esperando por al menos unos diez minutos a qué abrieran la puerta, algo común tomando en cuenta que a los profesores siempre llegaban tarde.

Cuando abrieron la puerta yo me apresuré a entrar, y como si fueramos cardumen, ellos fueron detrás de mi con prisa, provocando un evento extremo un momento después.

La escuela era un edificio ya muy viejo, y cabe aclarar que muy posiblemente los hombres que la construyeron no se pusieron muy de acuerdo a sus dimensiones, pues por vatos lugares de las instalaciones había varillas que sobresalían del suelo, algo peligroso, pero fáciles de evitar, y justo en le suelo de la entrada había una de estas varilla, era pequeña y fácil de rodear, tal vez la podrías pisar y no ocurriría nada más que una pequeña incomodidad, pero debido a mi prisa al entrar, me olvidé de la existencia de este objeto en el suelo, y como es posible que ya se lo imaginaron, me tropecé.

U fue justo este mismo objeto el que hizo tropezar y caer a Christian justamente sobre mi. Yo me había tropezado pero gracias a mi reacción pude poner una pierna firme en el suelo, estaba a punto de recomponer mi equilibrio, pero el peso de Christian me hizo caer de espalda al suelo.

Christian y yo quedamos cara a cara en el suelo, una posición demasiado incómoda. Christian estaba colorado, seguramente por vergüenza, y yo solamente quería quitarlo de encima, pero el no se movía, no por que no pudiese, si no que el no quería, y solamente se me quedaba viendo directo a los ojos.

Fue hasta que Ren intervino que la cosa cambió - Quítate de ensime de el, ¿no notas que lo tienes incómodo? - dijo Ren a Christian.

- Lo siento, no debí hacer eso, me emocioné - dijo Chris antes de levantarse.

Mi mente estaba realmente confundida, no solo por lo recién ocurrido, sino que las palabras de Christian antes de levantarse me dejaron un gran "¿Por qué?" En la mente.

Después de eso Ren y yo nos dirigimos a nuestro respectivo salón, pero Christian no nos acompañó, en lugar de eso se dirijo al baño, pero era claro que algo le molestaba, pues al levantarse del suelo pude notar como tapaba sus ojos y evitaba el contacto visual tanto de Ren como mío, además de cierto tono quebradiso en su voz al momento en que habló - Lo siento, tengo que ir al baño.

Christian no regresó rápido, pero su rostro sonrojado no se me quitaba de la mente por alguna razón, y por alguna razón comencé a sentir cierto pesar en el pecho como si se tratara de culpa.

Esas emociones no eran recurrentes en mi, así que busqué respuestas con Ren.

- ¿Qué crees que le haya pasado a Chris? - pregunté confuso.

- No creo que sea algo grave, y ¿Cómo te diste cuenta de que tiene algo?

- Era muy obvio, pero al tener más cercanía con el creí que tú tendrías una respuesta.

- Creo saber la respuesta, pero eso es algo muy personal para Christian, así que si quieres saber tendrás que preguntarle a el.

- Comprendo - Y así fue que me quedé con la gran duda.

AMOR AUTISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora