AMOR AUTISTA

GRACIAS

El tiempo pasó muy rápido, estábamos a un día de la evaluación de nuestra parcial, y los tres estábamos realmente nerviosos. Ren y yo estábamos concientes de que podíamos mantener nuestras calificaciones, pero Christian estuvo nervioso por mucho tiempo.

Esa noche ya no hubo tardes de estudio, cada uno de nosotros fue a su casa y se concentró en sus propias cosas.

Esa tarde yo me encontraba bailando en mi habitación, me estaba liberando de todo el estrés causado por los exámenes y la gran cantidad de proyectos que habíamos tenido, pero mi baile se vió interrumpido por los gritos del vecino de al lado.

Al parecer ese día se me había olvidado serrar las cortinas de mi habitación, y al igual que como yo lo hice en su momento, Christian me vió bailando.

- ¡Te ves muy lindo! - gritó Christian antes de sacarme de concentración.

Al darme cuenta de que estaba siendo observando no tuve de otra más que detenerme y responder al comentario.

- ¿Qué haces ahí viéndome? - pregunté algo molesto.

- No seas así. No hice nada malo.

- Eso se llama espiar, y no es legal.

- No seas inmaduro. Además no es espiar si tú eres el que se exibe. Yo solamente vine a la ventana para tomar aire, y el que tú estuvieras en mi línea de visión no es mi culpa.

Sabía que el tenía razón, así que no tuve de otra más que arrepentirme un poco de mis palabras - Lo siento, no era mi intención ofenderte, pero nunca le había hablado o enseñado a nadie sobre mis hobbies - Entonces encogí el cuerpo en muestra de vergüenza - Ahora debes creer que soy raro.

Hubo una breve pausa en ese momento, pero Chris la detuvo con su voz - ¿No me escuchaste antes verdad? - Chris se dirijo hacia mi mi con un tono de voz más serio.

- ¿Qué? - pregunté debido a que la vergüenza no me permitió prestar atención.

- Te dije que te ves muy lindo - Christian soltó una sonrisa seductora, mientras que al mismo tiempo me miró mientras que la poca luz de la luna se reflejaba en sus ojos.

Y según lo que recuerdo, esa fue la primera vez que me sonrojé - No digas esas cosas, me haces sentir raro.

- Lo siento, creo que me expresé mal. Pero en fin, tengo que irme a dormir para mañana despertar sin tanto estrés - La sonrisa de Christian desapareció de su rostro, se dió la vuelta y cerró las cortinas tras el.

Al día siguiente todos estábamos preocupados, las calificaciones estaban siendo repartidas una por una, por el maestro de cada asignatura, y una vez concluido el día el momento de verlas llegó.

Cuando Christian vio sus calificaciones, saltó de su asiento con mucha energía - ¡Ahuevo! - gritó.

Al parecer Christian había superado sus propias espectativas, y logró mejorar sus seis y sietes a solamente nueves.

El estaba realmente agradecido, tanto que lo primero que hizo fue darse la vuelta y abrazar a Ren y a mi como muestra de agradecimiento.

Esa tarde Christian fue a visitarme a casa, yo le recibí en la puerta, y ocurrió algo que me dejó confundido.

- Lamento molestar a estas horas de la noche.

- No hay problema, no es tan tarde, aún falta una hora para mí hora de dormir. ¿Qué ocurre?

- Quería agradecerte nuevamente por todo.

- No entiendo, creí que con el abrazo de hace un rato había bastado.