Capítulo 31.|Noticia.

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Dos semanas después.

Mi corazón está roto, destrozado, necesitado y realmente vacío, mi vida lo está. Hoy hace dos semanas que no sé nada de mí, sólo sé que estoy viva por el sonido de mi respiración. Han sido los peores días de mi existencia, no soporto no estar con él, no poder abrazarlo y decirle cuanto lo amo, me desespera esta situación, quiero morirme.

Sinceramente, la vida debió de haber venido con un manual para enseñarte a como vivirla, se cometerían menos bobadas si fuera así. Me la he pasado simplemente de la universidad al trabajo, del trabajo al departamento, nada más, no tengo deseos de salir, ni siquiera de comer, todos me dicen que estoy más delgada y yo odio estar demasiado delgada.

Y es todo por mi jodida culpa.

Cameron se la ha pasado llamándome y mandándome mensajes de textos para saber de mí. No le he contado de mi separación con Justin porque no lo creo conveniente, sé que Cameron estaría dispuesto a ir y buscar problemas con Justin y no quiero otra pelea entre esos dos. En la universidad en cuanto a las clases las cosas van excelentes, ya estamos en exámenes finales y puedo decir que mi graduación se acerca en muy poco tiempo. Tengo todos los proyectos en proceso y estoy estudiando lo que más puedo, es más, es lo que más he hecho porque no salgo del departamento para nada.

Las chicas han estado viniendo constantemente para animarme a salir al club o a comer algo fuera, pero mis respuestas son siempre la misma. Mi madre se la ha pasado conmigo algunos días, hasta durmió la otra noche junto a mí, se lo he agradecido mucho, la compañía de una madre nunca está de más. Mi padre ha estado en planes de comprar un nuevo departamento para él, le he dicho que no es necesario, que quiero que se quede conmigo, pero él quiere tener su espacio, y pues contra eso no puedo hacer nada.

Los pasillos de la universidad están abarrotados de arriba a abajo, la mayoría de los estudiantes caminan de un lado para el otro metidos en conversaciones. Cierro mi casillero y miro hacia delante, donde un triste y desorientado Justin camina sin rumbo alguno. Me paralizo y me quedo observándolo. Me he pasado los días en la universidad mirándolo desde lejos muriendo por acercarme pero sabiendo que no puedo hacerlo.

Su mirada se conecta con la mía a mitad de camino. Me mira, me analiza, y hasta creí que caminaba hacia mí cuando lo vi avanzar, pero no, otra vez me había equivocado, me pasó por el lado como si no fuera nada. Contuve todo el aire acumulado por el momento y lo solté lanzando lágrimas a su paso. Apoyé todo el peso de mi cuerpo contra el casillero, simplemente quería desaparecer de la faz de la tierra ahorita mismo.

—¿Qué fue eso?

Salí de mi trance temporal y levanté la vista hacia arriba observando a Cameron mirándome con el ceño fruncido.

—¿De qué hablas?—Pregunté limpiando mi rostro y enderezando mi postura.

—Justin te pasó por el lado como si no te hubiera visto. ¿Están enojados?—Preguntó inocentemente.

No le he dicho a Cameron que Justin y yo terminamos, porque sé que se sentiría muy culpable y no quiero hacerlo sentir mal después que está tan feliz de volver a ver a su madre.

Al ver mi silencio, volvió a preguntarme.

—¿Qué pasa preciosa?

—Estamos más que enojados, Justin terminó definitivamente conmigo.

Se me hizo un nudo en la garganta al pronunciar esas palabras, era como si tragara una piedra por mi garganta, era estresante y muy triste saber que lo he perdido.

Cameron me mira con una mirada de terror.

—¿Terminó contigo? ¿Estás bromeando?

Estrujé mis ojos y mordí mi labio inferior que temblaba.

Ámame Sin Importar Qué #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora