Capítulo 09.|No volverá a ocurrir.

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Acurrucada en su pecho pasamos mucho tiempo en silencio. Sus manos masajeaban mi espalda mientras el agua caliente de la tina nos relajaba. Sentía su corazón latir tan fuerte en su pecho, sabía que estaba feliz de tenerme aquí, pero a la vez lo conozco perfectamente y sé que está nervioso y preocupado.

Me despegué de su pecho y lo miré a los ojos, estos me miraron inmediatamente.

—¿Pasa algo?—Le pregunté mientras sus manos ahora se movían por mis caderas.

Una de sus manos subió a mi mejilla y la acarició dulcemente mientras yo me derretía con su tacto.

—¿Estamos juntos de nuevo, cierto?—Me preguntó con voz temblorosa.

Oh, es eso. Sabía que por algo estaba tan tenso. ¿Estamos juntos de nuevo? Es muy sencillo responder eso.

—Yo no me iré a ningún lado, no otra vez, quiero quedarme contigo siempre.

Justin apretó sus manos en mi cadera haciéndome levantarme un poco de la sorpresa.

—¡Te amo, te amo demasiado!—Me acercó a su pecho apretándome contra él.

No podía ocultar mi sonrisa, no sé porqué había sido tan tonta en estar huyendo de él sabiendo que no podía vivir lejos de sus brazos por mucho tiempo.

—¿Ya te diste cuenta que jamás te librarás de mí?—Dijo divertido y pude sentir su sonrisa mientras besaba mi cabeza.

—Sí, y estoy contenta por eso.—Besé su pecho rodeándolo con mis piernas y manos.

Sonreí. Me acabo de dar cuenta de que es hora de pensar en mí, en lo que yo quiero, y dejar de hacer felices a los demás acosta de mi infelicidad. Yo merezco esto, merezco estar con él, Justin me ama y me ha amado siempre, y yo no puedo ocultar el amor que siento por él. Me di cuenta que Jessica y yo difícilmente volveremos a ser amigas, y que mientras el tiempo se encarga de eso, yo no voy a ser infeliz, si tengo mi felicidad abrazándome como si de eso dependiera su vida. Yo no lo dejaré, no me separaré de él, no permitiré que otra chica ocupe mi lugar, jamás. Justin es mío y yo soy suya.

—Se me olvidó decirte que mañana Ricardo el abogado que mi padre contrató para el caso de mi tía, estará en la ciudad, el juicio es el lunes y mi padre me dijo que te lo comunicara, le serás útil en muchas cosas a Ricardo.

Justin me escuchó y asintió antes de besarme la mejilla.

—Perfecto, ya sabes que puedes contar conmigo.—Me sonrió con esa sonrisa que solo reserva para mí.

—Sé que tenemos muchas cosas que contarnos, pero la verdad es que no quiero hablar, al menos no ahora.—Dije con mi lado descarado y Justin rió despacio.

—¿Y qué es lo que quieres hacer?—Me acomodó en su regazo sosteniéndome de mi trasero.

Con un gemido de placer rodeé mis manos por su cuello y lo atraje hacía mí.

—¿Por qué no lo averigua, Señor McBroom?

Con una enorme sonrisa en su rostro, acercó sus labios a los míos uniéndonos en un beso necesitado. Sus manos no encontraban sitio, andaban por todo mi cuerpo como si lo estuvieran venerando. Sus besos siempre me han dejado sin aliento, pero este me ha dejado sin sentidos. Su lengua era un vaivén de emociones, mientras se juntaba con la mía para hacer la combinación perfecta.

Se separó de mí tomando aire para sus pulmones.

—¿Estás segura?—Dijo con la voz en un hilo.

—¿Por qué siempre me preguntas si quiero estar contigo?—Dije entre confundida y adorada, este hombre es tan maravilloso.

Ámame Sin Importar Qué #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora