Capítulo 15.|Salvar la amistad.

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Mi departamento estaba en total silencio, un silencio que asustaba. Justin y yo entramos cerrando la puerta detrás de ambos y lanzándonos al sofá.

—¿Dónde estará mi padre?—Pregunté extrañada al no sentirlo por ningún lado.

—Sé que no te gustará escucharlo, pero puede que esté con Claudia, es fácil de adivinar.—Me explicó Justin.

Lanzando un suspiro de cansancio, lo entendí.

—Sí, como no lo pensé antes.—Dije con puro sarcasmo.

Justin se sentó a mi lado rodeando su brazo por mis hombros.

—No te estreses, tu padre es grandesito y sabe lo que hace.

—Sí, por supuesto que sabe lo que hace. No me hagas reír Justin.—Puse los ojos en blanco llena de enojo.

Lo escuché suspirar de frustración. Sé que esto no lo tiene muy contento tampoco pero también sé que ya está cansado de mi actitud frente a mi padre. Lo sé, parezco una niña infantil, pero no me importa, yo no voy a apoyar esa relación.

—¿Qué es esto?—Tomé una pequeña nota que estaba al lado del teléfono.

La abrí y efectivamente, eran las letras de mi padre.

"Preciosa, me fui a Arizona antes de que llegaras de la universidad, perdóname por no despedirme de ti como es debido, pero no quiero volver a discutir contigo, eres mi hija y me duele. Recuerda que te amo y que nunca dejarás de ser mi razón de vivir."

Tu padre.

Lancé un largo suspiro lleno de tristeza.

—Se fue, se fue a Arizona para volver a la ciudad y vivir con la...—Tomé una respiración larga.—con ella.

Justin me quitó la nota de las manos y me apretó los hombros cariñosamente.

—Nena, sabes que te amo y que siempre voy a estar de tu lado, pero tu padre ya es un hombre hecho y derecho, no puedes interferir en sus desiciones.

Quisiera enojarme con él en estos momentos, por ser tan comprensivo y por decirme la verdad, pero no puedo, él sólo quiere ayudar.

—Como sea, ya no quiero pensar en eso.

—No quisiera irme pero mi madre quiere verme, tengo días que no voy a visitarla.

Lo miré a los ojos enderezándome para estar frente a él.

—Claro que sí amor, no te preocupes por mí, ve y hazle compañía a tu madre, ella te necesita.—Dije mostrándole una pequeña sonrisa.

—Pero tú también me necesitas.—Susurró acariciando mi mejilla.

Sonreí pegando mi frente a la de él.

—Yo siempre te necesito, pero tienes mucho sin ver a tu madre. Además, yo te tengo siempre, no quiero quitarte tu tiempo con tu madre, ve y visítala, recuerda que eres lo único que le queda.

El sonrió y depositó un pequeño beso en mis labios.

—Si necesitas algo no dudes en llamarme, estaré aquí lo más rápido que pueda.—volvió a besarme.—Te amo.

Se fue cerrando la puerta detrás de él.

Suspiré sentándome nuevamente en el sofá cubriendo mi rostro con mis manos. Justin tiene razón, mi padre ya es bastante grandesito para hacer lo que hace, aunque me atormente, debo hablar con él, necesito escuchar su voz. Tomé el teléfono y marqué el número de la comisaría donde mi padre trabaja.

Ámame Sin Importar Qué #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora