Capítulo 21.|Lo que necesitaba.

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Cuando Justin y yo volvimos donde estaban todos en la galería de artes, mi cara no era la más presentable que digamos. Tenía los ojos algo cristalizados y mi cuerpo temblaba, de no ser porque Justin me tenía abrazada a él hubiera caído al piso sollozando.

Mi padre al tener su cerebro entrenado como un policía, me llenó de preguntas de que me pasaba, yo sólo le contestaba que estaba algo cansada y que quería volver a casa, no muy convencido aceptó y salimos de la galería después de que mi cuadro fuera contemplado por todas las personas del lugar, llenándome de elogios y palabras bonitas. Lancé mi bolsa al sofá y estrujé mi rostro con frustración. Mi padre se fue a dejar a Claudia a su casa, y Justin me acompañó al departamento.

Lo sentí detrás de mí, pero no hablaba, solo escuchaba su respiración y podía sentir lo que quería hacer en este momento, que era ir a buscar a Parker y volverlo papilla con sus propias manos. Me di la vuelta y lo miré a los ojos, los de él se toparon con los míos, se estaba mordiendo su labio inferior y sus manos estaban convertidas en puños.

Yo aún tiemblo, demasiado para mi gusto.

—¿Estás bien?—Le pregunté.

Frunció el ceño mirándome como si estuviera loca.

—No, no lo estoy, pero es una pregunta que debería preguntartela yo a ti.—Se acercó a mí lentamente tomando mi rostro en sus manos.—¿Estás bien?—Me preguntó con el rostro lleno de preocupación.

Negué con la cabeza bajando la mirada.

—No, tengo miedo, tengo miedo de que vuelva por mí y me haga daño una vez más.—Estaba temblando como nunca.

Justin me tomó la barbilla y subió mi mirada mientras sus ojos se encontraban con los míos.

—Si ese imbécil se atreve a ponerte un dedo encima, yo no voy a responder de mis actos. Jamás, escúchame bien, ese tipo no volverá a joderte la vida. Te lo prometo.—Besó mi frente haciéndome lanzar un suspiro.

Me separé de él limpiando una lágrima traviesa que bajó por mis ojos.

—¿Puedo pedirte un favor?—Lo miré con los ojos llenos de angustia.

—Lo que quieras, Debs.—Pasó sus dedos por el contorno de mi rostro y mis labios.

Suspiré y toqué sus brazos clavando mi mirada en él.

—Quédate está noche conmigo, por favor no te apartes de mí.—Rogé con voz nasal estallando en lágrimas como una tonta.

Me apretó en sus brazos mientas yo me desahogaba entre sus brazos.

—No tienes ni que pedírmelo. Me quedo contigo, toda la vida si es necesario.

Me aparté de su pecho y levanté la vista para mirarlo. Se siente tan increíble poder tenerlo en mi vida, las cosas no han sido fáciles, pero ha valido la pena todo esto y lo amo, yo no sé que sería de mí sin él.

—Gracias, gracias por estar aquí y por estar siempre. Te amo.

Justin sonrió débilmente.

—Yo te amo como no tienes idea. Nunca me des las gracias por amarte como lo hago.

Besó mis labios tratando de decirme con ese beso lo mucho que me amaba.

Eran las dos de la madrugada y yo no podía conciliar el sueño. Justin abrazaba mi cuerpo por mi espalda y sentía su respiración calmada en mi cuello. Yo no podía cerrar los ojos sin que me viniera a la cabeza la imagen de Parker. Era frustrante tener que lidiar con mi pasado una vez más. Parker es peligroso y lo supe mucho antes de que me hiciera daño, es un tipo demasiado áspero y en su actitud se nota que le gusta hacer lo que le da la gana con quien le plazca y yo fui testigo de eso. Volver a verlo ha sido como un valde de agua fría en plena tormenta de nieve. Parker es una basura y los recuerdos de el peor tiempo de mi vida volvieron a mí al ver su mirada llena de deseo y de desesperación por volver a tenerme. Tengo miedo, no puedo ocultarlo, y saber que pueden correr peligro personas que quiero me llena de pánico.

Ámame Sin Importar Qué #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora