MI OBSESIÓN (Poché G!P)

Capítulo 27

POV CALLE.

La posibilidad de que Poché tuviera perdida temporal de memoria al despertar, era más del 90%

Me siento idiota por intentar ponerle una barrera a esa idea, porque hoy ya es un echo y no puedo hacer nada. Ni siquiera estuve preparada, todo fue una sorpresa. Pero el echo de que el amor de mí vida, no me reconozca, fue el golpe más doloroso que me pudo dar la vida.

Me trata mal, le importa un carajo si estoy esperando un bebé suyo. Esta irreconocible.

Los recuerdos de lo que fuimos, de lo que hicimos, de lo que hemos pasado juntas, de las veces que soñamos con un futuro, con una familia. Me atormentan.... Ella me está matando lentamente. No sé cómo hacer para calmar el dolor creciente, en mí pecho. La realidad es cruel y desgarradora, pero sigo resistiendo por mi bebé.

Sí.

MI BEBÉ.

Porque ella ya no será parte de su vida, no lo merece. Que haya perdido la memoria no le da derecho a tratarme como la mierda. Que dude de mí palabra al decir que este bebé no es suyo, me quema la piel. Que mierda se cree? Me encerró por todo un mes en su maldita casa. Con quién se supone que cogí todo ese tiempo? Pero claro, la niña no recuerda ni madres y yo me tengo que aguantar.

Pues no.

Que se vaya al carajo.

Se me acabó la paciencia, aunque no el amor que siento por ella. María José Garzón es el amor de mi vida y siempre será así, pero todo tiene un límite. Y ella lo sobrepasó la última vez que la vi en el hospital. Vale intentó retenerme y fue en vano, me disculpé con ella y desaparecí. Seguramente cuando la necia de María José, recupere la memoria, vendrá corriendo a pedirme disculpas, como siempre que se equivoca. O tal vez no. Quizás esto estaba ya escrito y tenía que suceder justo así.

Que difícil es resignarme.

Más difícil es dejar que amarla como lo hago.

Por ahora prefiero ocupar mi cabeza en mis clases de reposteria, al principio del siguiente mes terminó y me graduo. Antes el curso era una excusa para prepararle postres delicioso, a Poché. Ahora tengo un nuevo objetivo, levantar una pastelería. Algo mío que me permita sustentar a mi bebé, un sueño que lograré aunque me cueste mucho.

Cuando salí esta tarde de mis clases, me dirigí a casa en mí coche. Me sentía depresiva y jodidamente triste, aunque quisiera evitarlo. A mitad de camino, mi celular comenzó a sonar y me puse los manos libres para responder.

_ Diga.

_ Calle, no me esperaste hoy. Que sucede?_ era Madison mi amiga.

_ Oh lo lamento Mady. Salí con prisa_ fui sincera. No tenía la cabeza en su sitio, últimamente.

_ Puedes venir a mi casa? Tengo cosas que contarte y hoy no me has echo ni puto caso.

_ No lo sé, es un poco tarde..._ intenté negarme.

_ Venga, te quedas esta noche y así te relajas de ese tormento llamado Poché_ sonreí con tristeza deteniéndome en el semáforo_ anda Calle, tengo helado de chocolate y Kit Kat.

_ Está bien, por hoy voy a seder a Tu chantaje emocional. Nos vemos ahora.

_ Esa es mi chica! Nos vemos aquí.

Colgué y me quité los manos libres, la luz cambió a verde y aceleré. Me detuve frente a la casa de mi amiga y vi las luces apagadas, desde mi coche. Todavía el sol no se ponía, pero igual no me gustaba estar sola fuera de casa, nunca me ha pasado nada, pero Kim y María José siempre recalcan que debo tener cuidado y mantenerme segura en casa. Mi amiga no tardó en bajarse de un Uber, apenas me vio, sonrió ampliamente.