MI OBSESIÓN (Poché G!P)

Capítulo 28

POV POCHÉ.

Que caprichosa es la vida. Pensé que me recuperaría pronto, pero por lo que veo, pasan los días y sigo sin poder mover ni un dedo de mí pie. Hoy me estaba alistando para ir al hospital y me vi la cicatriz casi invisible, en mi muslo derecho. Todo sigue estando confuso para mí, no recordar es insoportable. A veces me pregunto cómo sería si no hubiese perdido la memoria, y todo fuera bien con Daniela. Ayer mi hermana me informó que hoy Daniela tiene una sita con el ginecólogo. El doctor Vera. Así que no tuve mucho tiempo para decir que no iba. Me aliste a las dos de la tarde, pues la consulta era a las tres y Valentina estaba impaciente. Desde que Daniela confirmo que estaba embarazada, no ha ido a hacerse revisión. Mi hermana fue quién me lo dijo, también me comentó que Daniela quería que yo estuviese presente para escuchar los latidos del bebé y saber su sexo. La verdad si me ilusiona esto del bebé, pero todavía estoy un poco escéptica.

Cuando llegamos al hospital, Vale empujó mi silla por los pasillos. Fuera de la consulta ya había gente. Entré Daniela, el que supuse era su padre por el gran parecido y otra chica más que no tenía idea de quién era. Daniela y ella hablaban animadamente, hasta que se dieron cuenta de nuestra presencia.

_ Hola.

Saludo la castaña, miró a Vale y luego a mi. Su mirada avellanada es la más linda que vi antes, el reflejo de mis ojos en sus pupilas, me dejo casi sin aire. Lo se, es muy cursi. Pero es lo que siento con Daniela.

_ Hola, hemos llegado a tiempo?

_ Sí, nos toca en..._ miró su reloj de pulsera, con el ceño fruncido_ diez minutos.

Daniela me miró otra vez. Juraría que quería decirme algo, pero se dirigió a la chica que estaba a su lado.

_ Miren, ella es Madison. Madison, ellas son las hermanas Garzón.

Vale carcajeo por eso y yo todo lo opuesto.

_ Mucho gusto Madison.

Mi hermana y la chica guapa, estrecharon sus manos. Mientras tanto yo me comía a Daniela con mi mirada. El embarazo le sienta muy bien.

_ Poché?_ se dirige a mí y me quedo congelada_ te están saludando.

Me fulmina con la mirada y yo miro la mano de la tal Mady, extendida hacia mí persona.

_ María José_ estrechó su mano porque Daniela me está mirando.

_ Madison, es un gusto.

Ella sonríe pero se nota la antipatía con que lo hace...

_ Hola Poché, qué bueno verte.

El señor que estuvo todo el tiempo a un lado, se acerca a mí y me abraza. Yo obviamente no me espero eso, así que demoró unos segundos en devolver su gesto.

_ Hola.

Nos separamos y el palmea mi hombro cariñosamente.

_ Oye, te ves mucho mejor eh_ sonrió y asiento.

_ He tenido mejores tiempos, señor.

_ Poché quedamos en que solo me llamarías Germán, no soy tan viejo cómo parece.

Me rio y escucho también la risita de Daniela.

_ Siento interrumpir, pero ya es hora.

Una voz masculina atrae mi atención. Un señor joven, con cara de galán de telenovelas cuerpo trabajado, está mirando a Daniela. Enseguida endurezco el gesto y veo cómo se saludan, como si se conocieran de siempre y fueran cercanos.

_ Entremos.

Todas seguimos al doctor, Vale y yo somos las últimas en entrar. El tal Vera le pide a Daniela, que se meta en el baño y se ponga una bata para comenzar con la ecografía. La castaña hace lo que le piden y todos la esperamos con ansias a que salga.