Daniela Calle, una castaña de alma soñadora que trabaja cómo mesera en un prestigioso restaurante. La vida de la castaña no era perfecta, pero se sentía feliz junto a su padre y su hermana menor. Una noche común y corriente, entro al restaurante una...
Disfruto de la dulce sensación que deja la boca cliente de Daniela en mi polla, siento que en cualquier momento me voy a correr pero intento aguantar lo más que puedo. Ella disfruta chupando mi polla y se mete toda mi longitud en su boca, lo chupa y lame el glande al salir.
_ Te gusta?_ me pregunta con voz sensual.
_ Me encanta, pero quiero estar dentro de ti ahora.
Hago que suba y quedé a mí altura, ella se posiciona a horcajadas sobre mi y nos besamos salvajemente. Cierro los ojos al sentir como su mano guía mi polla hasta su entrada y se desliza por su vagina resbaladiza.
_ Poché!_ gime Daniela y comienza a montarme.
_ Sigue_ gruñó y sujeto con fiereza sus caderas para empujarme más dentro de ella.
Daniela me besa y muerde mi labio inferior en el proceso. Dejo que ella lleve el control y sigo su ritmo empujando con mis caderas. Aunque quiero seguir besándola no puedo porque necesito aire, nos separamos y no puedo ver su rostro con claridad por la penumbra de la habitación. Pero si veo cómo hecha su cabeza hacia atrás y acelera el movimiento de sus caderas. Dios! Esta mujer me volverá loca...
_ Poché!
Grita mi nombre y siento que no aguanto más, pero no quiero que esté momento se acabe. En un ágil movimiento la dejo debajo de mí y ahora soy yo quién tiene el control.
_ No quiero correrme tan pronto_ la beso y ella me aprisiona con su mano en mi nuca.
Comienzo a moverme lento, entrado y salido. Daniela gime en mi boca y meto mi lengua para comenzar a acariciar la suya. La chupo con devoción y parece que eso la calienta aún más. Siento como su vagina se aprieta alrededor de mí polla y se que está tenido un orgasmo.
_ Daniela_ gruño.
Hago mis embestidas más rápidas y certeras y ella enreda sus dedos en mi cabello, tira un poco de él mientras su cuerpo tiembla debajo de mí y sus gemidos retumban en la habitación. Verla en ese estado de saciedad me hace llegar por fin a mí éxtasis. Siento mis piernas temblar y doy dos últimas embestidas para quedar totalmente devastada sobre ella. Nuestras respiraciones no se ponen de acuerdo, nuestros cuerpos sudados y todavía puedo sentir como su cuerpo tiembla ligeramente.
_ Oh Dios!_ exclamó casi sin aire y salgo de su interior para quedar a su lado.
_ Te amo_ siento que se acerca más a mí y me abraza. Beso su cabello y sonrio.
_ Yo te amo hasta el infinito.
Ella se ríe y en pocos minutos nos quedamos dormidas otra vez.
(...)
El sol entra por la ventana y me pega en la cara. Abro un ojo y me giró entre las sábanas en busca de mi amor, pero no la siento a mi lado.
_ Gordi?
No obtengo respuesta, pienso que de seguro está con los niños desayunado. Me levanto y hago mi rutina de aseo personal. Minutos después salgo del baño ya vestida y me dirijo al salón. Sonrió al llegar y ver la escena, me recuesto al marco de la puerta que da al salón y los admiro en silencio. Los gemelos están sentados en el sillón individual, cargando a su hermanita mientras Daniela los ayuda y les hace fotos con su celular. Mi mujer es adicta a guardar digitalmente estos momentos maravillosos. Creo que se le pegó de Vale.
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_ Gordi, Buenos días_ dice mi amor al girarse y notar mi presencia.
_ Mami!_ grita Oli al verme y Daniela tiene que cargar a Sami porque él quiere bajarse del asiento.
Oliver sale corriendo hacia mí y lo cargo para llenar su carita de besos. Poco después siento que tiran de mi chándal y bajo la vista para ver a Aarón. Los cargo a los dos y me voy al sofá para sentarme. Calle se acerca y se inclina para besarme, Oli rápidamente pone su manita en mi cara para separarnos.
_ No_ dice negando con su dedito, como regañando a Daniela.
Nos reímos.
_ No quieres compartir a mami conmigo?_ mi hijo niega otra vez y nos reímos más_ por qué cariño?_ le pregunta Daniela.
_ Mami mía_ se señala con su manito y me lo como a besos.
_ Y yo?_ pregunta Aarón haciendo puchero y también me lo como a besos.
Mi amor se sienta a mi lado y sonríe viéndonos. Los gemelos se bajan y salen corriendo hacia un montón de juguetes que tienen tirados en la alfombra del salón.
_ Viste como es tu hijo? Ahora resulta que no puedo besarte_ dice mi amor entre risas.
_ Ya ves. Soy una chica popular no es mi culpa.
Calle golpea mi hombro y me da a la bebé.
_ Pues no, porque también eres mía_ hace un puchero que beso y se pone de pie_ voy a preparar el desayuno, cuida de ella.
_ Señor si señor!_ hago un saludo militar y mi amor se va riendo a la cocina_ Hola pequeña bolita.
Le digo a mi hija y la acuesto boca arriba en mis muslos. Sus ojos me recuerdan a los de Daniela, son del mismo color y trasmiten la misma paz, su manito agarra mi índice y lo aprieta. Es tan hermosa mi niña.
Los gemelos llegan hasta mí y me insisten para que les ponga sus caricaturas, lo hago y me quedo con ellos viéndola desde el sofá.
Gracias a Dios todo marcha bien, la cadena hotelera va viento en popa, no sabía que ser empresaria era tan trabajoso pero puedo decir que me siento bien con lo que hago. Daniela también se ve feliz con su pastelería, aunque cuidar de nuestra pequeña le consume casi todo el tiempo, es natural, Sami solo tiene tres meses de nacida.
Por otro lado, Kim y Vale decidieron oficializar su relación cuando mi hermana regreso de Europa. No les pudo explicar cómo me puse al principio, no me cabía en la cabeza que ellas dos estuvieran juntas. Pero después de una larga y fructífera conversación con mi amor, termine cediendo. Como hermana mayor quiero lo mejor para Valentina, no quiero verla sufrir nunca y siempre intento protegerla, pero la vida no es así. Daniela me hizo ver que cada cuál debe tropezar y levantarse, que siempre no puedo querer proteger a Vale porque ella ya es una adulta y debe tomar sus propias decisiones. Le dije a mi mejor amiga que si le hacía daño la mataría, literal. Pero se que mi hermana estará bien al lado de Kim, la conozco y confío en ella.
Mi suegro está muy complacido de ser abuelo por tercera vez, viene a casa cada tarde y nos ayuda muchísimo con los niños. Juliana por otra parte, está orgullosa de ser tía, adora jugar con los gemelos y ellos la quiere mucho también. Pero se imaginan el caos con tres niños y una bebé, jugando, corriendo, llorando y gritando cada tarde.
A pesar de todo, amo cada minuto que comparto con mi familia. Daniela y yo tenemos muchos planes, incluso queremos comenzar con los preparativos para nuestra boda. Cuando me lo dijo la primera vez, me sentía emocionada, pues yo llevaba mucho tiempo queriendo pedírselo. Pero ya ven, ella se me adelantó.
Hoy miró atrás y no sé que sería mi vida sin Daniela, ella es el motor impulsor de mí existencia. Estoy supremamente orgullosa de mi misma y se que todo el cambio se debe a ella. Mi mujer, mi niña mimada, mi pedacito de cielo, mi orgullo, mi razón de ser y mi todo. Sin duda alguna Daniela Calle siempre será "Mi Obsesión"
