MI OBSESIÓN (Poché G!P)

Capítulo 32

Los siguientes días fueron de depresión. Deje de comer, no salí de mi habitación ni siquiera para ir a mí reabilitasion. De echo, con eso me di por vencido. No tiene sentido, siento que ya no soy útil en la vida de nadie. Me siento de la mierda, no sé en qué momento me puse así de mal, pero ya simplemente no me importa.

Me acurrucó más entre las sábanas y escucho que se acercan pasos por el pasillo, fuera de mi habitación. Seguidamente la puerta se abre y mi hermana entra, me molesta la claridad así que escondo mi cara en las sábanas.

_ Hermana?_ me llama pero no tengo ganas de responder_ estás despierta Poché?

_ Que quieres enana?

Escuchó un suspiro y siento sus pasos hacia el ventanal a un lado.

_ Tienes que vestirte, Calle ha venido.

Mi corazón se acelera enseguida, de solo escuchar su nombre. Que hace Daniela aquí? En el estado que estoy, supongo que mi hermana tiene algo que ver. Pero el que Daniela este aquí, no hace que mi realidad sea diferente. Soy una maldita parapléjica, que no tiene nada que ofrecerle. No a ella, que es una gran mujer y la más hermosa que conozco. Merece algo mejor.

_ Yo no la llamé, si está aquí es por ti. No quiero hablar...

_ Daniela está aquí por ti_ creo que mi hermana tiene un plan para volverme loca, he dicho que no quería hablar y ella sigue_ no te comportes como una idiota, otra vez. Calle solo vino porque yo se lo pedí_ lo sabía, no está aquí por mi, sino porque Valentina se entrometió.

_ Entoces tu deberías atenderla, es tu visita, no la mía. Cierra las cortinas y déjame en paz.

_ Poché...

_ Es mi última palabra, no quiero discutir Valentina.

Escuché cómo refunfuñaba y salía dando un portazo. Esta niña me hace perder la paciencia, ella no entiende nada. Quiero estar con Daniela, pero no soy buena ni para mí misma, menos lo seré para Daniela. Creo que no seré buena ni siquiera para mis hijos. Escuché nuevos pasos en el pasillo y maldije pensando que sería mi hermana. Cuando Daniela entró en mi habitación, se me fue el aliento con su inconfundible aroma. Por alguna razón a veces tengo la sensación de que su aroma está en mi piel. Cursi y raro. Pero es lo que es.

_ María José?_ escuchar mi nombre en sus labios, me eriza la piel_ se que estas despierta_ pero no digo nada. Ella no debería estar aquí_ Poché_ un suspiro de su parte y siento su peso a un lado de la cama, respirar me está siendo imposible, con mi cara tapada por la sábana_ entonces me quedaré aquí sin decir nada.

Siento como se acerca a mí cuerpo, pero sigo quieta y no es porque quiera, sino, porque no puedo. Mi cerebro se detuvo en el instante en que sentí como pasaba su brazo por mi abdomen.

_ Que haces?_ pregunté con voz ronca. Que me estaba pasando? Si Daniela se daba cuenta, pasaría vergüenza con ella.

_ Por qué no comes?_ su mano acariciando mi abdomen por encima de mi playera.

_ No quiero hablar_ detiene su movimiento y se acerca a mi.

_ Dime, por qué estás así?_ pero me quedo callada_ Poché, ahora parece que todo es malo, que no podrás con esto. Pero no es así, tu eres muy fuerte.

_ Hasta la persona más fuerte tiene su debilidad, no crees?_ siento un suspiro de su parte_ agradezco que estés aquí, pero ya me he rendido....

_ Cómo?_ ella me destapa la cara y pongo una mano en mis ojos por la claridad de la ventana_ de que hablas, María José? Acaso no eres tú quién nunca se rinde_ negué_ por qué has dejado de ir a la reabilitasion?