Las inmensas preguntas

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Fausto, Paty y Pedro

Hace unos días, el mismo en que se asignaron las TAE para los de tercero. En la sala de maestros, tanto los dos docentes de teatro como el coordinador estaban sentados discutiendo, más que nada, sobre un asunto pendiente.

— La chica llegará en unos minutos, la daré de alta en tercero de manera manual, tal y como lo sugirió su madre. Me parece curioso como la situación se ha dado exclusivamente con los chicos de teatro y dos semestres consecutivos. — Pedro decía con cierto aire confundido.

Tras decir ello sorbe un poco del termo donde guarda chocolate caliente.

El coordinador viste sus acostumbradas corbatas, aunque ha cambiado su saco formal por chamarras más abrigadoras, viste en un tono otoñal resaltando sólo una bufanda roja cosida por su madre.

Antes de responder, Fausto tiene una ligera risita nerviosa, el maestro está vistiendo de blanco y azul claro, trae un suéter sencillo, con manchones de tintas en la mangas debido a que estaba terminando los planes de estudio de sus materias hace unos días, tomaba un té negro con dos de azúcar: — Los jóvenes siempre son impredecibles, también la administración reciente que les está dando muchas libertades. En mis tiempos de estudiante recuerdo que podía tranquilamente tomar las clases en la mañana y teatro por la tarde.

— Tal vez fue porque tus padres no se preocuparon por que volvieras a casa, su madre se mira comprensible al pedir que ella solo haga las materias necesarias para que siga sus clases sin problemas. —Menciona Paty.

La maestra ha perdido algunos Kilos durante las semanas de vacaciones, desde que comenzó a trabajar en su investigación se le ve mejor anímicamente y en salud. Su semblante se ve corregido, aunque solo es el inicio de un tedio proceso. Se le ve con una chamarra rompevientos negra, pantalón de mezclilla gris, botas y guantes, que parecen ser fundas de sus nudillos.

— A todo esto, creo entender por qué nos has citado Pedro, debo apelar a la libertad de cátedra el hecho de que decidimos pasar de semestre a la chica, aunque al final no nos dejó el sistema.

Antes de responder Pedro se quita sus lentes para limpiarlos del vaho, estos tiempos de frío se empañaban constantemente, por lo que tener siempre un paño a la mano, junto al estuche de sus cristales era de mucha ayuda, mientras los limpia, corrige al maestro: — Nada de eso, entendemos su empatía al querer hacer pasar a a la alumna, aunque espero que solo sea una ocasión especial. La razón por la que los traje acá es porque les tengo una pequeña oferta.

— Mmmm... es agradable un cambio de aires, normalmente nos traían acá por un problema — Paty.

— Más o menos, como saben, teatro se quedó solo con diez alumnos, dos menos que el mínimo requerido para que la materia salga a flote.

— ¿Registrará la materia de forma manual y así evitaremos problemas? — Fausto.

— Tal vez, pero queremos probar algo primero. ¿No han considerado que su TAE sea la primera que admita alumnos de diferentes grados?

— ¿Se puede hacer eso en el sistema? — Paty.

— Hasta donde sabemos sí, podríamos acondicionar los horarios de los chicos de tercero que se inscriban y así tendrían una cantidad estable de alumnos. Eso sí, necesito que me confirmen en este momento, antes de que ofertemos las TAE a los alumnos.

— ¿Habrá un pago extra por darle clases a diferentes grados al mismo tiempo?

— No podemos hacer eso, dado que teatro no es una TAE de semestres consecutivos, por lo tanto no tenemos el dinero asignado de teatro para un grado más, pero así les aseguramos que no tendrán problemas con la cuota de estudiantes.

Nuestro Dramático Taller 2- ConflictoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora