Nuestro Dramático Taller 2- Conflicto

Improvisación: Frase Dramática de Alicia

Alicia: "En la época actual, en un restaurante de mala muerte una madre soltera queda de verse con su enamorado, un chico quien dice amarla con locura, no obstante, la chica no sabe cómo decirle que lo suyo no puede darse, ya que el padre biológico del hijo ha vuelto a su vida para buscar recomponer las cosas. En esta historia donde los dos no saben aún que no están enamorados el uno del otro, sino simplemente es una ilusión de amor."

Notas de la corrección de Alicia: Debo decirles ante todo que no sé si esta es mi mejor versión, es decir, mis compañeros me dieron el visto bueno y hasta cierto punto yo me sentía convencida de mi trabajo, no obstante ahora creo que mis sentimientos se han amainado ante la duda. ¿Es esta mi mejor versión?, con mucha claridad puedo decir que no, estoy segura que con tiempo y esfuerzo puedo escribir algo mejor, estoy más que segura que los buenos trabajos no son resultado de un chispazo artístico sino de un trabajo duro y hábito frecuente por querer mejorar. Bueno, siento que me estoy poniendo demasiado reflexiva con ustedes sobre este tema, no teman, no me estoy excusando sobre lo que les entrego, es solo que... si la próxima oportunidad nos dejan presentar una escena de conflicto, bien montada, ensayada y con algo que una improvisación tendrán no solo la mejor versión de mí, sino de los que estén conmigo como compañeros. Perdón por explayarme, es momento de demostrarle lo que podemos hacer con esta frase y la experiencia en la escena que nos han dado.

Sabor a despedida

Alicia González

Personajes:

Dalia: Fabiola Rodríguez

Carlos: Ryu Romero

Mesera: Alicia

Escena: Una cafetería en tiempos recientes, en medio de la escena una mesita con dos bancos, fuera de escena la barra. Dalia y Carlos acaban de llegar, son pareja aunque no es muy evidente a la vista.

Acto único

Dalia: ¿Vas a tomar asiento?

Carlos: Ya voy es solo que... no te gusta la atmósfera del lugar

Dalia: ¿A café de viejitos?

Carlos: Para nada es un café de viejitos, me refiero a los matices en el ambiente, es decir el aroma al café recién servido, la atmósfera producida por la música de un calmado jazz y lo bohemio que se ve una mesa así a la luz de la noche iluminado por las estrellas y por supuesto tu mirada.

Dalia: Pues a mí no me gusta si quiera ese tipo de música, te había dicho Carlos, no lo tomes como un regaño, sino como un consejo este no es el tipo de lugares que acostumbro. De hecho si no fuera por ti nunca me había percatado que existía un café así ¿19 días y 500 noches?, ni siquiera tiene sentido su título.

Carlos: ¿Acaso nunca escuchaste a Sabina?

Dalia: No, ¿acaso me ves la cara de escuchar música así?, lo mejor es que me hubieras llevado a un bar en regla, mínimo la música de allá puede cubrir tus comentarios falsos y fuera de lugar.

Carlos: ¿Cómo que falsos?

Dalia: Suenas muy plástico, como alguien que tiene frases preconstruidas para tratar de sacar el mejor partido con las mujeres. Siento que así es como caí en tus mentiras.

Carlos: Te juro que lo que digo no es al aire y lo que siento por ti fuera de ser preconstruido es genuino.

Dalia: Nombre, que bien actúas, a veces casi hasta me la creo.