Declaraciones y otros pasos escénicos

7 0 0
                                    

Elías Medina

-Hay algo que necesito preguntarte.

Detrás del Teléfono el guitarrista estaba en llamada con Karen, la madre de su hija, quien hasta ese momento había tenido una relajada conversación con él, se quedaba callada cuando escuchó esa oración salir de los labios de él, casi como pronosticando hacia donde se iba a tornar la plática, esperaba con todas las ganas del mundo equivocarse, es por ello que preguntó para tratar de anular el silencio en la habitación: - ¿Sobre qué? -Decía ella, con un tono serio.

-Creo que podrías darte una idea, ¿sabes qué día es hoy?

-Miércoles.

-14 de Febrero.

La chica, quien hasta ese entonces se estaba alistando para ir a su trabajo de limpieza doméstica apenas caía en cuenta que era cierto. Ahora, ya consciente de la fecha recapacitaba que tan buena idea fue el aceptar esta llamada.

-Verás, estuve pensando mucho tiempo en ti una vez que las volví a ver. Sé que apenas fue hace un mes pero sigo pensando que fue ayer cuando tuve a la pequeña Janis en mis brazos, debo decirte que me siento más que nada culpable de no haber estado para ustedes estos años y te juro que de haberlo sabido...

-Sé lo que vas a decir y perdona si te interrumpo, pero tú no tienes del todo la culpa de eso, fue algo que acordamos entre tus padres y yo debido a cómo terminaste por tú accidente... además, por cómo estábamos terminando en aquel entonces.

-No puedo justificar lo que hice en el pasado, fui un egoísta y una pésima persona cuando quería terminar contigo al pensar que no era mío el bebé, pero sí puedo remediar las cosas en este momento. Karen, quiero recuperar el tiempo perdido, quiero más que nada estar contigo y mientras más lo pienso, más tengo las ganas de quererme ir contigo.

-Elías, por favor, te pido que no vuelvas a decirme eso. Tú tienes todo un mundo por delante, yo no te pido nada, mucho menos voy a dejar que abandones en donde estas para seguirme porque...

-Tú no necesitas pedirme nada, de verdad quiero irme contigo.

-Si de verdad quisieras me hubieras buscado desde mucho tiempo atrás o al menos me hubieras dicho que no me fuera el día que nos volvimos a ver. Sé que en este momento estás convencido que lo mejor es que vengas conmigo pero te voy a decir algo y no quiero que lo tomes a mal. No quiero que te vayas de donde estás sin antes haber terminado todo lo pendiente que tienes. Si quieres estar conmigo demuéstrame que no eres un tibio o un melancólico y por favor acaba tus pendientes antes de escapar de donde estás. Debo irme a trabajar ya, hablamos luego.


Ryu Romero

El chico de rasgos asiáticos pidió ir al baño en medio de la clase de matemáticas, mientras se levantaba de su pupitre tomó un papelito sutilmente para depositarlo en la butaca de Elías, quien hasta ese momento no podía dejar de pensar en todo lo que le había dicho su ex hace unas horas, una vez fue depositado el papelito el guitarrista por poco y no se percata del mismo sino fuera porque Ryu le dio un empujoncito, casi por accidente, para que se percatará del mensaje, escrito en el papel estaba lo siguiente: "Necesito tu ayuda, Abraham y Griselda me han invitado a salir hoy al mismo tiempo, parece que ambos quieren contarme algo pero me citaron en lugares diferentes ¿Con quién debería ir y a quien le debería cancelar?"

Ryu de verdad necesitaba ir al baño, necesitaba orinar más que nada por los nervios por lo que habían pasado estas últimas 24 horas. La primera de las invitaciones fue el día de ayer, saliendo de la clase de teatro, en ese entonces tuvo un momento para estar a solas con Griselda en el camión, por lo general, en ese momento hablaban sobre experiencias en la clase antes tomada, era pláticas amenas, con algún que otro comentario suelto de los ejercicios de sus compañeros, es en ese momento donde ambos se daban cuenta que disfrutaban y aprendían de la clase, que, aunque no tomaran apuntes, las lecciones fueran sugerencias que iban saliendo como pequeñas notas al pie de página de sus ejercicios iban implementando poco a poco dichas palabras en su actuación. Cuando tomaban el camión podrían ser confundidos por una pareja formal, al estar tan cercanos el uno al otro incluso sin demostrar muestras de cariño ya que, la forma en que hablaban la forma en que se miraban y sobre todo la forma en la que sus cuerpos transmitían cercanía el uno del otro era imposible no darse cuenta si les prestaba atención un ojo versado en estas cuestiones.

Nuestro Dramático Taller 2- ConflictoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora