Papeles escondidos

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Fabiola y Bianca.

—¿Dónde crees que hayan quedado ocultas las notas? —Coneja, con cierto atisbo de duda hacía dicho comentario.

Fantasma se limitaba a levantar los hombros en señal de "quien sabe". Les parecía curioso como los papeles estaban tan bien escondidos que un recorrido simple no habría dado indicios de ellas y por ende había perdido su ventaja mientras más equipos entraban. De momento habían revisado entre las filas de los asientos, debajo de las primeras filas en relación al escenario y alrededor del mismo. No podían distanciarse mucho, tenían las muñecas de un brazo pegadas con cinta una con la otra por indicaciones de Fausto.

La forma de desplazamiento entre ambas era un curioso tira y afloja, entre el ímpetu de Coneja y el paso tanto pausado como cauto de Fantasma. Entre las dos, quien llevaba la batuta era la bailarina quien proponía sugerencias de donde buscar mientras su compañera asentía con la cabeza.

—¿Y por qué quisiste hacer equipo conmigo?, digo, no es que sea algo raro, pero, sin ofender, es solo qué pensaba que tú no eres de esas que toma la iniciativa.

—Tengo mis razones.

—¿En serio cuáles?

—Ahhhhh —Para ese entonces Bianca tenía un ataque de pánico, quería tomar un poco de distancia, esto debido a que casi salía de sus labios el contexto de la operación, más no podía hacerlo, estaba obligada a encarar esa respuesta. Meditabunda y sin saber qué hacer caía sin querer en un trance.

—Está bien, no te voy a presionar. Mejor encontremos el papel ¿vale?

Fantasma asiente, al volver de nuevo en sí.

Las chicas piensan ahora en buscar tras bambalinas, el cual está totalmente oscuro, quieren usar la lámpara del celular más resultan incómodas en buscar en la bolsa de alguna, se dan cuenta por primera vez que una es diestra y la otra zurda, justo sus manos dominantes terminaron juntas. Coneja usando su mano débil toma su celular, desbloquea como puede y enciende con la luz con intenciones de buscar a tientas un posible papel en ese lugar.


Zorrito y Tigre

Cuando vieron que las chicas habían tomado terreno en las sillas pensaron que lo mejor sería comenzar por la cabina de luz y sonido, desgraciadamente el lugar estaba cerrado por lo que tuvieron que restringirse a buscar por el proscenio, después de ello por la laterales hacia los pasillos principales.

—¿Podría preguntarte algo? —Tigre aprovechaba que eran pocos en el lugar.

—Claro, aunque no te aseguro tener una respuesta a tu duda.

—Es sobre una chica de teatro.

—Interesante, ¿Quién te gusta?

—No es necesariamente que me guste, es solo que creo tener una conexión con ella. No sé, ¿No te pasa que cuando ves a personas de hace años encuentras las encuentras totalmente diferentes a lo que fueron?

—Naturalmente, la gente cambia constantemente, incluso ahora lo estamos haciendo. De hecho con el ritmo que se regeneran nuestras células puede que en un año nuestro cuerpo sea parcialmente distinto al que tenemos en estos momentos.

—Da miedo de pensarlo.

—No tanto, pienso que es algo interesante. Si nuestra medida para desconocer a la gente es un año sin interacción, ¿a cuántas personas que consideras cercanas se han vuelto totalmente desconocidas?

—Mmm... sería una cantidad interesante.

—Como sea, ¿Quién es la chica?, me dejaste intrigado.

Nuestro Dramático Taller 2- ConflictoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora