Nuestro Dramático Taller 2- Conflicto

La magia entre nosotras

Alicia, Fabiola, Andrea, María, Selene, Brenda, Bianca, Griselda.

Las chicas se reunieron fuera del Caldero Mágico antes de pedir una mesa, la primera en llegar fue María, quien se sintió nerviosa al ver la ausencia de las demás, no obstante se fue sintiendo aliviada conforme fueron llegando; Brenda y Bianca fueron las segundas en venir, curiosamente la primera de ellas tenía una blusa alusiva a las brujas y un maquillaje en tonalidades moradas y negras, por otra parte, la segunda seguía con su forma de vestir común aunque sus calcetines tenían dibujos de gatos negros, que se notaban discretamente cuando caminaba; Fabiola fue la siguiente apareciendo en saltitos de felicidad al ver a las chicas fuera de la escuela; cuando Tsuki llegó les ofreció a las presentes unos palitos de chocolate seguido de una sonrisa que denotaba algo malicioso de su parte. Brenda le comentó que su sonrisa del grinch no ayudaba nada a su semblante, Tsuki en sus adentros pensaba "estas chicas no saben lo que le espera a su compañera de salón"; cuando Alicia llegó se le ofreció un chocolate la cual aceptó gustosa, tras ello les dijo a las chicas: —disfrutemos este día.

Por último, Griselda llegó vistiendo una falda larga con la cual, a petición de las chicas dio una vuelta mostrando un hermoso ondeo de su tela, Tsuki no podía evitar mirarla, en su cabeza resonaban ciertas maldiciones "demonios, la chica es hermosa, mira lo bien que se ven sus piernas ocultas en esas largas telas, puede que Ryu acabe babeando por ella."

Al pedir una mesa para ocho las chicas se sentaron de acuerdo a la afinidad que tenían con las otras, no por que se llevarán mal sino por que había ciertos grupos más a apegados la una a la otra, quedando en orden de las agujas del reloj a la cabeza de la mesa Andrea, después Tsuki, Alicia, Fabiola, María, Griselda, Fantasma y Espada.

Al momento que llegó la camarera, una a una las chicas fueron pidiendo sus órdenes, haciendo entre ellas acuerdos por platos compartidos y decidiendo qué tipo de bebidas tomar, la especialidad de la casa era comida frita o botana y bebidas frías a base de café o tipo malteadas y postes de pasteleria. La primera en pedir fue Alicia, quien pidió un té negro frío con una rodaja de limón y un pastel de zarzamora que tan pronto entraron quedó hipnotizada por su presencia en el mostrador; Fabiola siguió, pidiendo un expresso doble que salvo a Alicia sorprendió a las demás chicas, María no pudo evitar pensar: "por eso debe de tener tanta energía siempre, no cabe duda que ella y su pareja dan mucho miedo.", Espalda por el contrario externó su comentario: —Te pondrás como una locomotora, esperemos que no cambies de Jekyll a Mr. Hyde.

"Quien sabe de qué estará hablando", ocultaba coneja tras externar un gracias inseguro.

Para terminar de asombrar a las chicas pidió un pastel de chocolate, en una porción de gran tamaño, Fantasma no pudo evitar de pensar lo similar que era dicho pastel al que come Bruce en la novela de Matilda, en sus adentros tenía ganas de corear: "Bruce, Bruce, Bruce". Cuando ella comenzará a comerlo. Tsuki estuvo tentada a preguntar: "¿Cómo comes todo eso sin engordar" mas se contuvo.

Espada pidió un café negro, por la poca confianza que le tenían a la nueva chica nadie se atrevio a decirle "negro como tu alma" aunque a más de una le pasó por la cabeza, algo que ironicamente le hubiera gustado escuchar a la sombría señorita, quien al no verse tentanda por el pastel optó por ordenar unas papas doradas con harta salsa picante, tras ordenarlas dio un pequeño comentario: —La cantidad del picante es importante, que parezcan bañadas en sangre.

María denota una cara de incomodidad con ese comentario, está aliviada de tenerla a dos sillas de distancia, Andrea se lo toma más a la ligera piensa que sus comentarios deben a modo de juego, un mecanismo que tiene para socializar o al menos eso espera. Fantasma, si no fuera por su pánico escénico le diría a su amiga: "bájale dos rayitas a tu comentario", poco a poco se hace a la idea que quizás no las inviten a una próxima reunión.