Nuestro Dramático Taller 2- Conflicto

Hablamos a la salida

Maestro Fausto

La clase terminó tras un ejercicio sencillo, tan solo unos estiramientos y tras ello el maestro les dirigió unas pequeñas palabras: —Estoy muy agradecido con todos ustedes por tomar esta clase. Espero no haber sido muy exigente con ustedes, trataremos que las clases de ahora en adelante sean así movidas, por lo que les recomiendo, coman bien, tomen mucha agua y duerman las horas adecuadas, si lo consideran necesario hagan ejercicio para que sientan menos la fatiga que les pueda generar estos días. A los nuevos les recomendamos usar ropa cómoda, no es necesario que gasten por las mismas, solo que de preferencia que no usen strech o mezclilla. Los esperamos la próxima clase, espero con la misma energía que demostraron hoy, todos pueden retirarse excepto Coneja y Zorrito, debo hacerles un comentario en privado.

Los chicos salen del aula, algunos procuran no distanciarse demasiado del lugar, otros deben retirarse de manera forzosa, siendo estos últimos el grupo de AD4 y Griselda que deben entrar a sus clases, la chica de esmeraldas ojos no había caído en cuenta que cuando habló con Ryu sus asignaturas se cruzaría con la idea de intentar aprender a bailar, esto provocó que la chica se disculpará de triste manera de su compañero, para, tras un abrazo le diría que hablarían luego. De los miembros restantes Alicia era la más tensa, sus dos amigos dentro no podría ser buena señal, más con lo que se cargan, Tsuki y Andrea fueron directo a tranquilizarla; Elías, Abraham y Ryu se reagruparon en una de las bancas, sin mucha comunicación entre ellos, María acariciaba a uno de los animales cercanos a la zona y por último estaba Alejandro, quien su atención rápidamente se fue perdiendo, causando que se fuera a su casa, a seguir practicando antes de las audiciones para el equipo.

Paty había salido, este no era su asunto, su tiempo en la clase había terminado y aunque estaba con esta nueva actitud seguía aborreciendo en fondo un poco todo lo que tenía que ver con teatro. Tenía sus razones para andar con buena actitud y de hecho prefería tener a Fausto más como un amigo que como un eufórico rival, puede que en el fondo ese aire de firme y pasión por el teatro le hubiese hecho sentir un profundo respeto por su compañero, por no decir que las planeaciones que hacían en el bar junto con Gustavo les había tomado cierto gusto, sin embargo seguía intranquila en sus adentros de llegar hasta el nivel de su compañero.

Quedando solos el maestro y los dos chicos comenzó la plática, de la cual hasta cierto punto los dos últimos sabían de qué se trataba: —Cuando estuve en la compañía de teatro en la universidad había varias reglas para propiciar la sana convivencia, entre ellas existía una en especifico que decía "dentro de los miembros de la compañía están prohibidas las relaciones amorosas" esto debido a que si la relación terminaba les era difícil volver a trabajar juntos, a tener química o incluso el tener la confianza mutua. Imaginarán "¿Qué locura es esta?" o al menos eso yo lo pienso, dentro del grupo, a escondidas solía haber relaciones de todos modos, causando la ironía de querer lo prohibido. Si les cuento esto quiero pedirles un favor, no necesito que me cuenten su situación, tampoco voy a meterme en sus asuntos porque esto es algo de gama muy personal, lo único que necesito de ustedes es que me prometan que independientemente de qué sean, van a trabajar juntos. Porque de ustedes depende si me veré en la necesidad de implementar esa regla.

— No volverá a pasar maestro —Zorrito —es solo que...

—No me debes explicar nada. Lo único que busco es el profesionalismo de ustedes. Les voy a permitir una cosa, pueden estar aquí el tiempo que deseen, dejaré la puerta abierta pero les pediré a sus compañeros que no entren para que tengan tiempo de arreglar sus diferencias. Si habían esperado un momento para hablar que sea ahora porque necesito a los chicos cooperativos e inteligentes que son normalmente.