La fiesta más aburrida, la rebeldía de no saber quedarse quieto, la actitud más estricta de sus padres.
Eso es lo que llevó a un joven a tener la mejor follada de su vida arrinconado en un sucio y oscuro callejón.
Pero lo peor de ello no es que no s...
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⦖𝕁𝕚𝕞𝕚𝕟≼
A las 9 en punto recibí un mensaje de Jungkook diciendo que me esperaba fuera de mi casa, es lógico no iba a subir y presentarse a mis padres como mi cita sexual de esta noche, baje a toda prisa y aligerando el paso me subí en su coche, le tengo que preguntar con qué agua se lava porque cada vez que lo veo está más hermoso.
—¿A dónde quieres que te lleve?, Conozco un restaurante donde podríamos tener privacidad.
—¿Te avergüenza que te vean conmigo? —pregunté entre curioso y divertido.
—Que me vean con un jovencito sexy y hermoso ¿Qué sería de mi reputación? —ríe con sarcasmo.
—Yo tengo una idea mejor —intento parecer lo más seductor posible— Vamos a tu casa, podemos pedir cualquier cosa a domicilio y mientras esperamos —me muerdo el labio inferior y lo miró descaradamente o eso intento.
Me obsequió una sonrisa y pone en marcha el coche, en el trayecto miles de pensamientos rondan por mi mente como el abrir la puerta del coche y tirarme de él en marcha, estoy entre nervioso, arrepentido, ansioso… todo un cúmulo de sensaciones.
Una vez llegamos a su casa mi corazón está desbocado parece que se quisiera salir de mi pecho, abre la puerta y una vez dentro sin mediar palabra me arrincona contra una pared para darme un delicioso beso, sus labios se posan sobre los míos, sus manos acarician cada recoveco de mi cuerpo.
El beso se va intensificando, nuestros cuerpos se van calentando más y más. El deseo está presente y sin dudarlo dejo que me desnude allí y llevándome hasta un sofá. Sus manos se aferran a mis tetillas mientras chupa uno de mis erectos pezones. El placer se apodera de mí, está calentándome de tal manera que creo volverme loco.
Pequeños y jugosos besos van recorriendo mi cuerpo de arriba a abajo. Su mano derecha se mete en el interior de mi bóxer, separándome las nalgas para jugar con sus dedos sobre mi entrada. El meneo de sus dos dedos de arriba a abajo, cada vez con más intensidad y con más rapidez, excitandome más y más, dejándome llevar, levantando mis caderas, pidiendo más. Mi pene esta vibrante y goteando como un manantial desesperado por llamar su atención.
Creo que ya voy a llegar a un glorioso orgasmo, sin embargo sus dedos se alejan de mí y va bajando lentamente. Separa mis piernas y se posiciona entre mis piernas posando su boca en el mismo lugar donde requiero de su atención.
Y mete mi pene hasta lo más profundo de su boca siento como roza mi pene sobre su garganta y comienza a chupar suavemente arriba y abajo, una y otra vez, me lame con su vivaz lengua, llevándome a otro planeta. Cada chupada que da me enloquece de tal manera que no puedo evitar los espasmos llenos de placer, sus actos me hacen acabar en su boca.
—Me encanta como sabes —susurra antes de besarme y darme a probar mi propio sabor.
Me conduce hasta un dormitorio y una vez que nos tumbamos sobre la cama su pene entra en mí con timidez, haciéndome notar cada milímetro que recorre dentro de mí, obligándome a apretarme contra él para sentirlo más y más profundo, mi pene está en medio de nuestros cuerpos siendo rozado por nuestras pieles estoy hipersensible ante sus toques, todo mi cuerpo vibra de gozo.
