La fiesta más aburrida, la rebeldía de no saber quedarse quieto, la actitud más estricta de sus padres.
Eso es lo que llevó a un joven a tener la mejor follada de su vida arrinconado en un sucio y oscuro callejón.
Pero lo peor de ello no es que no s...
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⦖𝕁𝕚𝕞𝕚𝕟≼
Mi ahora marido y yo subimos a la habitación corriendo, deseando comenzar nuestra noche de bodas.
Jungkook abre la puerta de la habitación y me mete a volandas mientras yo lo besuqueo, muerdo y lamo su cuello mi lugar favorito es en dónde tiene un hermoso lunas en el cual le dejó una hermosa marca que se pone un poco rojita.
De repente, él me suelta, me baja al suelo, desabotona uno a uno los botones de mi camisa la cual resbala y queda tirada a mis pies dejándome vestido con tan solo el pantalón, pero el cual empieza a bajar la cremallera y lo baja sin despejar sus ojos de los míos dejándome solo en un pequeño boxer de encaje blanco.
Jungkook me observa de arriba a abajo, siento como me come con esos hermosos fanales negros como el universo lleno de estrellas, con seguridad y con anhelo me podria perder en ellos con tal de siempre estar con él, sé que es lo que desea, y eso me excita, mi miembro está comenzando a ponerse más duro y humedecerse dejando ver la transparencia de mi exitacion, con tan solo imaginármelo.
Él me empuja y quedó sobre la cama tendido quedando totalmente indefenso, pero caliente y desesperado cada vez más y allí está el hombre que me prende como una moto por lo bueno, es tan sexy, tan atractivo, tan alto, lleno de músculos a pesar de su edad tiene el cuerpo como un joven de mi edad, si ese es ahora mi esposo el hombre que amó hasta el fin de mis días.
Veo cómo se va desnudando con tanta lentitud, ver cómo introduce dos de sus dedos a su boca notar como los chupa haciéndome ver qué está saboreando éste momento, yo quiero tocarlo pero sorprendentemente no hacerlo me pone más.
Cuando solo le quedan los calzoncillos se acerca a mí, y se sube en la cama. Con sus labios saborea cada parte de mi cuerpo hasta que llegar a mi entrepierna, con cuidado me baja el boxer e introduce dos dedos dentro de mí asíendome jadear al sentirlo. No es dolor, es desesperación por el.
—Vaya, sí que estás... caliente.
—Te necesito dentro…ya —consigo hablar entre gemidos.
—Lo siento pero aún no estás del todo preparado para esta nuestra noche especial de boda, quiero y deseo empezar bien nuestra unión eterna.
Sus dos dedos suben bordeando mi ombligo, se sube encima de mí sentándose a horcajadas, esta vez completamente desnudo dejándome sentir el calor de su cuerpo. Cubre mi torso con sus dos grandes manos jugando con destreza y tortura infernal que desprende en cada caricia llena de lujura contra la dureza de mis pezones. Esta dolorosa y lenta tortura me hace cerrar los ojos, así que no puedo ver pero si puedo sentir el deseo y la necesidad que detonan sus caricias, noto como está marcando mi cuerpo con su miembro y testiculos hasta que logra rozar su excitación en cada uno de mis pezones y como los estruja contra él.
—Por…favor…Kook —consigo pronunciar entre gemido y gemido.
—Tal parece que mi ahora esposo se ha vuelto un rebelde desesperado y no quiere esperar, pues va a tener lo que quiere.
