La fiesta más aburrida, la rebeldía de no saber quedarse quieto, la actitud más estricta de sus padres.
Eso es lo que llevó a un joven a tener la mejor follada de su vida arrinconado en un sucio y oscuro callejón.
Pero lo peor de ello no es que no s...
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⦖𝕁𝕚𝕞𝕚𝕟≼
No me han dejado verla se la han llevado tienen que tratarla de urgencias, según he escuchado su peso no llega a los dos kilos, nunca he visto un bebé tan pequeñito, el dolor que siento no se puede describir con palabras, tengo un vacío en el pecho que me acompañaba en todo momento, mi única obligación era salvaguardar a mi pequeña, mantenerla a salvo dentro de mí, ni eso he sabido hacerlo.
Cuando me van a trasladar del quirófano a una habitación cierro los ojos, no quiero ver a nadie, no quiero ver en sus miradas los reproches, se lo que pensaran, no soy bueno para nada, en mi cabeza casi los escucho, sus críticas hacia mi persona y lo pésimo padre que podría ser, tal vez lo ocurrido sea un llamado de atención, para decirme que no me ilusione de lo que podría haber sido pero nunca será.
Antes tenía sueños ahora convertidos en pesadillas.
Escucho a mi tía decir que me dejen descansar, en el fondo sus palabras dicen que me dejen solo, ya que solo soy un inútil.
En el momento que siento que todos han salido de la habitación es cuando me doy permiso de abrir los ojos y llorar. Lloro por esa niña a la cual no he visto y que nunca conoceré. Lloro por esa vida junto a ella que jamás viviré. Lloro por la felicidad pérdida.
-Jiminshi, hermoso -escucho hablar desde la puerta, no necesito mirarlo para saber quién es, el sonido de sus pisadas se acercan a la cama, vuelvo a cerrar los ojos y siento como agarra mi mano y se la lleva a sus labios dejando innumerables besos sobre ella.
Él sabe que estoy despierto y yo sé que lo sabe, pero no quiero hablar con nadie, solo quiero que me dejen solo revolviéndome en mis pensamientos y mis penas.
Pero no se va, se queda sentado a mi lado a la espera de algo, quizás de alguna reacción por mi parte, lo único que consigue es que reprima mis lágrimas. Porque me da miedo abrir los ojos y que me eché en cara el nefasto padre que he sido, que me recrimine que si mi hija se está muriendo es por mi culpa, daría lo que fuera por ponerme en su lugar, que fuera mi vida la que estuviera en riesgo.
-La he visto -le escucho decir -Es muy pequeña, casi cabria en mis manos, pero se le nota fuerte tenía sus puñitos cerrados con fuerza -está gimoteando -Ya verás como sale de esta y nos la llevaremos a casa, le compraremos esos vestiditos cursis que tanto te gustaron -se vuelve a callar -por favor hermoso mírame.
Por inercia abro los ojos y lo miro con temor pero no me dice nada solo me mira, se acerca a mí y me besa dulcemente en los labios.
-Te amo -me dice casi en un susurro lo cual me duele en el alma porque sé que es mentira, no entiendo por qué viene a decirme eso sí no es para cuando me vuelva a ilusionar dañarme otra vez y volverme a hundir.
