¿AMOR? - Tom Kaulitz

~Adiós...~

Eran las 3 de la madrugada, Tom y Ada dormían tranquilos hasta que un grito los despertó, estaban asustados así que bajaron las escaleras y vieron a Amelia con lágrimas en sus ojos con el teléfono en la mano -¿Qué pasa Ame?- preguntó Ada mientras se refregaba los ojos con sus manos -Tu padre...- susurró Amelia, la rubia no lo dudo ni un segundo y subió las escaleras corriendo desesperadamente hasta entrar al cuarto de su padre, el estaba ahí, por lo que parecía ser dormido así que se acercó lentamente pero el ruido de la puerta la asustó -Por favor salga señorita- dijo un médico para luego con ayuda de los demás levantar al señor Meyer de la cama en un camilla -¿Qué está pasando?- preguntó preocupada Ada al bajar las escaleras y volverse a encontrar con su madrastra -Tú padre tenía que tomarse unas pastillas, lo intenté despertar y no se despertaba, no reaccionaba, le tomé el puso y no sentí nada- habló Amelia entre sollozos. Tom estaba en una esquina sin poder creer lo que estaba pasando, sentado, con las manos en la cabeza, al ver bajar a Ada la miró a los ojos, pensó que cuando la miraría ella sería un mar de lágrimas, pero no, Ada tenía una mirada fría y hablaba con total normalidad.

-¿Que está pasando Tommy?- preguntó Emily mientras se sentaba al lado de el recién nombrado, Tom la miró -Ve a tu cuarto Emi, duérmete- a todo esto Amelia se fue en la ambulancia junto su marido, Ada se fue a la cocina y se preparó un café para luego sentarse en frente de Emily y Tom -¿Emily que haces despierta?- la niña la miró y a Ada le pareció muy tierna, ella tenía sus cabellos negros despeinados y sus ojos celestes se notaban cansados -Le pregunté a Tommy que pasaba, lo siento, me iré a dormir de nuevo- Ada sonrío y fue hacia ella, la tomo en brazos como si fuera una bebé y le llenó de besos toda su carita -Te amo Emily, sos la mejor nena que yo pude haber conocido- Emily sonrío -Yo te amo más Ada, sos la mejor hermanastra del mundo, en serio. Espero que no me cambies cuanto tengas una hija- Tom y Ada se miraron fijamente y luego miraron a la niña -Nunca te cambiaría, además tú me cambiarías por mi hija, eso es obvio- Emily rodó los ojos divertida y luego los tres presentes rieron. Ada llevó en brazos a Emily a su cama, la acurrucó y le dio las buenas noches.

-Cielo, ¿Estás bien por lo de tu padre?- Tom se notaba un poco preocupado, no quería que su chica la esté pasando mal -Si cielo- las palabras de Ada sonaban tan sinceras y lo eran, eran demasiado sinceras, Ada nunca había dejado de odiar a su padre él fue el culpable de que se arruinara una familia, una familia perfecta. Tom no preguntó más y le hizo señas a la chica de que vayan al cuarto, subieron las escaleras y al entrar a su cuarto se acostaron juntos -Tom, te amo con el alma- el chico la abrazó y empezó a darle leves besos en su cuello -Yo te amo más cariño- Ada sonrío, el de trenzas siguió besando su cuello, se puso encima de la chica y bajó sus besos hasta su pecho, subió la remera de la chica y beso sus pechos, Ada soltó un leve jadeo haciendo reír a Tom -¡TOM! Emily está en el cuarto de al lado, podría escucharnos- dijo Ada mientras alejaba la cara del chico de su cuerpo y bajaba su remera -Ada... solo un rato- Tom hizo puchero y la miró con cara de perrito mojado pero aunque la rubia se moría de ganas se negó.

(. . .)

Amelia llegó a eso de las 10AM del  hospital, Johan llegó a las 11AM y Amelia aprovechó para contarles que había pasado con su padre, padrastro y suegro -Ancel...- dijo mientras bajaba la cabeza intentando esconder sus lágrimas -Ancel falleció esta mañana- Johan y Ada se miraron los dos estaban serios, no transmitían ninguna emoción, Emily se puso triste pero no lloró y Tom, bueno Tom estaba ahí no lo había conocido tanto pero le dio un poco de pena, solo un poco, Amelia lloraba y su hija intentaba consolarla, los dos hermanos se seguían mirando sin poder creer la noticia que acababan de recibir -Johan...Papá murió- susurró la chica -Si, Ada, papá murió- seguían mirándose sin pestañear o desviar la mirada, parecía una competencia de quien aguantaba más sin pestañear. 

-Ada, lo siento por tu padre- dijo Tom mientras sus manos subían a la cintura de la chica -No tienes porque sentirlo cariño, la verdad no siento nada por él- Ada puso sus brazos al rededor del abdomen del chico y  apoyó la cabeza en su pecho, Tom besó su cabeza y se quedaron así abrazados por unos minutos, Ada subió la mirada encontrándose con la de él, el chico la acercó a él y la besó apasionadamente -Te amo, siempre voy a estar para ti- habló Tom haciendo sonreír a la chica que tenía en frente.