~Edel Kaulitz~

1.6K 64 8
                                    

Los tres días habían pasado, Ada vio la prueba de embarazo y había salido positiva, en esta decía que llevaba más de tres semanas de embarazo por lo que él bebé nacería en junio, estaba tan feliz que corrió a contarle a Tom. -¡Cariño, estoy embarazada!- gritó emocionada mientras entraba al cuarto, Tom estaba acostado con el teléfono y a penas escuchó a su esposa gritar eso, soltó el celular y corrió hacía ella para abrazarla, se besaron y luego procedieron a contarles a todos sus familiares sobre la nueva noticia.

(. . .)

Ada ya había cumplido cuatro meses de embarazo, fue al médico junto con Tom para poder deducir el sexo del bebé.

-¡Es un niño lindo y sano!- habló con emoción la doctora, los dos padres se miraron y se abrazaron, le dieron la noticia a sus familiares todos estaban muy felices con la noticia.

-¿Le contaremos al niño sobre su hermana?- preguntó Tom mientras se recostaba al lado de su esposa y tapaba su cuerpo con una manta  -Aún no lo sé, supongo que cuando él pregunte se lo contaremos- respondió Ada mientras hacía movimientos circulares en su panza, Tom sonrío e imitó su acción, estaban muy felices de tener otro bebé, pero extrañaban a su chiquita, la extrañaban como a nada en el mundo.

Ada cumplió nueve meses de embarazo, el bebé estaba muy sano y tanto ella como Tom deseaban que no se complicara el parto al igual que con Isa.

-¿Estás bien?- preguntó Tom al ver como su esposa se encontraba sentada en la cama respirando profundamente -Creo que el bebé va a nacer- respondió intentando aguantar el dolor que le causaban las contracciones. Tom no dudo ni un segundo y agarró un bolso donde se encontraban las cosas del niño y su madre, ayudó a caminar a Ada y fueron juntos en auto hacía el hospital, mismo hospital donde Isa había nacido, Ada estaba  viviendo un deja vu, su esposo tomaba el volante con fuerza saltándose cada semáforo y cada señal, esquivando autos y acelerando la velocidad cada vez más, volvió a ese día, ese día donde su vida iba a cambiar por completo.

-Espere en la sala, le informaremos sobre el estado de su esposa y su bebé en unos momentos- habló la enfermera mientras Tom tomaba asiento en una de las sillas. Las horas pasaban, Tom estaba completamente nervioso, tenía miedo de que pase lo mismo que pasó con Isa o que sea peor. Una enfermera se acercó a paso rápido a Tom con una sonrisa en su cara, eso lo calmó bastante y lentamente se paró de su asiento para ir hacía ella -¿Está todo bien?- la enfermera asintió con una sonrisa -Todo está perfecto, ven por aquí- la chica guio a Tom hacía el consultorio donde se encontraba su esposa.


Ada tenía mucho dolor, vio como la enfermera salía del consultorio, al parecer iba a avisarle a Tom, se quedó tranquila unos momentos, esperando por ver a su hijo mientras los doctores lo bañaban. Vio como uno de los doctores se acercaba a ella con el bebé en brazos, este se lo puso en los brazos a la chica y ella observó detenidamente a su hijo

mi hermanito va a ser rubio como mi madre y va a tener los ojos de mi padre, siento que va a ser igual a mi padre solo que con el pelo rubio de mi madre, yo lo sé, lo presiento.

Recordó esas palabras que su hija había escrito en su diario, tenía razón, el pequeño tenía un poco de pelo y se podía observar un color dorado en estos, como el cabello de Ada, tenía los ojos de Tom, era exactamente igual a Tom pero rubio, era simplemente hermoso. Lágrimas comenzaron a caer por las mejillas de Ada mientras le daba besos en la pequeña frente a su pequeño, pasó un rato y comenzó a tener sueño así que le pidió a un enfermero que dejen al bebé en su cuna mientras ella dormía un rato.

Tom entró al consultorio, vio a su esposa dormida en la cama, dirigió su mirada al pequeño, se acercó a su cuna y lo alzó, los dos se miraron a los ojos, Tom acercó su dedo y este sin pensarlo lo tomó, Tom se acordó de su hija, de Isa, la extrañaba tanto. Sonrío un poco al ver que era igual a él solo que tenía cabello rubio, sacó de manera lente su dedo del agarre del bebé y tomó la pulsera que enredaba su pequeña muñeca

¿AMOR? - Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora