Lilith tenía extendida sobre su cama dos prendas de ropa. Un jersey negro liso y su camiseta de Rooney. La segunda llevaba años metida en el armario, escondida entre trapos que ya no quería ni necesitaba. La última vez que se la quitó no pensó que volvería a usarla nunca, no quería hacerlo, sin embargo, esta vez le apetecía, ya que iba a ir a ver el partido para rememorar los buenos momentos de su infancia, sentía que era buena idea hacerlo bien, como Conrad y ella lo hacían en su pasado.
El sonido de la puerta dejó la decisión para más tarde. Lilith abrazó a su hermano. Su camiseta roja con el diez a la espalda disipó las dudas que le quedaban. Dejó a su hermano ojeando el salón y volvió a su habitación.
Se observó en el espejo de hierro forjado que decoraba su habitación. Aún no sabía cómo sentirse al respecto del objeto. Cuando John le dijo que Jack lo había comprado, lo rechazó, le dijo que lo sacara de su casa, que no lo quería. Pero resultaba que su amiga había elegido un novio con una cabeza más dura que una piedra y no aceptó un no por respuesta. La realidad era que el espejo le encantaba, se enamoró de él nada más verlo en aquel puesto y combinaba a la perfección con su cama, pero también era un recordatorio constante de que Jack Grealish podía hacer cosas buenas por los demás, y eso le rompía los esquemas.
Se alejó del objeto, no era el momento de pensar en eso, era el día de disfrutar con su hermano. Se tiró de las mangas de la camiseta térmica negra que llevaba debajo de la del equipo y agarró su abrigo para reunirse con su hermano.
Conrad sonrió emocionado al verla volver al salón. Usar esa camiseta había valido la pena solo por eso. Por ver a Conrad como cuando era un niño.
—No me puedo creer que aún te entre.
—No he crecido mucho desde los catorce —contestó Lilith.
Lilith se sentó en el asiento del copiloto del Mercedes de su hermano. Su padre había sido más generoso con el hijo que siguió sus pasos. El móvil de la mujer vibró, leyó el mensaje de su mejor amiga con una sonrisa. Era extraño para ella saber que Kendall estaría en el Etihad pero en la zona rival.
Ken❤️: Avísame cuando estéis en el estadio, traidora.
Lilith: Técnicamente la traidora eres tú, yo antes siempre iba de rojo.
Ken❤️: Da igual, aquí todos estamos enfadados contigo.
El mensaje estaba acompañado de una foto en la que aparecía su amiga junto a John y Kalvin haciendo muecas exageradas de enfado. Lilith no pudo evitar reírse. Su hermano la miró alzando las cejas.
—Kendall. Quejándose porque vamos con el enemigo.
—Técnicamente es ella la que va con el enemigo.
—Eso le he dicho yo —Lilith sonrió a su hermano con complicidad, arrepintiéndose de los años perdidos y agradeciendo a lo que fuera que su hermano no tuviese su carácter y fuese capaz de olvidar y perdona tan fácilmente.
—¿Está sola? —preguntó Conrad.
—No, Kalvin y John están lesionados y lo ven desde la grada.
—Claro —Conrad volvió a centrarse en la carretera con expresión melancólica. Lilith supo que tenía que hablar con él de sus sentimientos por Kendall, aunque no sería en ese momento —¿Te llevas bien con ellos? —Preguntó tras unos segundos de reflexión.
—Me caen bien, algunos no son como pensaba.
—¿Su novio?
—Es bueno, la quiere, o eso creo. Pero no es el que mejor me cae.
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Demon |Jack Grealish | #PGP2024
FanficLilith dedica su vida a desenmascarar futbolistas. A demostrar que no son las personas que la gente idolatra. Sobre todo a uno de ellos, a Jack Grealish. Hasta que todo su mundo se vuelve patas arriba cuando su mejor amiga le presenta a su nuevo no...