26: Ángel

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—Ni se te ocurra decirle a nadie que estoy aquí —Amenazó Lilith a Kalvin.

—Creo que se van a dar cuenta aunque no se lo diga.

—No tiene por qué.

—Li, ¿Te ha explicado tu amigo en qué consiste este trabajo?

Lilith puso los ojos en blanco. No iba a dignificar esa pregunta contestándola.

—Con suerte solo tendré que entrevistar a jugadores del Arsenal o a alguno que no me conozca de nada.

—Si tú lo dices —Kalvin le dio un beso en la cabeza —Yo me voy, que luego me dicen gordo.

—No les hagas caso —Lilith tocó la barriga de Kalvin —Estás perfecto.

—Lo sé —Dijo Kalvin mientras corría al interior de los vestuarios y se levantaba la camiseta, mostrando los abdominales.

Lilith sacudió la cabeza riéndose. Aunque en el fondo sospechaba que su amigo no llevaba las críticas tan bien como hacía creer a todos, en especial aquellas que venían de su propio entrenador.

Michael, el amigo que le había conseguido ese trabajo, se acercó a ella cuando se quedó sola.

—Angie. Ven que te presento al equipo.

Lilith frunció el ceño.

—Mike, se supone que estamos trabajando. Hay que comportarse más formal. —Intentó ocultar la molestia con una sonrisa. Aceptaba que Sarah la llamase así. Por Ali, pero no los demás. Ella ya no quería ser Angie.

—Eso supongo que incluye no ligar con futbolistas —Michael alzó las cejas.

—No estaba ligando. Es mi amigo.

—¿Entonces estás libre? —Michael cambió su forma de hablar a una sugerente —. Nos lo pasábamos bien en la universidad, Angie.

—Si me dejas de llamar así me lo pienso —dijo Lilith. Lo pasaban bien. Tenía razón, pero ella no estaba segura de seguir siendo la misma persona que entonces.

—Lo siento, Lilith, es la costumbre. Alison nos pegó ese apodo a todos. —Mike le puso una mano en el antebrazo, en una especie de consuelo torpe.

—Lo sé. Pero ahora que no está. Es raro. —Palmeó la mano que seguía sobre su brazo.

Cuando unos días antes recibió una llamada de Michael diciéndole que estaba en Manchester y pidiéndole que se vieran, Lilith no se lo podía creer.

Llevaba cinco años sin hablar con él. Desde la muerte de Alison. La última vez que lo había visto fue en un viaje que hicieron todos después de la graduación. Se fueron a Sevilla y se pasaron borrachos y haciendo locuras la mayor parte del tiempo. Sabiendo que a partir de ese verano sus vidas iban a cambiar para siempre. Oficialmente, eran adultos responsables, o al menos debían serlo.

Se prometieron que se verían mucho, que no los separaría la distancia de ser cada uno de una parte del país.

Sin embargo, sin Alison, Lilith ya no se vio capaz de nada de eso, de nada, en realidad, pasó meses encerrada en casa de su madre. Dejó de contestar llamadas o mensajes. Y cuando salió de ese estado tampoco intentó retomar el contacto con esos amigos que le recordarían cada día a la persona que ya no tenía al lado.

Cuando se vieron en Manchester, Michael no le reprochó nada de lo que había pasado cinco años atrás. La recibió como una vieja amiga con la que has perdido el contacto, sin más. Se pusieron al día de sus vidas. Michael contó más. Lilith no quería desvelar mucho de lo que pasaba en su vida últimamente.

Demon |Jack Grealish | #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora