La sangre brota muy lentamente, se desliza manchando aquellas suaves telas blancas, él no puede detenerse, pues esa es su maldición, pero dentro de ella ha encontrado algo que no la hace tan mala.
✓ Adaptación Autorizada.
✓ Contenido homosexual.
✓...
Había humo por todos lados, él se encontraba en el suelo, podía escuchar la ambulancia llegar junto con los bomberos. Él levantó la vista y vió al rizado en el suelo inconsciente, él se levantó, pero un dolor lo invadió, vió que tenía una barra de plata insertada en su hombro derecho.
— Ah. — se quejó mientras intentaba salir.
Él vio cómo un grupo de personas tomaban al rizado para sacarlo, él quería salir, pero el dolor de lo que lo quemaba le dolía.
— Al fin despierto. — escuchó decir.
— Tú maldita hija de perra. — la vió. — cuándo salga de aquí te cortaré la garganta.
— En todo eso. — sonrió. — yo disfrutaré a tu pareja.
— Lo llegas a tocar y te mataré. — gruñó.
— Nos vemos en Oaxaca, Joaquín. — dijo mientras le daba un golpe dejándolo inconsciente.
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— Ninguno contesta. — dijo el moreno.
— Parece que dónde están hubo una explosión. — habló la chica.
— ¿Está muerto? — abrazó al pelirrojo.
— Diana. — habló.
— No hay cuerpos. — los vió. — pero si sangre.
— Escaparon. — la vió.
— Así parece. — habló.
— Mateo. — se acercó. — ¿Cómo supiste de eso?
— Yo dormía y luego ví una explosión y me asusté. — dijo. —le escribí a mi hermano.
— Si escaparon quiere decir que hicieron caso. — los vió el pelirrojo.
— Hay que esperar. — habló.
El tiempo transcurría y parecía no haber noticias de ninguno de ellos, lo cuál los comenzaba a preocupar, al pasar unos minutos recibieron una llamada.
— Joaquín. — dijo Eleazar.
— Ele se lo llevó. — habló.
— ¿Qué pasó? — preguntó.
— Mauricio mandó a Karol por Emilio. — habló. — ahorita voy para Oaxaca.
— Está bien. — dijo. — te esperaremos.
Al colgar vieron al chico, el cuál suspiró y los vió a todos los cuáles esperaban respuestas más el único humano que estaba ahí.
— A Emilio lo tiene Mauricio. — habló. — lo traerá aquí a Oaxaca.
— ¿Cómo pasó? — dijo la chica.
— Al parecer su sueño nos reveló que no fué un accidente. —vió al chico. — la guerra ha iniciado.
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