Cap. 22

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Joaquín sólo los vió comer, sonrió, él por un momento olvidó que él no podía consumir la comida sin unas gotas de sangre, lo cuál hizo que vomitara la comida y los chicos se levantaron preocupados. Joaquín miró al rizado, el cuál lo cargó sin decir nada, lo llevó rápido a la habitación del joven castaño y cerró con seguro la puerta. Él vió cómo Joaquín,  el cuál seguía en el baño vomitando se acercó y lo vió.

— Joaquín. — lo llamó.

— Mailo. — lo vió.

— ¿Necesitas algo? — preocupado.

— Mailo. — dijo mientras volvía a vomitar, pero ésta vez sangre.

— ¿Necesitas sangre verdad? — se acercó a él.

El castaño negó, pero cuándo volvió a vomitar asintió, el rizado se quitó su suéter y movió su camisa dejando libre su cuello, Joaquín lo vió, el cuál tenía los ojos llorosos.

— ¿Qué hace? — habló.

— Toma de mi sangre. — lo vió.

— No importa. — negándose.

— Estás empeorando lo noto hazlo. — dijo mientras lo acercaba a él.

Joaquín lo dudó, pero sabía que si seguía así podía morir por lo tóxico que estaba la comida. Acercó su boca al cuello del rizado y clavó sus colmillos, Emilio por su parte apretó la cintura de Joaquín, éste comenzó a beber la sangre y cuándo se sintió lleno se alejó.

— Mejor. — susurró el rizado.

— Si. — lo vió.

Emilio se levantó junto con Joaquín y lo llevó a su cama, le quitó el seguro a la puerta y se dirigió al baño, bajó la palanca y trajo un paño húmedo. Se acercó a Joaquín y limpió el rostro del chico, el cuál lo miraba atentamente.

— Si algo así vuelve a ocurrir no dudes en llamarme. — habló. — ¿Si?

— Si Mailo. — lo vió.

La puerta se abrió dejando entrar a los 3 chicos, los cuáles se acercaron a Joaquín para verlo, éste se sentó en la cama con la ayuda del rizado, el cuál estaba al lado suyo.

— ¿Te encuentras bien? — dijo el de cabellos lilas.

— Si sólo fué que algo me cayó mal. — lo vió. — Emilio me ayudó.

— Hermano es raro en tí. — dijo el otro. — ni por mí te preocupaste así.

— Si cómo sea. — habló. — me quedaré a cuidar a Joaquín dile al profesor Morrison que me sentía mal.

— ¿Y con Joaquín? — dijo el rubio.

— Yo ya no tengo clases. — habló. — estoy libre.

Los chicos asistieron y se fueron dejando sólos a los dos, Joaquín se levantó, pero se sentía algo débil ya que la sangre estaba haciendo su efecto, pero algo lento.

— ¿A dónde vas? — habló el rizado.

— Tomaré un baño. — lo vió, pero cayó hincando.

— Deja que te ayude. — se acercó y lo llevó a la regadera.

— Yo puedo sólo. — lo vió, pero se tambaleó.

— Te ayudaré. — dijo mientras se quitaba los zapatos.

— ¿Se bañará conmigo? — le preguntó.

— Me aseguraré de que no te desmayes aquí. — sonrió.

Joaquín asintió y con ayuda del rizado se quitó su ropa al igual que Emilio, pues él no quería mojar su ropa y asegurarse que Joaquín estuviera bien era lo único que importaba. Al terminar de bañarse Emilio salió primero y regresó con dos toallas, envolvió a Joaquín con una y él con la otra. Al llegar a la habitación Joaquín se cambió de ropa y el rizado se puso la suya.

— Gracias Mailo. — sonrió mientras miraba al rizado secarle el cabello aunque en el espejo sólo el de cabellos achocolatados se reflejaba.

— Deberíamos teñirte el cabello. — hablo el rizado.

— ¿Teñirlo? — se giró y lo vió.

— Textos sabe de eso. — sonrió. — tal vez uno rubio ó azul.

— Yo jamás me he teñido. — tocó su cabello. — pero si voy a un lugar sabrían lo que soy.

— Podría teñirlo yo ó Diego. — sonrió.

— Sabe hacer eso. — se sentó mejor en el rizado.

— Tuve que aprender por Textos. — se encogió de hombros.

— Sí quiero. — sonrió. — lo quiero, siempre pensé que el color rubio es muy lindo ¿Me vería bonito?

— Sería muy hermoso. — le sonrió mientras le daba un beso en la frente.




 — le sonrió mientras le daba un beso en la frente

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Seguimos...........






Hasta el próximo capítulo AlbertXioW.

Inmortal // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora