Capítulo 17

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Bonita semananita ♡

— Tengo hambre — se quejó su pequeño con un tierno puchero

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— Tengo hambre — se quejó su pequeño con un tierno puchero.

Su omega estaba completamente encima de él en la cama, donde se habían mudado en algún momento del día anterior. La abultada mejilla derecha se aplastaba contra el centro de su pecho, las piernas suaves enredadas contra las suyas y ambos, maravillosamente, desnudos.

— Lo se, pude oírlo. Probablemente todo el edificio lo escucho — se burló, riendo aún más fuerte cuando Jimin lo miró con el ceño fruncido —. Lo siento, lo siento. Pero será mejor que te baste con comida a domicilio porque no tengo energía para cocinar justo ahora. — Colocó sus dedos en la pequeña barbilla, alzando la carita de su Jimin para poder mirar esos bonitos ojos claros. — Alguien me mantuvo muy ocupado.

Como esperaba, un rubor rosa suave coloreó las mejillas del menor.

— Yo no fui quien estaba todo desesperado — protestó su omega.

— De hecho, si. Lo recuerdo muy bien.

— ¡No es verdad! — exclamó Jimin indignado, dejando un golpecito en su pecho —. Sólo estaba reaccionando a tu insistencia.

— Si tu lo dices.

Su risa y el reclamo de su pequeño quedaron olvidados por el fuerte sonido del timbre.

Ambos se voltearon a ver, haciendo la silenciosa pregunta de si había sido un error. Esperaron en silencio, estaba casi seguro de que no se repetiría cuando sonó dos veces seguidas más.

Se levantaron y vistieron rápidamente, o almenas él se vistió y cubrió la mayor parte de su cuerpo, Jimin sólo se puso una de sus camisas que dejaban al descubierto sus hermosas piernas y gran parte de sus clavículas. Su pene tuvo un espasmo por la bella vista.

Estaba a un paso de tomar a su pequeño cuando una voz llegó desde afuera del departamento.

— ¡Jin-hyung, soy Hoseok!

Camino hacia la sala observando el desastre que había. Ropa suya y de Jimin aun tirada, los cojines del sofá en el suelo y el inconfundible aroma a sexo. Definitivamente no estaba dejando que Hoseok entrara.

— Yo abriré — dijo el menor con voz bajita a sus espaldas.

Jimin lo retenía del brazo, no había desconcierto ni miedo en su mirada por escuchar la voz de Hoseok, así que su suposición de que el pelirrojo estaba enterado era correcta.

— Esta bien, pero creo que será mejor atenderlo en la puerta.

— Pero no creo que él vaya a sermonearnos.

— No lo digo por eso, mi pequeño. Simplemente el lugar es un desastre y huele bastante a lo que hicimos aquí. Hobi se podría sentir incómodo.

Con un movimiento de mano despreocupado, Jimin descarto sus palabras. — Créeme, Hobi estará bien. A lo largo de nuestra amistad lo he obligado a ver películas muy ilustrativas acerca de lo que pasa cuando un alfa está en celo.

𝑴𝒊 𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒐 | ᴊɪɴᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora