Primera caricia, segundo rechazo... Un sueño que se tiene que olvidar.

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Actualización 1/2

El departamento de los hermanos Kim estaba vacío, Minjae le había dado con anticipación la llave para que no tuviera que esperar

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El departamento de los hermanos Kim estaba vacío, Minjae le había dado con anticipación la llave para que no tuviera que esperar.

Una ducha. Necesitaba darse una ducha para tratar de eliminar el calor que empezaba a cubrir cada centímetro de su piel, aunque sabía que el agua no podía eliminar los síntomas de su celo, al menos estaría limpio y un poco más fresco para el momento en que su lobo tomará el control.

Caminó por el lugar vacío, demorando se algunos segundos extra frente a la puerta que tenía un muy leve rastro de aroma a bosque de cedro. Inhaló con avaricia, quería que cada pequeño rastro de aroma llenara sus fosas nasales y funcionó, su lobo lloriqueo un poco por el maravilloso aroma.

Y solo se dio cuenta de que había cometido un error, ahora su cuerpo mostró los signos de su celo con más fuerza, punzadas en su vientre, piel irremediablemente más caliente, una dolorosa erección y mucho lubricante deslizándose fuera y humedeciendo su ropa interior.

Gimió descontento por haber provocado de su celo se acelerará, ahora tenía que tratar de calmar el hambre que crecía en su cuerpo hasta que el alfa llegara y lo ayudara.

Se reprendió mentalmente mientras caminaba hacia el baño al otro lado del pasillo. Aventó su ropa sin cuidado alguno y se metió bajo la corriente de agua tan pronto como se aseguró que estuviera fría. Al final de su ducha seguía con una erección que sus dedos no habían podido bajar, su piel seguía demasiado caliente, pero ahora también temblaba in poco por la fría temperatura del agua.

Frustrado y necesitado, salió sin molestarse en secarse el exceso de agua completamente, ni cubrir su desnudez, simplemente camino arrastrando los pies hasta la habitación de su novio y se aventó en la cama. Al segundo que se acomodó sus dedos ya empezaban a jugar con su entrada entre sus piernas mientras la otra mano acariciaba su erección velozmente.

Su deseo no podía calmarse.

A pesar de que los minutos pasaron, su calor seguía golpeándolo con oleadas de necesidad que sus manos no podían calmar.

Su lobo lloriqueaba, estaba frustrado y molesto por no poder saciar su deseo.

No podía seguir torturando se de esa manera. Tenía que tomarse al menos un supresor para esperar por la llegada de su novio.

Estaba a punto de levantarse cuando la puerta de la habitación se abrió bruscamente.

Jin era quien había aventado la puerta de madera en su prisa por llegar ahí. Sus ojos brillaban con hambre, sus fosas nasales se dilataban en rápidos y espasmódicos movimientos, sus manos se cerraban en puños tan apretados que la piel palideció por falta de un apropiado flujo de sangre. Pero su mirada cayó en la prueba de su excitación que creaba un muy notorio bulto en sus pantalones.

𝑴𝒊 𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒐 | ᴊɪɴᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora